Eibar prepara un desembarco de 1.200 aficionados
La afición armera se ha animado a acudir el domingo a donostia en un derbi guipuzcoano al que el equipo azulgrana llega en el mejor momento
Unos 1.200 aficionados del Eibar viajarán en tren, sobre todo, y en vehículos particulares a Donostia para apoyar al equipo azulgrana en el derbi guipuzcoano contra la Real que tendrá lugar el próximo domingo a partir de las 12.00 horas en el estadio de Anoeta.
Este viaje está siendo organizado por la peña del Eibar Urko Taldea de la capital guipuzcoana, creada este mismo año, con el apoyo logístico de Euskotren, la empresa pública de transporte, a la que ha contratado tres trenes para este domingo. Cada uno de ellos transportará a unas 400 personas, según las previsiones realizadas desde esta agrupación.
Se han organizado estos tres trenes especiales para unir las dos ciudades del territorio, que partirán desde Eibar en tres horarios diferentes.
No todas las personas que se desplacen en los tres trenes especiales acudirán al partido de Anoeta -cabe recordar que las entradas facilitadas por la Real al club eibartarra no llegan a 600-. Algunos seguidores han decidido disfrutar de la fiesta que se organizará alrededor del partido de rivalidad territorial entre los dos equipos guipuzcoanos de la máxima categoría, pero no entrarán en el estadio donostiarra.
Sobre las 10.20 horas, tras llegar los tres trenes a la estación del Topo de Amara, se realizará un pasacalles por las calles donostiarras amenizado por la música de la txaranga Ustekabe, y, como acto curioso, los músicos y aficionados serán acompañados por las motos del Club Lambretta Eibar.
recuerdos del viaje de 1989 Este desplazamiento masivo que se llevará a cabo el domingo en el segundo partido entre la Real y el Eibar en la elite, después del que tuvo lugar la temporada pasada, recuerda otro viaje similar de hace 29 años, en octubre de 1986, cuando un millar de aficionados del equipo eibartarra viajaron en tren hasta Donostia para presenciar un partido Sanse-Eibar en el estadio de Atocha, en Segunda B.
Fue la primera vez en la historia del viejo campo donostiarra, ya derruido, que se abrió para un partido del filial realista, ya que allí solo jugaba la Real. El duelo en Atocha acabó en empate a dos.
Aquel traslado de aficionados azulgranas fue organizado por La Bombonera, una peña eibarresa ya desaparecida, que en los años 80 impulsó a un Eibar que logró dos ascensos, desde Tercera División a Segunda B en 1986 y a Segunda A en 1988. - N.G.