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El GBC nunca desfallece 80-87

El equipo de Porfi Fisac, batallador hasta el final, está a punto de remontar una desventaja de 20 puntos, pero acaba cayendo frente al Gran Canaria en Illunbe

El GBC nunca desfallece 80-87

donostia - El Delteco GBC perdió frente al Gran Canaria, pero mantuvo su identidad y su orgullo intactos. En su regreso a la Liga ACB, el conjunto guipuzcoano ha creado un estilo propio, que le está llevando no solo a transitar sin agobios clasificatorios una vez consumido más de medio campeonato, sino a ser respetado por su forma de competir y de jugar. A su actitud de no desfallecer y ser siempre capaz de mantenerse en los partidos y dar la cara, le une un juego alegre, con ataques rápidos y buscando explotar la calidad individual de los jugadores. Así se empleó de nuevo ayer. Y no estuvo lejos de derrotar a otro rival a priori tan superior como es el Gran Canaria, pero acabó cayendo tras un mal inicio, un épico intento de remontada y un final en el que los visitantes mostraron un mayor temple para imponerse por 80-87.

Los 40 minutos de ayer dieron mucho de sí. Para un comienzo flojo, para un segundo cuarto de dominio canario, para un inicio de tercero fatal que supuso un 32-52 en contra, para una furibunda reacción guipuzcoana y para un reñido final en el que a los hombres de Fisac les costó calmar su ímpetu, lo que evitó que remataran la faena. No hubo tregua durante todo el partido e Illunbe volvió a disfrutar de una fantástica jornada de baloncesto. Si uno de los objetivos que se había marcado el GBC era enganchar a su afición -ayer 2.837 espectadores-, lo está consiguiendo con creces. De los diez partidos que ha jugado como local, el equipo de Fisac solo ha cedido claramente contra los dos grandes, Real Madrid y Barcelona, mientras que ha sido capaz de plantar cara a todos los demás: quien ha ganado en Illunbe, ha tenido que sufrir para hacerlo. Como el Gran Canaria -conjunto convertido en una sólida alternativa a los clubes de Euroliga- ayer.

A los dos equipos les costó entonarse, lo que se tradujo en un escaso 11-14 al término del primer cuarto. En esos diez minutos, el GBC había perdido hasta siete balones. Una pequeña racha de aciertos de Kenny Chery y Daniel Clark parecía romper esa dinámica, pero los guipuzcoanos seguían demasiado atascados y el Gran Canaria fue poco a poco haciéndose dueño del partido, cogiendo nueve puntos de ventaja (24-33) que al descanso se convirtieron en doce (30-42) ante un Delteco GBC errático en ataque, con un pobre 12/30 en tiros de campo y diez balones perdidos. Demasiadas concesiones ante un rival de la talla del isleño.

Estos problemas siguieron vigentes en la reanudación. En dos minutos, el Gran Canaria aprovechó un par de pérdidas del GBC para hacer un parcial de 0-7 que ponía el partido muy cuesta arriba: 30-49, que se convirtió en la máxima renta visitante, 32-52, poco después. El partido parecía estar prácticamente perdido, con un equipo visitante dominador y los de Fisac muy incómodos, sin encontrar su ritmo, aunque al menos lograron capear el temporal con un par de ataques en los que encontraron a Norel, autor de dos canastas seguidas que significaron el 40-54. Ya llovía un poco menos. El partido seguía muy cuesta arriba, pero el GBC iba encontrando poco a poco su sitio en la cancha.

empate a 70 El 51-65 al término del tercer cuarto obligaba a la heroica por parte del GBC. Y fue Chery, que venía de ser el MVP de la pasada jornada, quien se puso la capa y tiró de los suyos buscando un imposible. Con cuatro puntos lideró un parcial de 9-0 en el que participaron Pardina, con un triple, y Swing, con un contraataque, para poner el 60-65 en apenas dos minutos. El Gran Canaria reaccionó situando el 60-70, pero para entonces Chery estaba encendido y metió dos triples seguidos que pusieron el 68-70, acciones a las que dio continuidad con una canasta de dos que igualó el duelo: 70-70. A poco más de cuatro minutos para la conclusión, el Delteco GBC había remontado los 20 puntos de desventaja gracias a la inspiración del pequeño base canadiense, que volvió loca a la defensa canaria con su velocidad y acierto. Cuando está inspirado, resulta difícil pararlo.

El problema es que enfrente estaba Albert Oliver, que a sus 39 años sigue siendo uno de los grandes bases de la ACB. El catalán tiro de la experiencia que a él le sobra y que en ocasiones echa en falta el GBC, y de la debilidad de Chery atrás, para meter cinco de los siguientes siete puntos de su equipo y congelar los ánimos locales con un 70-77 a falta de tres minutos que obligaba a otra remontada. Pero ya no quedaban fuerzas ni lucidez para dar de nuevo la vuelta al marcador. El equipo de Fisac se precipitó en un par de ataques y, pese a dos canastas de Norel, que siempre aparece, y un triple lejanísimo de Clark, cometió errores imperdonables en un final que exigía precisión y se quedó con las ganas de dar otra campanada. La derrota no impide que el equipo guipuzcoano mantenga su renta sobre el descenso, aunque se ha quedado con las ganas de presentar su candidatura a la zona media-alta de la tabla. Nada grave, en cualquier caso, para un GBC que sigue emitiendo señales positivas y que este próximo domingo tendrá la oportunidad de resarcirse contra el Zaragoza, de nuevo en casa.