no fue en el plateau de una montaña sino en un plató de televisión. Edurne Pasaban y Juanito Oiarzabal, distanciados desde hace casi siete años, se reconciliaron en público el pasado domingo en el programa Chester, de Cuatro, que presenta Risto Mejide. Un abrazo entre ambos selló el fin de las diferencias que han mantenido desde mayo de 2011, cuando el montañero sufrió un colapso tras coronar el Lhotse (8.516 metros) y fue rescatado con la ayuda, entre otros, del equipo de Pasaban, que trataba al mismo tiempo de hollar la cercana cumbre del Everest (8.848 metros).

Las imágenes del rescate del vitoriano enchufado a una botella de oxígeno y remolcado en la espalda de un porteador, unido a que la montañera tolosarra renunció a hacer cumbre en el techo del mundo, provocaron que Oiarzabal montara en cólera. A la vuelta de la expedición, en una conferencia de prensa, el gasteiztarra cargó con dureza contra Pasaban, a la que acusó de “mentir”, usar la operación de rescate para “tapar su fracaso” en el Everest y de haberle ayudado solo en la última hora del angustioso descenso del Lhotse, que duró casi dos días e implicó la participación de cerca de 50 personas. “Se le ha ido la olla”, dijo Oiarzabal sobre Pasaban.

El domingo, casi siete años después, la alpinista confesó que lo que más le molestó fue que en aquella rueda de prensa Oiarzabal le llamara “princesa del pueblo”.

Pero como si de un reality se tratara, la herida que se abrió en el Himalaya cicatrizó en los estudios de Chester. Tras varias preguntas sobre aquel polémico rescate, Risto Mejide explicó a Pasaban que Oiarzabal estaba en el estudio y le correspondía a ella decidir si el gasteiztarra intervenía o no. “Hemos invitado a Juanito Oiarzabal, pero tú tienes el poder de decidir que pase. ¿Quieres que lo haga?”, le preguntó el presentador. Con lágrimas en los ojos y mientras comentaba que en siete años solo había coincidido dos veces con Oiarzabal -“Un hola y un adiós”-, la tolosarra dio su consentimiento. Apareció entonces el vitoriano en una especie de pedestal y se sinceró: “Han pasado siete años de nuestra discusión y ya es hora de que nos demos una oportunidad. Las formas mías no fueron las mejores y Edurne para mí ha sido como una hija”. “Te quiero mucho Edurne”, dijo Juanito, ante lo que Pasaban, visiblemente emocionada, replicó: “Tengo muchas ganas de ir al monte con Juanito”. El cruce de palabras cariñosas culminó con un abrazo entre ambos en el centro del plató.

antidepresivos La reconciliación entre los dos ochomilistas fue el momento cumbre de una entrevista en la que Pasaban también comentó los problemas de depresión que sufrió en 2006 y que le llevaron a intentar quitarse la vida en dos ocasiones. Además, señaló que tomaba antidepresivos en sus expediciones al Himalaya y el Karakorum.