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Un pelotari “adelantado a su edad”

MANO | Iker Irribarria, formado en los clubes Txapagain de ordizia y Zazpi Iturri de amezketa, ya apuntaba maneras desde muy pequeño: “con los de su edad, abusaba”

Un pelotari “adelantado a su edad”

donostia - Su irrupción en el campo profesional ha resultado espectacular. Es la sensación de la pelota a mano y el jugador llamado a dominar esta modalidad durante unos cuantos años. Apenas han transcurrido catorce meses desde su debut hasta el domingo pasado, día en el que se caló la txapela de campeón del Manomanista, la cima para cualquier pelotari y que Iker Irribarria (Arama, 4 de julio de 1996) ha alcanzado con 19 años. Quizás un poco antes de lo esperado, pero sin duda una meta que todos los que lo conocen sabían que alcanzaría. El zurdo guipuzcoano apuntaba maneras desde que era un crío.

Irribarria empezó a dar sus primeros pelotazos con siete años. Lo hizo en la escuela Txapagain, situada en Ordizia. “Entró siendo un chavalillo, en 2003, y estuvo aquí hasta 2011”, cuenta Yon García, actual presidente de la escuela y que en aquellos años era directivo. “Estuvo con varios monitores o entrenadores de aquí: Yosu Ayerbe, Pedro Aranburu y Marcial Garmendia, como todos los chavales. Son gente clave en el desarrollo de Iker, han metido muchas horas juntos, siempre de forma desinteresada y en un segundo plano”, destaca García.

Irribarria empezó a brillar enseguida en diversos torneos. “Ya en categoría benjamín ganó en Burlada (haciendo pareja con Altuna), también en Andoain, Ordizia, Lei-tza... Era un continuo jugar torneos y ganar”, relata el entonces responsable de la escuela Txapagain. “En 2010 fue elegido el mejor pelotari de todas las categorías en el torneo Titín III y, siendo infantil aún, fue subcampeón del torneo del cuatro y medio de Elgeta en categoría cadete. Cumplió catorce años dos días después de perder la final contra Elezkano, que tenía 16. En ese torneo se quedó todo el mundo con la boca abierta. Que con trece años se metiera en la final no era algo común. Tenía una pegada especial. Era una pelotari adelantado a su edad. Ya desde entonces se vio claro que iba a despuntar”, dice Yon García. Y es que Irribarria rompía moldes antes y también ahora. No en vano, es el campeón más joven del Manomanista.

nueve años en ordizia “Aquí en Ordizia pasó nueve años importantes. Se habla mucho de Arama, pero este chaval se ha hecho como pelotari en Ordizia. Por cierto que el club no ha sido reconocido por nadie, pero bueno, tampoco estamos para eso, sino para trabajar con los chavales”, lamenta Yon García, quien habla también de que Irribarria tuvo “tentaciones” con el baloncesto: “Sus cualidades, unidas al hecho de que entrenara aquí, fueron determinantes. También era muy bueno a baloncesto”. El propio pelotari hablaba hace poco en una entrevista de su pasión por el deporte de la canasta: “Jugué a baloncesto hasta los 15 años. Era alero. Nunca fui brillante. Era de trabajo sucio: de rebotes y defensa, pero también metía puntos. Estuve con el Bilbao Basket en una Minicopa, con la selección de Gipuzkoa y de Euskadi un par de años... Era muy trabajador”.

cambio de club con quince años En 2012, Iker Irribarria pasó al club Zazpi Iturri, de Amezketa, entre otras cosas porque ahí estaba otro jugador guipuzcoano que también destacaba en categorías inferiores y que ahora brilla en profesionales, Altuna. “En esas edades muchos torneos se juegan por parejas y ellos dos hacían una dupla muy buena. Nos pareció que era lo mejor ir ahí y seguir un proceso ascendente”, explica Yon García. Lo acogió Xalton Zabala, alma mater de la escuela Zazpi Iturri, una de las más prestigiosas de Gipuzkoa: “Conocimos a Iker cuando tenía ocho años en un torneo en Burlada. Nos encantó, pero era mejor que creciera en su club. Si con ocho años andaba así, es que estaban trabajando bien con él en Ordizia. Ya con catorce años entras en una edad de federarte y entonces le planteamos a ver si quería entrenar con nosotros. Dijo que sí y vino aquí”.

Zabala ya había seguido las hazañas de Irribarria “en el torneo de Titín III o en el famoso cuatro y medio de Elgeta”. “Siempre ha sido un pelotari avanzado, ha destacado por su corpulencia respecto a los de su edad y ha jugado habitualmente en una categoría superior a la que le correspondía. Con los de su edad, abusaba. El que más pega es capitán general en todas las categorías, también en profesionales, y ahí Iker siempre ha destacado. En profesionales ya está haciendo historia. Es una gozada el campeonato que ha hecho. Estaba claro que iba a despuntar”.

Irribarria estuvo en Zazpi Iturri desde los catorce años hasta los 18, edad con la que dio el salto a profesionales en marzo de 2015. Un paso que debió haber llegado incluso antes (iba a debutar a la vez que Altuna, en junio de 2014) si no llega a ser por una dolencia en la mano izquierda que le obligó a pasar por el quirófano en julio de 2013 después de prácticamente un año con problemas. Una intervención de la que le costó recuperarse, tal y como contó él mismo hace poco: “Volví a jugar cinco meses después de la operación, pero estuve tres o cuatro meses mal, con dolores. Luego me recuperé bien”.

A partir de ahí, la historia de Irribarria es más conocida. Catorce meses de profesionalismo y la txapela más codiciada ya en su palmarés. “Nuestro trabajo con ellos termina cuando pasan a profesionales. Ahora están en manos de Jokin Etxaniz y esta gente de Aspe, pero les seguimos como si fuesen nuestros hijos”, expone Xalton Zabala, responsable de la escuela Zazpi Iturri, la que ha moldeado, junto a Txapagain, a la figura actual de la mano.