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Gaviria marca, Landa espera

Gaviria marca, Landa esperaFoto: Efe

donostia - Mikel Landa abandonó el Sky porque quería ser libre y ser el dueño de su destino, sin realizar genuflexiones para contentar a Froome, el sol del Tour y el único planeta regente en el universo Sky. Durante el pasado Tour de Francia, Landa trabajó para el británico. En ese ecosistema fue capaz de asomarse a un dedo del podio. Nunca se sabrá qué hubiera pasado de no haber prestado sus piernas a Froome. Es ciclismo ficción. Landa se convenció que para conquistar el Tour debía alejarse de la órbita del Sky y apostar por un equipo que creyera en él. El Movistar comprendió que Landa era un ciclista especial, ideal para su desarrollo. Lo fichó para ganar. En la concentración anual de la formación en Gorraiz, sus nuevos compañeros lo disfrazaron de preso a modo de bienvenida. El disfraz era una broma por el lema que le acompañó durante el Tour: FreeLanda, surgido entre las chanzas de sus excamaradas. A Landa, que no elude el sentido del humor, le hizo gracia la ocurrencia.

Desde entonces, el Movistar realiza un ejercicio de funambulismo para el encaje de las ambiciones de Landa y Quintana en la Grande Boucle, objetivo inequívoco de ambos. Los dos quieren la gloria de la carrera francesa. El nuevo líder y el viejo orden, ese que defiende su territorio, se miden en el Tour. Por eso, cuando se completó el equipo para el julio francés, desde la estructura de Eusebio Unzué se lanzó la idea de que era la carretera la que determinaría la jerarquía en el equipo. Los dos en el mismo nivel, junto a Valverde, el eterno. Eso era así en la mesa de diseño del Movistar hasta que arrancó la carrera y el síndrome de la primera semana mordió con saña a Quintana.

En la etapa inaugural, el colombiano sufrió un incidente que le dejó en el arcén con la única compañía de la moto neutra. Había roto las dos ruedas tras saltar una isleta. Miró a su alrededor y no vio a nadie de los suyos. Sin sombra que le acompañara, sin un camarada que le pudiera dejar la bicicleta, Quintana se desprendió de los mejores en un final donde se agitó la bandera del caos. Llegó a meta con un retraso de 1:15. Landa no cedió ni un segundo. Tampoco ayer, cuando se complicó todo con una montonera. Landa pudo contar con sus compañeros, que le rescataron. “No he llegado a caer; ha sido un enganchón, he tenido que sacar el pie y reincorporarme. Por suerte tenía compañeros cerca y hemos salvado el día. Hay que salvar estos días; es parte de la carrera, no hay día tranquilo. De momento las cosas van bien”, expresó el alavés tras el enredo y el susto. El Tour mima a Landa, más si cabe después de la crono por equipos.

Quintana es el farolillo rojo de los favoritos. El horizonte parecía más luminoso para Landa y, por contra, más sombrío para el colombiano hasta que José Luis Arrieta, director del Movistar, intervino en Radio Tour antes de que se pusiera en marcha la jornada de ayer. “No tenemos tres líderes. El líder único es Nairo Quintana por su bagaje en el Tour de Francia. A partir de ahí, la carretera decidirá”, determinó el técnico. En Movistar esperan al colombiano, la referencia del equipo en los últimos años, su líder único en las carreras de tres semanas. “El inicio del Tour de Francia está yendo bien, a excepción del tiempo perdido por Nairo Quintana el primer día”, analizó José Luis Arrieta, dando valor al colombiano.

El mensaje de la dirección deportiva del Movistar no parece el más esperanzador para Mikel Landa, que aventaja en más de un minuto a Quintana. Convencido de sus posibilidades, el alavés no desea repetir la historia del pasado Tour de Francia en el seno del Sky, donde las prioridades estaban fijadas de antemano: Froome y el resto. Indiscutible. En el Movistar se solapan los discursos a la espera de la etapa de Roubaix. “Y luego vendrá el pavés. Es a partir del domingo que empezará de nuevo el Tour”, analizó el director de la formación.

segunda para gaviria Hasta entonces, la elección es Quintana, el único líder, según se desprende de las palabras de Arrieta. No se sabe si las mismas responden a un mensaje de ánimo de consumo interno para fortalecer la moral de Quintana, a una estrategia de equipo pactada con Landa o si es la elección del Movistar. Si es así, Landa tendrá que esperar su oportunidad. Gaviria no piensa hacerlo. El colombiano es muy rápido y lleva mucha prisa. En un día para excursionitas, Gaviria remató otro triunfo al sprint. El segundo ante Sagan, que se sinceró: “Para ganar a Gaviria hay que esperar un error”. Gaviria marca y Landa espera.