Premio a la Agonía
Asier agirre se lleva la txapela del cuatro y medio de Segunda en el Labrit ante el tolosarra Jon Ander Peña, tras voltear un 0-6 inicial
Duración: 53:18 minutos de juego.
Saques: 5 de Agirre (tantos 2, 6, 7, 14 y 17) y 6 de Peña II (tantos 1, 3, 6, 11, 14 y 18).
Faltas de saque: 1 de Agirre y 1 de Peña II.
Pelotazos: 235 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 9 de Agirre y 10 de Peña II.
Errores: 3 de Agirre y 7 de Peña II.
Marcador: 0-1, 1-6, 6-6, 7-7, 8-7, 8-8, 9-8, 11-9, 12-9, 14-10, 14-14, 15-14, 17-15, 18-15, 18-16, 18-18, 19-18, 19-19, 20-19, 21-20 y 22-20.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Alberto Beloki (con Asier Agirre) y José Luis Peña (con su hijo Jon Ander).
Apuestas: Se cantaron posturas de salida de doble a sencillo a favor de Agirre.
Incidencias: Final del Cuatro y Medio de Promoción de la LEP.M disputado en el frontón Labrit de Iruñea. Buena entrada. En el primer partido, Bakaikoa-Iturriaga ganaron a P. Etxeberria-Tolosa (22-7). En el tercero, Jaka-Zabaleta vencieron a Artola-Imaz (22-16).
donostia - A Asier Agirre le atenazaron la carrera en la pelota a mano profesional las lesiones. Fue una huida a contrarreloj contra sí mismo. Días de mirar el reloj. Días de esperar que pasaran lo más rápido posible. Tic tac. Así es el tiempo, como un chicle, se estira, se deforma: hay horas que parecen segundos; hay días que parecen años. En dos temporadas en Asegarce, al delantero de Arrotxapea, un dechado de virtudes, la fragilidad se le tornó una tortura permanente. Estuvo parado por el dedo. Después fue un hueso de la muñeca. Por último, seis meses por un tendón del dorsal. Un potro de tortura. Recordaba los días de soledad antes de la final del Cuatro y Medio de Segunda. Y evocó ayer a los que estaban a su lado entonces. “La familia, los amigos...”, desgranó. Lo hacía después de haberse coronado en el acotado. Fue el fin de la tortura.
La sonrisa de Asier sobre el tapete iruindarra, en contraste con la decepción del tolosarra Jon Ander Peña -tuvo las de cal y las de arena, pero demuestra en cada partido inspiración en el ADN-, alumbró la conciencia de haberse labrado un hueco entre los mejores el curso que viene. Sin embargo, el de Arrotxapea no quiso subirse al Delorean para adelantarse a los acontecimientos. Lo que tenga que llegar? Algo menos de doce meses quedan para su desembarco en Primera. Lo primero, disfrutar después de una tarde de agonía.
Agonía por haber comenzado por detrás en el luminoso con una brecha inmensa. El 0-6 inicial anunció al tolosarra lanzado, pero quedó en amago en un abrir y cerrar de ojos. También fue dura la cita por la tensión palpitante y los continuos problemas con el resto en ambos bandos. Agirre sumó cinco tantos con el primer disparo y el tolosarra, seis. De hecho, uno de los mejores restos del partido llegó con el iruindarra apurado a pesar de tener a favor un 21-20 latiendo en el luminoso. Agachó el lomo para meter la zurda y salvar el 21 iguales para, después, terminar con buen dos paredes. El sello de Agirre.
En un envite con parones por el daño del primer disparo, la entereza de Asier ante el viento en contra y las continuas andanadas de su contrincante fueron las que le dieron el triunfo. El navarro estuvo más sobrio y tiró menos pelota. La cuestión fue que Peña acabó más tantos, pero también cometió más errores. La vida al límite. Quizás menos experimental, Agirre pudo sostener su propuesta con mayor solvencia a la hora de encarar los momentos delicados. Al final, al azul, entre los ocho fallos que cometió -una falta de saque incluida- y los cinco saques que encajó, la contienda le quedó cuesta arriba.
Y eso que comenzó de cara. Agirre tuvo serios problemas para entrar en calor. Se llevó un golpe en el mascarón de proa. 0-6 para empezar a negociar la txapela. Peña II entró como un Miura. Estuvo mandón y resolutivo. Buena pinta. Cruzó bien el primer disparo y remató bien. Sin embargo, con olor a sangre en el Labrit, no supo controlar el juego. El choque perdió la brújula y favoreció a Asier. Un fallo del tolosarra abrió su escalada.
Agirre empató a seis y se lanzó a por el triunfo. El partido se dilucidó a partir de ese instante con Peña sufriendo el azote en el luminoso. Pero sin perder pie. Estuvo 14-9. Empató. Y se repitió la cuestión con el 18-15. Se igualaron en el 18 y el 19. La entereza impulsó a Asier hasta el 21-19. Un gran gancho de Jon Ander puso pimienta. El saque parecía el coco. El mejor resto de Agirre le rescató. Valió el título.