Ordizia -El Ordizia juega el único partido de los cuartos de final de la lucha por el título este domingo en Santander, ante el Independiente...

-Esta temporada es diferente a la pasada. El año pasado estábamos más relajados. Este año podemos ir más lejos y lo vamos a intentar. No tenemos nada que perder y sí mucho que ganar. Vamos a ir a ganar.

En principio, el objetivo que se marcaron en pretemporada, que era estar en el ‘play-off’, ya está cumplido...

-Una vez que se cumple el objetivo, quieres más, y quisimos quedar cuartos. No dependíamos de nosotros, pero ganamos los últimos tres partidos con bonus, que no fue fácil. Contra el Gernika nos costó muchísimo. Y contra el Hernani, en un derbi, podía haber pasado cualquier cosa. Cumplimos con nuestra parte y no nos acompañaron los demás resultados, pero el equipo está bien de mente y físicamente entero, y eso nos da ganar de ir a por más.

En la liga, ganaron los dos partidos que jugaron frente al Independiente, los dos por la mínima, con una patada y casi en el último minutos...

-Las dos veces fue igual. Eso demuestra que no tenemos que cometer golpes de castigo, y ellos deben pensar lo mismo, porque los dos partidos se definieron por patadas. En los play-off se intenta más marcar puntos que jugar, y es importante no cometer golpes.

El club llevaba tres años sin clasificarse para el ‘play-off’.

-Se nota. La gente por la calle me dice que todos van a ir, están entusiasmados. Hay muchos jóvenes que están empezando a vivir esto. Algún día van a manda r ellos en el club, y tienen que estar acostumbrados y acordarse, si tienen la posibilidad de jugar otro play-off, de que son solo tres partidos y te pueden dar una alegría para toda la vida. Eso hay que marcárselo.

¿Y cómo ve esos tres partidos?

-No he pensado en los dos últimos. Sé que el partido contra el Santander va a ser durísimo. En la delantera tenemos que funcionar perfectamente, porque es donde ellos se hacen fuertes. Es un equipo muy parecido al nuestro, muy completo. Creo que hoy en día tendrían menos recambios que nosotros, pero serán solo 80 minutos.

¿Qué tipo de partido espera en Santander?

-Creo que las delanteras tendrán mucho protagonismo. Ellos son duros físicamente, el contacto va a ser duro. Cuando los tres cuartos puedan tendrán que hacer algo bueno, porque nosotros vamos a trabajar.

Si ganan al Independiente...

-Nos subimos en la moto de la locura. Después vendría una semifinal-final, porque si ganas ese partido, el otro también lo podemos ganar. Creo que podemos ganar a todos, tenemos que darnos cuenta. Nos falta un poco para ser más regulares. Este año, mirando para atrás, se hizo mucho.

El Ordizia ha progresado mucho esta temporada...

-Hay varios aspectos que nos han hecho mejorar. Uno es el físico, se nota mucho la diferencia. Los chicos se comprometieron más con el tema del gimnasio. Para jugar al rugby lo primero es el físico, después jugar bien y ser inteligente. El preparador físico, Josu Gómez, ha hecho un buen trabajo. Además, aparte de los entrenadores, en el equipo hay varias voces que ayudan a los jugadores más jóvenes, como Valentín Cruz, Julen Goia, Unai Lasa, Gerónimo Albertario... hay una mezcla de experiencia y de gente joven,que va a absorbiendo todo lo bueno.

Destaca la progresión de la gente de casa...

-Yo los veo muy bien. Son muy jóvenes, yo me siento viejo. La mayoría están muy enganchados. Cuando llegué a Ordizia venía al gimnasio por la tarde y no había nadie, y ahora llego y está lleno. Incluso a la mañana, el que puede viene. Antes ni siquiera se les ocurría ir. Tampoco hay nadie que llegue tarde. Es el compromiso, las ganas, la competencia para jugar de titular o en el primer equipo. También hay una buena onda en el grupo, el ambiente es muy bueno. Los entrenadores son muy flexibles. Tenemos normas de convivencia. Aparte de ser jugador, cada uno tiene su función. Por ejemplo, cuando jugamos fuera uno tiene que traer el agua, otro los plátanos, los conos, la pizarra... Y el que no lo hace, tiene una multa, de unos cinco euros, o sumamos puntos, y si cuando hay una semana libre tenemos tantos puntos tenemos que venir a entrenar. Creo que nadie se ha pasado. Son cosas para comprometer más a la gente.

Esas normas, ¿son idea de Aritz Garmendia y de Iñigo Marotias?

-De todo un poco. El año pasado entre los jugadores ya hicimos algo. El que llegaba tarde tenía que pagar una multa en un bote, sin que a nadie le duela el bolsillo, y se recaudó bastante; este año no tanto. Esta temporada, los entrenadores plantearon hacer la lista de puntos. Cuando los nombraron entrenadores pensé: “A ver qué pasa”. Fue pasando el tiempo y lo están haciendo perfecto. La planificación, por ejemplo, está muy clara, y todos sabemos las tareas que tenemos que hacer, es de un nivel profesional. Nos mandan una página con lo que tenemos que hacer, nos los explican antes de los entrenamientos, vemos vídeos...

En la segunda vuelta solo han perdido dos partidos, contra El Salvador y el VRAC. Contra estos últimos pudieron haber logrado la victoria con un golpe de castigo en el último minuto.

-Me acuerdo de que teníamos el viento a favor y le dije a Valentín “la metes”, y me dijo, “sí, la voy a meter”. La puntería fue perfecta, pero le faltó metro y medio. Antes del partido nos dijo el presidente, José Luis Castro: “Si ganamos, muy bien. Pero si los tenemos ahí y los hacemos sufrir, también muy bien. Mi sueño es volver y ganar aquí la final. Después, que me fulmine un rayo; ya me puedo morir”.

El VRAC es mucho equipo, y será el rival en semifinales del ganador del Independiente-Ordizia.

-Está ganándolo todo, hay que cortar eso. Estamos para cualquier cosa. Son tres partidos y creo que el Quesos nos tiene miedo. Creo que a los equipos no les gusta jugar contra nosotros, porque les metemos en problemas. Les cuesta mucho defenderse. Este año solo nos han ganado bien el Alcobendas, en la primera fecha, el VRAC en Altamira o la Santboiana allá.

¿Seguirá el año que viene en el Ordizia?

-Sí, sigo. El martes firmé por dos años más. Supongo que me retiraré acá. Pensaba jugar hasta los 35-36, según cómo esté.

¿Se ve ganando títulos aquí?

Ojalá. Tengo muchas ganas. Sé qué es muy difícil, pero se puede, y siempre hay que mirar hacia arriba.

A nivel personal, tiene otro frente abierto con la selección española. Todavía está por decidir si se repite el Bélgica-España, y si España puede ir directamente al Mundial de 2019 o si debe jugar la repesca. ¿Cómo está ahora el asunto?

-No sé qué puede pasar. Lo lógico sería que se jugara de nuevo... Si no nos suspenden a todos.

Vio los primeros minutos del partido de Bruselas en el banquillo.

-Desde el banquillo no me lo podía creer. El árbitro nos robó. Al entrar al campo pensé que había que puntuar sin que nos lo pudiera quitar, pero no podíamos ganar. Al terminar el partido pasaron un montón de cosas. Hubo muchas cosas raras. Estaba arregladísimo. Por ejemplo, poco antes de dar por acabado el partido el árbitro dijo que quedaban siete minutos. La semana ya fue difícil. Nos mandaron entrenar a un campo que estaba a una hora, que era como el del Gernika cuando está embarrado.

¿Aún confía en ir al Mundial?

-Tenemos que estar. No sé cómo, pero tenemos que llegar. Para muchos jugadores es su última posibilidad. Es el sueño que tuvimos, nos los robaron y si se hace justicia jugaremos de nuevo contra Bélgica, pero, si no, hay que seguir. Hay que conseguirlo sí o sí.

¿Qué supondría para usted ir al Campeonato del Mundo?

-Como dijo Castro, después ya me puede fulminar un rayo. Es un sueño. En la selección española hay gente de todos lados, es raro, pero hay muy buen ambiente. Nadie va por dinero, lo único que te pueden ofrecer es ir a una Copa del Mundo. Este año, un club me dijo que si renunciaba la selección me llamaba. Pero tengo la posibilidad de jugar un Mundial. No hay dinero que compre eso. Hay jugadores del Top 14 que no van a poder jugar una Copa del Mundo.

Jugando con España fue portada en ‘Marca’, que no suele dedicar muchas portadas al rugby...

-¡Uf! Me gustó, pero al principio no me pareció nada. Después me llamó todo el mundo y estaban todos como locos, y me di cuenta de que era muy importante. Tenía amigos que estaban más felices que yo. Fue bueno, porque aquel día el rugby fue protagonista. Es un buen recuerdo.