eibar - Cuando Jokin Etxabe llega a la cita con NOTICIAS DE GIPUZKOA, en el polígono eibarrés de Matsaria, el ordenador de a bordo de su bicicleta marca 25 minutos. Se trata del tiempo que ha tardado en alcanzar la villa armera desde Bergara, su localidad natal y donde reside. Tiene relativamente cerca de casa la ascensión en la que, el próximo sábado 7 de abril, se decidirá la Itzulia 2018. Pero reconoce que nunca ha transitado las empinadas y estrechas rampas que, por este travieso atajo, conducen a la carretera general que da acceso a Arrate. Dice saber, eso sí, que lo que le espera puede hacerse duro. Manos a la obra.
Ha llovido durante los últimos días, pero hoy brilla un sol insuficiente. Parte del camino sigue mojado. Etxabe alterna tramos sentado sobre el sillín con zonas en las que hace bailar su bicicleta. Deja curvas de herradura a sus espaldas con aparente sencillez. Acaba de concluir un período de carga de entrenamientos y no quiere pegarse ningún calentón. Finalmente, superado el bosque inicial y una segunda porción de la subida de menor vegetación, encara lo más sencillo: una rampa final menos dura, dos kilómetros de falso llano ascendente tras alcanzar el cruce con la carretera y un cómo descenso hasta el Santuario de Arrate. Es allí, en un enclave mítico del ciclismo vasco, donde pasa revista a las sensaciones experimentadas.
Lo primero a lo que alude es al estado húmedo del asfalto. “Cambiará la cosa en función del día que salga. En esta subida hay rampas en las que no queda más remedio que levantarte. Y si lo haces con la pista mojada te va a patinar la rueda de atrás”. Su segundo diagnóstico, relativo a la condición de última etapa que recibe este año la ascensión a Arrate, resulta igualmente interesante. “Subir esto en la jornada final hará mucho más daño. Y además afectará a la actitud de los corredores. La gente no se guardará tanto, y se la jugará a todo o nada. Después de llegar a meta no quedarán más etapas ni más oportunidades”.
pocos ataques Etxabe tiene más o menos claro cómo se desarrollará la última etapa de la Itzulia. “Habrá una escapada controlada, y los favoritos alcanzarán juntos esta subida final. En el tramo inicial las pendientes son muy duras y no se producirán demarrajes; bastante tendrá cada uno con ir a su ritmo. Al final, ya en la carretera, avanzas por un falso llano ascendente en el que se puede ir a rueda tranquilamente. Así que el único punto para atacar puede ser la zona previa al cruce, en la que sigues por la pista aún pero la rampa es menor”.
A la hora de vaticinar cómo pueden darse las cosas entre los gallos del pelotón, el corredor bergararra cita a los hermanos Izagirre como importantes candidatos en un contexto de mal tiempo y condiciones difíciles, “aunque con un día soleado también la pueden liar”. Y nombra a Mikel Landa y a Sergio Luis Henao para completar la nómina de candidatos al amarillo final.
Eibar-Arrate. 122 kilómetros. Sexta y última etapa de la Itzulia 2018, tras la contrarreloj de la antevíspera en Lodosa y el final de Eibar (con Endoia-Azurki) en la jornada previa.
Fecha. Sábado 7 de abril.
Itinerario horario (40 km/h)
14.26Eibar (SALIDA)
14.38Alto de Trabakua (3ª)
14.54Alto de Gontzaragaina (3ª)
15.05Bizkaiko Begiratokia (3ª)
15.25Alto de Muniketa (3ª)
16.01Alto de Elgeta (2ª)
16.08Ubera
16.22Soraluze
16.32Eibar (Sprint)
16.41Alto de Ixua (1ª)
16.54Etxeberria (Sprint)
17.03Alto de Urkaregi (3ª)
17.11Elgoibar
17.21Eibar (cruce Matsaria)
17.26Alto de Usartza (1ª)
17.29Arrate (META)
3,1
La subida a Usartza desde Matsaria consta de 3,1 kilómetros, terreno cuya pendiente media es de 12,7% (hay una rampa del 22% en su primer tramo). La medición no incluye el falso llano anterior al breve descenso hasta Arrate.
Los puertos de la jornada
ALTOKILÓMETROS P. MEDIA
Trabakua3,25,2%
Gontzarag.3,65,5%
Bizkaiko B.4,74,8%
Muniketa46,4%
Elgeta46,8%
Ixua4,78,8%
Urkaregi5,94%
Usartza3,112,7%
La llegada. En el Santuario de Arrate, justo en el punto habitual en el que se ubica la llegada.