Lekeitio - Osertz Alday (Hondarribia, 1976) decidió dar un giro a su carrera y abandonar su hábitat de siempre para enfrascarse en un nuevo reto. Diferente a todo lo demás. Remar y estar en forma ya no es su única preocupación, ahora debe gestionar un grupo y tratar de enseñarles todo lo aprendido en su extensa carrera como bogador. El hondarribiarra se convirtió en el entrenador de Isuntza y cumplió así una pequeña deuda personal surgida hace dos décadas. En el corazón de Alday, el verde de Onyarbi domina claramente; aun así, Lekeitio siempre tendrá un hueco especial. Allí fue a remar con solo 18 años, sin conocer a nadie y con la intención de ayudar en unas pocas regatas. La experiencia fue tan satisfactoria que repitió y ahora ha vuelto a ese club de la otra punta de Euskadi para poder devolverle algo de lo mucho que recibió en aquella época.
La experiencia vivida por el entrenador hondarribiarra fue clave a la hora de decidirse por aceptar la oferta de Isuntza. “No puedo remar en cualquier club, tengo que sentir algo. La aceptación que tuvimos aquí fue muy buena. Nos sentimos como en casa, nos cuidaron muy bien y el trato fue estupendo. Cuando me ofertaron la posibilidad de ayudarles, sentí que tenía mi oportunidad para devolverles algo y aportar a un club que me había aportado a mí anteriormente. Es un vínculo muy bonito”, cuenta. El sentimiento es clave para Alday. Remar por remar es algo imposible para él. Mientras, por otra parte, entrenar era un reto personal suyo y para cambiar su comodidad de Hondarribia, donde era clave en el buen hacer de la Ama Guadalupekoa, por algo completamente nuevo necesitaba unas circunstancias especiales. En Lekeitio encontró la solución: “Estoy disfrutando mucho. Entrenar en Isuntza es distinto a otros clubes, porque tienes el apoyo de todo el mundo, también del anterior entrenador, Josu Aboitiz, que ha sido de gran ayuda. Además, la filosofía es similar a la que había en Hondarribia, con gente muy involucrada, y eso me ha hecho sentirme en un ambiente familiar”.
Esta buena sintonía se ha trasmitido al bote. La embarcación de la Lekittarra anda y parece ir a más, aunque eso no es suficiente dentro de una competición tan igualada como la ARC-1. “Por un lado estamos contentos porque estamos disfrutando y haciendo bien las cosas. Lo único, que está siendo una liga muy disputada y si un día no haces muy bien tu trabajo, la penalización es muy grande”, explica Alday. Pero este esfuerzo ha tenido premio fuera de las regatas ligueras, Isuntza logró acabar cuarto en Bizkaia y consiguió el pase para el Campeonato de Euskadi de hoy, que se celebrará a partir de las 18.00 horas en aguas de Lekeitio. “Para el pueblo es algo importante, al tener la regata en casa. Aunque por otro lado, va a ser difícil. Tenemos tres regatas en tres días y tendremos que trabajar para llegar en condiciones”, detalla el hondarribiarra, que tiene claro que el objetivo es “el fin de semana completo” y tratar de que “todos remen y acabar con buenas sensaciones”.
En el Campeonato de Euskadi, Alday coincidirá con Hondarribia. Remarán en diferentes tandas y no podrá medirse con los que fueron sus compañeros durante tantos años: “Sería una gozada remar con ellos e incluso ganarles, pero eso será en otro momento”. En el agua, la Ama Guadalupekoa será una rival más, pero el entrenador de Isuntza no oculta que su amor por Hondarribia todavía es muy fuerte. “No me dan envidia y disfruto viéndoles desde fuera. Poder dejar mi club en esa situación es muy bonito y entre semana sigo coincidiendo con ellos, por lo que ver que están ganando me hace sentir muy bien”, reconoce. Hondarribia y Alday. Dos caminos unidos durante muchos años y que ahora se han separado. La tripulación hondarribitarra sigue igual, amasando banderas, mientras el nuevo entrenador pretende ayudar en la vuelta a la elite de ese club que tan bien le acogió hace dos décadas.