Mikel Urrutikoetxea y Álvaro Untoria se clasificaron ayer para la final del Masters Codere de pelota que se dilucidará mañana en el Labrit de Iruñea. El delantero de Zaratamo y el guardaespaldas de Nájera se impusieron en el mismo escenario, en la primera eliminatoria previa, a Iker Irribarria y Mikel Larunbe. El vizcaino y el riojano se escaparon a mitad de duelo, con una tacada de diez tantos que bien valió el triunfo final.
Dejó atrás las dudas de la semana Urrutikoetxea. Septiembre no ha sido fácil para el pelotari de Bizkaia. Un golpe en el dedo corazón de la mano derecha en el Desafío del Vino del Donostia Hiria, en el que se programó un encuentro especial entre delanteros -Bengoetxea VI-Mikel contra Altuna III-Irribarria-, está complicando la vida al puntillero, quien, aun así, fue capaz de sacar adelante aquella cita y deslumbrar en los Sanantolines de Lekeitio. En el Santi Brouard, junto a Mikel Larunbe, se llevó el título de la feria después de remar contracorriente en un escenario de trabajo continuo. Ya entonces, en las pruebas médicas, los galenos habían determinado que tenía una fisura. Se torció la cosa con la llegada de San Mateo, en la que volvió a ser alineado como zaguero. Su unión con Irribarria terminó de imprevisto, por otro golpe y llegó la suspensión de la segunda parte de la liguilla de semifinales. La incertidumbre duró hasta el martes, cuando Urrutikoetxea tomó la decisión de jugar después de haber acumulado ciertas dudas en la elección de material previa a la semifinal de ayer. La decisión fue acertada a tenor de lo expuesto sobre el tapete del Labrit.
Y es que, el zaratamoztarra fue considerado el mejor del partido. Maestro en tierra de maestros. En una cita gélida, a la que acompañó poco público, el vizcaino, con el dedo protegido para evitar males mayores, estuvo incisivo y fue el más determinante. De sus manos nació la reacción para imponer su ley. Una explosión en diez tantos puso el viraje necesario al choque, que se fue colorado después de un inicio igualado. Nunca cambió de color. Quizás hubo cierta emoción en los primeros compases, pero eso quedó abortado por Urrutikoetxea y un seguro Untoria, superior a Larunbe, errático. La velocidad de crucero hizo todo lo demás. No hubo tiempo para experimentos. Los colorados se lanzaron al choque. El vizcaino afinó el remate y no hubo vaivenes.
Ya empezó la cita desnivelada del lado ganador. Los yerros del zaguero de Galdakao impulsaron a los de Asegarce. Irribarria y Larunbe encajaron un 5-1 inicial que les obligó a pelear con el viento de cara. Un problema. Un gran pelotazo del guardaespaldas vizcaino cambió de tercio y el aramarra animó la contienda. Empataron a cinco y un cortadón puso la única distancia azul. 5-6.
Una escapada de Untoria volvió a dar un pulso al marcador. Pero Urrutikoetxea, de un arreón, sin anestesia, se lo quitó. Directos al 15-6, los colorados tomaron las riendas y no las volvieron a soltar. Fueron superiores.