Un arcoiris con label vasco
clásicas 2017 patxi vila dirige los entrenamientos de peter sagan, cuya planificación de temporada expone en los inicios de la campaña del adoquín
donostia - Patxi Vila (Bera de Bidasoa, 1975) pasa unos días en Hondarribia, donde reside su familia y se supone que él también. Sin embargo, metido de lleno en la vorágine del mundo ciclista, como integrante de peso del staff técnico del Bora Hansgrohe, el exciclista pasa semanas y semanas lejos de su domicilio. En enero estuvo en Australia, medio febrero lo ha pasado en Sierra Nevada, y ahora, aunque físicamente se encuentra en Gipuzkoa, vive muy pendiente de lo que sucede en tierras belgas. Allí arrancó ayer la temporada de clásicas para uno de sus pupilos más destacados, Peter Sagan, el principal responsable de que el navarro haya recalado en el cuadro alemás. Vila explica a NOTICIAS DE GIPUZKOA los pormenores de la campaña que afronta el eslovaco, bicampeón del mundo.
el origen La carrera ciclista de Patxi Vila terminó en 2012. “Tras el adiós, trabajé dos años en Specialized, donde pude entender un poco por dónde viene este deporte, por dónde pueden venir posibles mejoras en el rendimiento del corredor”. La experiencia le sirvió para incorporarse en 2015 al entonces equipo de Sagan, el Tinkoff. “En la temporada de clásicas no le fue del todo bien, y me propusieron que me ocupara de sus entrenamientos. Empezamos a trabajar con tranquilidad, pensando en el largo plazo, principalmente en el Mundial de Richmond. Fueron meses en los que, más que a entrenarle, me dediqué a aprender y a escucharle. Estas relaciones requieren de casi medio año de adaptación, y además no me gusta cambiarlo todo porque sí. Las cosas que se han hecho bien no se tocan. Y para saber cuáles son hay que tomarse un tiempo”.
un 2016 brillante “La temporada pasada sí. Fue una campaña que trabajamos juntos desde el inicio, y en la que sí pude meter más mano. Hasta entonces, me dediqué a ver por dónde podía hacerlo”, reflexiona Vila sobre un año mágico para su pupilo, un Sagan que es tal y como se muestra. “Él es así. Lo que se ve es lo que es. Se trata de una persona difícil de gestionar, sobre todo porque se muestra muy exigente a la hora de esperar de ti respuestas de peso y razonadas. Cuando cambias algo en su preparación, tiene que haber razones potentes que expliquen esa variación”, relata el beratarra sobre el eslovaco, que hace honor a su imagen de excéntrico pero que es, ante todo, “un buen profesional”. Debió terminar satisfecho con la labor de Vila, tras un 2016 brillante que incluyó la victoria en Flandes, el maillot verde del Tour o el Mundial de Doha entre otros muchos éxitos. Así que se lo ha llevado con él al Bora Hansgrohe.
cambio de aires “Peter fue el primero en llegar al Bora. Y luego lo hemos hecho todos los demás”, relata un modesto Vila, quien prefiere no manifestar abiertamente lo que es un secreto a voces: el campeón del mundo es quien le quiere a su lado a toda costa. “El equipo se ha gastado mucho dinero en ficharle. Y por un poco de dinero más se aseguran también que mantenga el know how, esa forma de hacer las cosas que le fue bien el año pasado”. Patxi firmó por dos años en un principio, pero hace poco pactó un tercero adicional. Termina contrato en 2019, como el propio Sagan. “Hablamos de un proyecto con sede en Alemania, donde quizás se muestran más cautos a la hora de dar pasos adelante, pero donde esos pasos, si se dan, se dan bien”. Vila se muestra satisfecho de cómo marchan las cosas tras su aterrizaje en un equipo emergente. “El año pasado trabajaban en la escuadra 38 personas. Ahora lo hacen 80. Estoy contento porque nos están dando vía libre para aplicar una visión más innovadora del ciclismo. En pocos sitios te permitirían tener a Sagan parado durante todo febrero, con la cantidad de carreras que hay en el calendario”.
en sierra nevada El navarro acaba de regresar de la concentración en altura que Peter Sagan ha llevado a cabo en Sierra Nevada junto a otros compañeros. En el trasfondo de la misma ha estado la aplicación al entrenamiento de los ciclistas cuya preparación gestiona Vila (un total de nueve, entre ellos Rafal Majka y el velocista Jay McCarthy) una visión más global de este deporte, con nuevos conceptos de acondicionamiento. “Se fían de lo que planteo y eso es satisfactorio. Son cosas nuevas, como la mayor presencia del trabajo de fuerza en el gimnasio, una división distinta de las cargas de trabajo, variaciones en el concepto de cuánto competir y cuánto descansar...”. Hecho el trabajo, ahora llega la hora de la verdad para Sagan, las clásicas del norte. “Quizás se trate del objetivo más importante de la temporada, porque el resultado puede tener mucha influencia en el resto de la campaña. Si el año pasado no llegamos a ganar en Flandes, se habría dicho que Peter seguía siendo un segundón, porque tuvo algunas segundas plazas también”.
cinco objetivos claros La temporada de clásicas de Sagan se prolonga por espacio de cerca de mes y medio, desde la Omloop Het Nieuwsblad (antigua Het Volk) disputada ayer hasta la París-Roubaix del próximo 9 de abril. Durante este período, Sagan cuenta con cinco objetivos claros que Patxi Vila enumera. “La Omloop, la Gante-Wegelvem, la Milán-San Remo, el Tour de Flandes y la París-Roubaix”. Por relevancia y características del trazado, quizás sea la de Flandes la fecha más importante del ciclo para el campeón del mundo. Y es que las dos primeras citas tienen menos caché, mientras que San Remo y Roubaix son plazas complicadas. “En Italia están ganando ciclistas de un perfil más veloz que el de Peter, esprinters puros. La velocidad del ciclismo actual está restando trascendencia a las subidas a la Cipresa y al Poggio. Es difícil marcharse solo, y si lo haces llegarás abajo con ocho segundos como mucho”. Roubaix, mientras, es otro mundo. “Se trata de una prueba en la que influye mucho el factor suerte. Pero es que, además, a nivel físico quizás depare el día más exigente de la temporada para un ciclista. Para ganar allí tienes que tener la carrera muy mascada. Hace falta mucha experiencia para dominar esa prueba”, señala Vila, quien agrega que descartar para Sagan el trípico de las Ardenas es una cuestión más de calendario que de potencial. “Peter puede competir las tres, sobre todo la Amstel. Igual el final de la Flecha Valona es demasiado explosivo para él... Pero si no vamos es, sobre todo, porque desde ahora hasta Roubaix el ciclista pasa más de un mes en Bélgica. Se hace largo y duro. Y luego hay más objetivos en la temporada”.
el calendario Sagan repite en 2017 el calendario de 2016, al menos hasta el Tour. Después de la París-Roubaix, descansará para volver a la carga desde mayo, con California, Suiza y la ronda gala en el horizonte. “Si se viste con el maillot verde en los Campos Elíseos, será el primer ciclista de la historia en conseguirlo seis veces”, explica Vila sobre una meta importante en la Grande Boucle, cuya clasificación general disputará con el Bora el polaco Rafal Majka. “Vamos a poder compaginar ambos objetivos sin problemas. Rafal y Peter se llevan muy bien. Y si el propio Peter tiene que echar una mano, no va a dudar un instante a la hora de hacerlo”. Aquí surge una pregunta importante que quien más quien menos se hace en el mundo del ciclismo. ¿Ya va a tener Sagan un equipo de garantías para ayudarle a conseguir victorias? “Ahora en las clásicas su núcleo duro lo van a componer Bodnar, que le conoce muy bien de la etapa de ambos en el Tinkoff; Burghardt, al que hemos fichado del BMC; y Saramontis, que ha llegado del IAM. Creo que son ciclistas de muchas garantías. Pero hay que reconocer también que los bloques del BMC y del Etixx son los más fuertes, y que a nosotros como equipo nos va a tocar defendernos”.
la aventura olímpica Después del Tour, Sagan se centrará en el Mundial que se disputa en Bergen (Noruega) en septiembre, una cita que quizás prepare en la Vuelta a España. Lo que está claro es que en agosto no afrontará objetivos importantes, algo que sí sucedió en 2016. Al eslovaco se le metió entre ceja y ceja competir en la prueba de mountain bike de los Juegos de Río de Janeiro. “Es su deporte de cuna. En enero de 2016, después de la Vuelta a San Luis, en Argentina, fuimos a Brasil a ver el circuito de la prueba olímpica en ruta, y decidimos renunciar. Sí, luego ganó Van Avermaet, pero porque hizo un carrerón. Puede resultar hasta engañoso, porque el trazado tenía más de 4.500 metros de desnivel positivo. Vista la carrera, sí que pienso que el desenlace pudo ser diferente con Peter disputándola. Su sola presencia cambia la forma de competir de los demás. Si hubiese conseguido meterse en la pelea final, creo que Majka habría ganado el oro. Nadie habría salido a por él cuando atacó en el tramo final. Y si alguien se llega a atrever, habría tenido a Peter detrás, con lo cual habría terminado parando”. Con la bicicleta de montaña, dos inoportunos pinchazos apartaron a Sagan de la lucha por las medallas. “Nunca se sabe qué habría ocurrido sin estos contratiempos. Pero sí puedo asegurar que, desde el punto de vista físico, llegó a los Juegos en un magnífico estado de forma. Estaba muy bien”.
a por el tercer arcoiris La temporada de Peter Sagan concluirá en el Mundial de Bergen, donde intentará alcanzar su tercer maillot arcoiris consecutivo. “Iremos a inspeccionar el recorrido. Pero, por lo que sabemos, parece más que propicio. Se ajusta mucho más a las características de Peter que los de Richmond y Doha. Pero luego hay que correr, claro”. El circuito tiene una tachuela de un kilómetro y medio a diez de meta. Y una llegada en ligera ascensión. “A por ello iremos. La temporada puede parecer larga, teniendo en cuenta que arrancamos ahora y terminamos en septiembre. Pero el año pasado quedó demostrado que, seleccionando los objetivos, todos se pueden afrontar con garantías”.