donostia - El Delteco GBC sigue de dulce. Tras acabar la primera vuelta liguera con tres victorias en cinco jornadas que le permitieron abrir brecha respecto a la zona de descenso, el equipo de Porfi Fisac abrió la segunda parte del campeonato a lo grande. Ganando. Sumando su octavo triunfo del curso y haciéndolo, además, en la cancha de un rival directo, el Betis, en esa lucha por la salvación que definitivamente se le está quedando pequeña. Porque lo de ayer fue un golpe en la mesa, más incluso, un fuerte puñetazo, de esos que hacen que los platos salten sobre el mantel. Pese a que aún quedan 16 jornadas, un mundo, el GBC ya vislumbra la permanencia. No en vano, aventaja en cuatro victorias más average a su víctima de ayer, el Betis, y en otras cuatro al Joventut, los dos equipos que a día de hoy se irían a la LEB. Solo una hecatombe difícil de imaginar ahora mismo le haría sufrir para seguir en la ACB a un equipo que está mostrando un elevado nivel de juego y una confianza a prueba de bombas. Tanto, que está a dos triunfos de la zona de play-off. Algo impensable para un equipo que antes de iniciar la temporada ofrecía dudas. Pero la cancha pone a cada uno en su sitio y el del GBC es una zona media ganada a pulso. A un triunfo se encuentra el Andorra, a dos el Gran Canaria, el Murcia y el Tenerife... Proyectos a priori muy superiores pero que están a tiro.

El conjunto guipuzcoano ganó al Betis pese a flaquear en defensa -encajó 88 puntos- y a ser inferior en el rebote -cogió 27, por 34 de su rival-, dos facetas que normalmente suelen llevar a la derrota. Pero, a cambio, el equipo de Fisac exhibió dos grandes virtudes: un enorme caudal ofensivo, llegando hasta los 94 puntos, y una destacable capacidad para sobreponerse a una situación difícil en el último cuarto, cuando perdía por siete puntos (78-71), momento en el que jugó con gran solvencia. En lo primero brillaron Daniel Clark y Kenny Chery, que hicieron un partido descomunal en ataque sumando 49 puntos entre ambos, 25 el ala-pívot y 24 el pequeño base. En lo segundo lucieron ese veterano de lujo llamado Fede Van Lacke y sobre todo Dani Pérez, uno de los jugadores que más está creciendo según avanza la temporada. Ayer metió catorce puntos y repartió seis asistencias, pero sobre todo manejó el ritmo del partido y fue superior a los bases rivales.

El encuentro fue un toma y daca constante desde el inicio, un intercambio de canastas en el que casi siempre se sintió más cómodo el Delteco GBC pese a que el Betis también tuvo momentos de inspiración y vio cerca la victoria en algún momento. Un 12-9 inicial, con un GBC algo errático, lo cortó Fisac con un tiempo muerto que despertó a los suyos, que a partir de ahí hicieron un contundente parcial de 7-23 para poner el 19-32, máxima renta del choque, en el minuto 13, con la aparición anotadora de Dani Pérez y Clark, que empezaba a desenfundar desde más allá de 6,75 en lo que fue una exhibición de lanzamiento. La renta se difuminó pronto porque enfrente también había un jugador inspirado, Luke Nelson -compatriota de Clark-, a quien el GBC no supo parar. Así, del citado 19-32 se pasó al 34-34 gracias también a otro factor: el trabajo defensivo de la torre local Golubovic sobre Henk Norel, al que dejó prácticamente inédito.

Pero ni siquiera eso notó el Delteco GBC. Que tu estrella pase casi desapercibida y ser capaz pese a ello de sacar adelante un choque tan importante como el de ayer, además a domicilio, es una evidente muestra del extraordinario estado de salud de un equipo. Es el caso de este Delteco GBC, que siguió a lo suyo en un tercer cuarto que se convirtió en un bonito intercambio de canastas, con aciertos en ataque y despistes atrás, y que acabó con una ventaja mínima para el Betis (71-70).

siete abajo y reacción En el inicio del último cuarto vivió el equipo de Fisac sus peores momentos, que se tradujeron en unos ataques un tanto desordenados y la máxima desventaja del día: 78-71 a siete minutos de la conclusión. Pero no se suele venir abajo este GBC, que si hace un par de semanas, en Santiago de Compostela, fue capaz de dar la vuelta a un 46-31 en contra ante el Obradoiro, ayer no iba a ser menos. No entró en pánico, apretó en defensa y con dos triples de Dani Pérez y Clark y dos tiros libres de Chery igualó a 79, dinámica positiva que continuó con otra acción de Chery -absolutamente imparable en sus penetraciones e impecable desde la línea de personal (13/13 en tiros libres)-, una nueva canasta de Pérez y otros dos puntos de Clark para poner el 81-85 a tres minutos de la conclusión del duelo. El parcial era de 3-14 para un equipo que durante la primera parte de la temporada temblaba en los finales apretados y que ahora los saca adelante con solvencia, otro síntoma de la madurez, tanto individual como colectiva, que ha adquirido en todos los aspectos del juego.

Un par de despistes en defensa provocaron el empate a 85 tras un triple de Mikel Uriz y un tiro libre de Golubovic, pero dos tiros libres de Chery, al que los locales solo podían parar a base de faltas, pusieron el 85-87. En el siguiente ataque Uriz perdió el balón y luego Norel aprovechó uno de los escasos balones que le llegaron para poner el 85-89. En uno de sus partidos más grises del curso, el pívot holandés fue pese a todo capaz de meter una canasta decisiva. El Betis solo pudo anotar un tiro libre después y la sentencia llegó de la mano del inspiradísimo Clark, que metió su quinto triple del día para irse hasta los 25 puntos y situar un 86-92 ya decisivo a 21 segundos de la conclusión.

El equipo sevillano anotó pero luego Chery metió otros dos tiros libres para redondear un partidazo y poner el broche tanto a su actuación personal (24 tantos) como a un triunfo de muchísimo valor para el Delteco GBC, que no solo no da muestras de flaqueza sino que crece con el paso de las jornadas, hasta el punto de que tiene la permanencia ya encarrilada y va a por más. La segunda parte de la temporada promete.