La carta de la ‘jaula’
Juan Martínez de Irujo y Julen Retegi opositan en el Labrit a acompañar a Mikel Urrutikoetxea a las semifinales del Cuatro y Medio
DONOSTIA - Es Mikel Urrutikoetxea el denominador común en el presente Cuatro y Medio entre Juan Martínez de Irujo y Julen Retegi. El zaratamoztarra es la piedra en el camino de ambos, el tipo contra el que han sucumbido Juan, bajo sorpresa y Julen Retegi, con un favoritismo residente en el colorado por poco, pero más aún en la cancha. Ellos perdieron el comodín de la liguilla de cuartos de final de la competición con rejas ante el campeón del Manomanista y de aquellos polvos...
Ahora, toca programarse en la reválida, a vida o muerte, en un solo examen en el Labrit de Pamplona. El delantero de Ibero, sin estar brillante en sus dos primeras incursiones, saldrá de favorito. Aunque, como siempre le gusta decir a Irujo, esa circunstancia no gana los partidos. No lo hizo contra Urrutikoetxea y le costó mucho reponerse al buen inicio de Yves Xala la pasada semana. Y es que el delantero de Ibero no termina de completar un encuentro redondo de cabo a rabo. Bien es cierto que sigue sintiéndose “incómodo” y aprisionado, por su facilidad a la hora de extender la pelota; pero en sus dos incursiones ha esbozado una versión irregular de sí mismo. “En la primera jornada, empecé bien y acabé mal; contra Xala, al revés”, analiza el iberoarra. La mejor noticia para él fue que pudo recomponerse contra el zurdo de Lekuine a tiempo, porque pintaban bastos a las primeras de cambio. No cierra el círculo.
El actual campeón del Cuatro y Medio comenzó como un ciclón ante Urrutikoetxea y se apagó por el buen juego de su contrincante contra todo pronóstico. La pelota, que al principio movía con claridad y velocidad, le empezó a pesar en la defensa baja de zurda, que percutió el delantero de Zaratamo a base de voleas con dirección. No se recuperó a pesar de empezar 3-10 y 9-16. La tajada se le esfumó. Y el pedestal comenzó a tambalearse. No ha encontrado desde ese primer tramo de su descorche mejores instantes de juego. De hecho, el inicio contra Xala no fue nada bueno y la clarividencia física con la que afrontó los últimos tantos fue clave para tumbar al estilístico lapurtarra.
Así las cosas, el 22 del Labrit le dio una bala en la recámara para el todo o nada en la última oportunidad de la liguilla contra Julen Retegi, al que Urrutikoetxea dejó en nueve con más claridad de la esperada. Si bien las prestaciones del delantero de Eratsun en las pugnas individuales son inmensas, dada la capacidad técnica que posee de serie y una zurda exquisita; la concepción del juego a bote otorga tiempo a manistas más potentes. E Irujo le tiene tomada la medida. Nunca le ha ganado Julen Retegi en estas lides y contra él cayó derrotado en la única final que ha vivido, la del Manomanista de 2014.
Previsiblemente, el dinero en las tablas de contracancha será colorado, pero Retegi Bi es correoso y muy peligroso. Sobre todo, con la dejada de lejos y si domina el peloteo. De todos modos, el saque volverá a tener la clave de todo: un mal resto de Julen puede traducirse en la resurrección de Irujo a remate franco. La confianza en el gancho a poca distancia del frontis puede ser el ariete de un pelotari imprevisible como Juan. Las semifinales están cerca. Y lejos. A una carta.