londres - El Chelsea recogió ayer el testigo del Leicester City y, después de imponerse con sufrimiento al West Bromwich Albion en el estadio de The Hawthorns por la mínima (0-1), se coronó como el nuevo campeón de la Premier League.
El delantero belga Michy Batshuayi, llegado el pasado verano procedente del Olympique de Marsella y sin oportunidades durante la campaña -ningún partido como titular y 109 minutos jugados- se erigió en el héroe de los londinenses al anotar, a falta de ocho minutos para el final, el tanto que dio a los blues su quinto título de liga.
En el minuto 82, Batshuayi, que había ingresado poco antes en lugar de Pedro Rodríguez, empujó desde el área pequeña un pase desde la derecha de César Azpilicueta tras una serie de rechazos para desatar la locura en las gradas de The Hawthorns, donde algunos aficionados visitantes habían pagado en la reventa hasta 1.800 libras por una entrada.
Después de la goleada del pasado lunes sobre el Middlesbrough (3-0), los hombres de Antonio Conte sabían que tres puntos más les garantizarían el título. Y para ello, el técnico italiano decidió no tocar el once con el que ganó al Boro.
Cesc Fàbregas, tras su exhibición del lunes, mantuvo su puesto en centro del campo dentro del característico 3-4-3 de los blues, acompañando a Nemanja Matic, mientras que el ya recuperado N’Golo Kanté, que se perdió el duelo con el Middlesbrough, tuvo que esperar su oportunidad en el banquillo.
Así, el partido transcurrió hasta que en el minuto 82, cuando más sufría el Chelsea después de desaprovechar varias ocasiones, Batshuayi marcó el gol de un triunfo que significó el título liguero a falta de dos jornadas para la conclusión de la Premier. - Efe/N.G.