La victoria de la consistencia

Algunas de esas pancartas hacían hincapié en que esta ha sido la cuarta vez que las rosas se han coronado como campeonas de la Euskotren. Algo que nadie más ha conseguido y que evidencia la progresión que ha tenido el equipo femenino de San Juan: “En los primeros años nos costaba completar el bote y ahora tenemos un bloque consolidado”. En los últimos años las batelerak han logrado mantener el bloque, lo que es garantía de éxito en el remo femenino, más cambiante que el masculino.

El club pasaitarra ha logrado hacerse con su cuarto entorchado tras obtener siete de las ocho banderas disputadas. Un hecho que ha evidenciado el buen trabajo de preparación: “Ha sido un invierno diferente; duro, pero llevadero. Los ciclos de carga y descarga apenas se han diferenciado, y nos ha salido bien”, afirma Iñarra. Tanto, que parece no haberse notado el cambio de dirección. Maialen Arrazola ha conseguido hacerse con el título en su primer año como entrenadora dando continuidad al trabajo de su antecesor, Juan Mari Etxabe.

El ahora técnico de la Erreka también tiene parte del éxito. En palabras de Iñarra, tanto Etxabe como Anartz Gereño han estado al tanto de las evoluciones del equipo femenino y han puesto su pizca de arena ofreciendo ayuda en aspectos técnicos. Esa unidad de acción ha dotado de consistencia a las rosas, pero Iñarra cree que “todavía no hemos alcanzado la madurez plena. Cada año es diferente y siempre quedan cosas por aprender”.

Este año, las sanjuandarras han sido muy regulares en la máxima competición, mostrando su mejor cara en mar abierto. Ha sido ahí donde las diferencias han sido más grandes. Según Iñarra, “ha habido regatas de infarto en ría, pero en mar ha sido diferente. A pesar de que existen diversos factores, creo que hemos acertado más que las otras traineras”.

próximo objetivo, la concha La corona de la liga Euskotren no es el único título obtenido por las batelerak en lo que va de curso. Además del Campeonato de Gipuzkoa, el club que dirige Xabier Arraras también se ha hecho con la liga guipuzcoana, un cetro que la temporada pasada fue para Hibaika. “Todos los equipos comenzamos con los objetivos marcados, y al no conseguirlo el año pasado, sí que lo teníamos en mente”, reconoce. A falta de una regata, en la competición federativa también se han mostrado superiores a sus rivales, y como en la Euskotren, han ganado todas las banderas menos una.

Lo sucedido hasta ahora hace que San Juan divise la Bandera de La Concha con optimismo, pero consciente de que habrá que sudar para repetir el éxito. Por ello, están preparándose a fondo en las últimas semanas: “Podríamos decir que estamos haciendo un pequeño invierno de cara a septiembre, con la intención de subir un escalón para entonces”.

Con la llegada del mes definitivo, la frescura será otro factor clave de cara a la olimpiada del remo. En ese aspecto, el hecho de contar con una amplia plantilla puede ser un punto a favor de las pasaitarras: “Hemos rotado más en la liga guipuzcoana que en la Euskotren, pero es cierto que hemos hecho bastantes cambios”. Aún así, la remera de estribor extrae una conclusión positiva de ello; ya que opina que “sin importar quién remase, el bote siempre ha mostrado un buen nivel”.

Las rosas quieren mantener ese nivel para volver a conquistar la Bandera de la Concha. Fruto de la consistencia pasaitarra, las rosas ya han conseguido el doblete de Euskotren y La Concha las tres últimas temporadas. Con el triunfo del pasado domingo, las batelerak han puesto la primera piedra para hacerlo por cuarta vez; el tiempo dirá si Iñarra y sus compañeras son capaces de encadenar otro doblete que sería histórico.