Segunda derrota en otros tantos partidos ligueros para el Eibar, que está protagonizando un flojo inicio de curso. Tras caer el pasado domingo frente al Huesca en Ipurua, el equipo armero cayó ayer en su visita al Getafe (2-0). Mejoraron su imagen los de José Luis Mendilibar cinco días después del batacazo del estreno, pero no obtuvieron la recompensa deseada. Posiblemente merecieron el empate, ya que el partido resultó muy igualado y las ocasiones de gol escasearon, pero el error de Paulo Oliveira en el primer gol del Getafe marcó de forma inevitable el transcurso del choque, que decidió Jorge Molina ya en el minuto 90 cuando los visitantes estaban volcados en el área rival. Dos partidos y cero puntos, balance que, sin ser alarmante, preocupa porque las derrotas han llegado ante rivales directos, el equipo se ha mostrado escaso de recursos en ataque y, por si esto fuera poco, las lesiones no dan tregua.

Mendilibar solo hizo dos cambios en el once: Escalante y Pere Milla entraron en lugar de Orellana, lesionado, y Bebé, que se quedó en el banquillo. Por cierto que Milla -jugador que el año pasado estuvo cedido en el Numancia- se convirtió en el primer fichaje veraniego que es titular este curso. Hervías salió en la segunda parte mientras que Sergio Álvarez y Marc Cardona continúan inéditos. El otro refuerzo, Bigas, actuó unos minutos frente al Huesca. Está claro que los nuevos aún no están adaptados a lo que quiere Mendilibar. En cualquier caso, Pere Milla fue de lo más aseado de un Eibar intenso, pero demasiado inofensivo en la primera mitad. Y que encima dio facilidades en el gol del Getafe. Estuvo demasiado blando Paulo en la acción del 1-0. En un balón largo sin aparente peligro, el delantero local Mata le ganó la partida a Paulo -que debió haber despejado de cabeza pero se dejó ganar la posesión- y su pase lo aprovechó Ángel para batir a Dmitrovic con un duro disparo desde el bordo del área.

A partir de ahí se sintió muy cómodo el Getafe, bien plantado en el terreno de juego y jugando con su ventaja. El Eibar lo intentaba, pero sus centros laterales no hacían daño. Jordán y Rubén Peña no profundizaban por la derecha y el peligro lo creaba Milla. Uno de sus centros lo remató alto Kike García en la que fue la mejor ocasión armera en los primeros 45 minutos.

Salieron fuertes los armeros en la reanudación y tuvieron una buena ocasión por medio de Sergi Enrich, cuyo cabezazo cruzado se marchó fuera por poco. El delantero le puso ganas, pero le falta ritmo. De su mejoría y su acierto dependerán en buena medida el futuro inmediato del Eibar, cuyo empuje inicial duró demasiado poco. De hecho, Ángel volvió a crear peligro y el Getafe, con esa ocasión de su ariete en el minuto 58, volvió a serenarse, a ordenarse en defensa y a convertirse en un frontón con los intentos del cuadro azulgrana, al que le faltaba empuje.

Mendilibar buscó desborde con Hervías -que regresó a Primera División, categoría que no pisaba desde mayo de 2015 con la Real Sociedad-, pero el extremo no pudo crear peligro. Tampoco Charles, que entró poco después al terreno de juego. Diop y Enrich tuvieron un par de ocasiones, pero no acertaron. Fue demasiado escaso el balance ofensivo del Eibar, que apenas desbordó por las bandas y surtió de pocos balones a sus delanteros. Da la impresión de que los de Mendilibar han perdido buena parte de las cualidades que exhibieron durante el exitoso curso pasado. El inicio no es el deseado, el juego no fluye y los problemas físicos, especialmente el de Pedro León, merman el potencial del Eibar, que debe ponerse manos a la obra para buscar soluciones.

2-0

El Eibar afrontará el primer derbi de la temporada recibiendo a la Real en Ipurua el próximo viernes a las 22.00 horas. Será el segundo partido en casa para los armeros, que en el primero perdieron ante el Huesca. La Real, por su parte, llegará tras jugar ayer en Leganés.