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La Biblia del basket yugoslavo

Juanan Hinojo desgrana la historia de este deporte en los Balcanes, culminada con la irrepetible generación de Kukoc, Petrovic, Divac o Komazec

La Biblia del basket yugoslavoFoto: Efe

hay libros deportivos que se convierten en auténticas referencias en temas concretos debido a la amplitud de conocimientos que se exhiben en sus páginas. Es el caso de Sueños robados. El baloncesto yugoslavo, publicado en 2011. A simple vista puede parecer un libro sobre la generación de baloncestistas que dominó el panorama europeo y mundial a finales de los 80 y principios de los 90. Pero es mucho más. A lo largo de sus 510 páginas, el autor, Juanan Hinojo, desgrana la historia del basket en Yugoslavia: desde sus inicios hasta la guerra que comenzó en 1991 y que separó al país. Sus métodos de trabajo, el temido carácter ganador balcánico... todo explicado a través de las palabras de los propios protagonistas y de la impresionante labor de documentación realizada por el autor.

“Cuando empiezo a jugar a baloncesto es la época de la mítica Jugoplastika de Split”, explica el propio Juanan Hinojo (Terrassa, 1978), profesor y exjugador de baloncesto. Un equipo que ganó la Copa de Europa de 1989, 1990 y 1991, un equipo histórico que deslumbró por sus títulos y sobre todo por su juego. Enamoró a todos los amantes del baloncesto, entre ellos Hinojo: “La afición me entra por la Jugoplastika y ya en esa época buscaba revistas de años anteriores para informarme del basket yugoslavo”. Más adelante, con un conocimiento ya amplio del tema, se animó a escribir unos artículos “con la idea de que se publicaran en alguna revista o en acb.com”, cuenta. Contactó con Gonzalo Vázquez (autor de 101 historias de la NBA). “Me respondió que él veía un libro. Me dijo que yo escribiera y que él se encargaba del resto”.

Juanan Hinojo relata cómo el baloncesto yugoslavo tenía “un plan” que nace bajo el liderazgo de Aza Nikolic, que marcó el camino del basket de su país desde los años 60. No en vano, es conocido como El Profesor, el formador tanto de jugadores como de entrenadores. “Era un sistema de captación y de trabajo, con un alto nivel de preparación en cuanto a horas y calidad. Tenían planes de trabajo a años vista y ponían a entrenadores de elite para formar a jugadores jóvenes. Por ejemplo, Svetislav Pesic es en 1987 el entrenador de la selección junior campeona del mundo cuando cuatro años antes ya había sido campeón de liga con su equipo”, cuenta el autor catalán. “Los éxitos no son casualidad. Tanto los equipos de la liga como la selección iban a hacer giras por Estados Unidos desde los años 70, cuando el resto de países europeos ni se lo planteaban”.

A este plan bien trazado para llevar el deporte a la elite se une el espíritu de trabajo de jugadores y entrenadores. En categorías inferiores de la selección yugoslava, las dobles y triples sesiones con un total de seis o siete horas de trabajo diarias eran habituales. Físico, técnica y táctica. Lo trabajaban todo a fondo. “Yo pasé muchos años entrenando tres veces al día, además de ir al instituto. Teníamos inculcada desde el principio esta mentalidad de esfuerzo y superación”, cuenta en el libro Zan Tabak, exjugador y ahora técnico del Fuenlabrada. En los clubes, el espíritu de trabajo era parecido, tal y como explica Svetislav Pesic: “No podíamos fichar, sino producir. Trabajábamos mucho e incidíamos en el plano de la mejora del jugador paso a paso técnica y físicamente”.

La mentalidad extremadamente competitiva de los jugadores yugoslavas es otra de las razones del éxito. “Tú desarrollas la mentalidad competitiva con el trabajo diario. Aquí siempre era competición. Siempre”, cuenta Dino Radja, uno de los muchos jugadores y entrenadores con los que Hinojo habla para escribir el libro. “Influye todo: la familia, la vida, la educación. Yo llegaba a casa después de meter 20 puntos y mi padre, que había sido entrenador, me decía todo lo que había fallado. Eso es autoexigencia. También hay que ser cabrón dentro de la pista. Y nosotros, si tenemos que ser cabrones, lo somos”, explica Sasha Djordjevic, exjugador de Real Madrid y Barcelona y uno de los grandes exponentes del carácter ganador de los jugadores balcánicos.

ganando desde los 70 Yugoslavia siempre ha sido habitual en los podios baloncestísticos de Europeos, Mundiales o Juegos Olímpicos desde principios de los 60, pero quizás su primera gran generación fue la de los 70, con jugadores de la talla de Kresimir Cosic, Drazen Dalipagic, Mirza Delibasic o Dragan Kicanovic. Un talentoso grupo de jugadores que gana los Eurobasket de 1975 y 1977, el Mundial de 1978 y los Juegos Olímpicos de 1980.

Una generación que puede competir en calidad con la que ganó el Mundial junior de Bormio en 1987 y que luego triunfó tres años consecutivos, ya en categoría absoluta, colgándose el oro en los Eurobasket de 1989 y 1991, y en el Mundial de 1990, además con gran superioridad sobre sus rivales. Un plantel dirigido por Dusan Ivkovic y con nombres históricos como Drazen Petrovic, Vlade Divac, Toni Kukoc, Velimir Perasovic, Arijan Komazec, Zarko Paspalj... una constelación de estrellas reunidas en un equipo impresionante. Una selección cuya meta incompleta -de ahí el título Sueños robados- era la de superar a la selección de Estados Unidos. No a la universitaria, sino a la formada por las estrellas de la NBA.

En su mente tenían dos fechas: los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 y el Mundial de 1994, que en principio iba a celebrarse en Belgrado. Un sueño frustrado por la guerra. “Es que esa generación no había alcanzado su tope, ni mucho menos. Eran jovencísimos. Yo creo que en el 92 hubiera sido difícil ganar a Estados Unidos, pero en el 94, con dos años más de experiencia... yo siempre he pensado que jugando en casa y con esa generación en auge podían haber ganado a Estados Unidos”, argumenta el autor del libro.

documentación exhaustiva Destaca en Sueños robados el inmenso caudal de conocimientos que exhibe Juanan Hinojo. Un exhaustivo recorrido a través de los jugadores, los entrenadores, la selección y la propia liga yugoslava. “De mí sabía cosas incluso que yo había olvidado. Dalipagic, Djordjevic y Danilovic me llamaron preguntándome ¿Dónde has encontrado a este tío que lo sabe todo sobre nosotros? No lo he encontrado en ningún sitio, él me ha encontrado a mí”, cuenta en la contraportada Bozidar Maljkovic, quien ejerció de anfitrión de Juanan Hinojo en uno de sus desplazamientos a Belgrado para realizar diversas entrevistas.

Para escribir el libro, además de entrevistas con protagonistas directos y indirectos de las historias que cuenta, Juanan Hinojo recopiló “cientos y cientos de páginas de revistas y periódicos” hablando del basket yugoslavo y además visionó muchísimos partidos. “Conocí a Iván Fernández, un chico asturiano que posiblemente es el mayor coleccionista de partidos de baloncesto que hay en España. Y solo por la ilusión que le hacía que se escribiera este libro, a lo mejor me grabó 300 o 400 partidos de la selección yugoslava y de clubes. Me vi todos los partidos tomando notas”, explica Juanan Hinojo. “¿Tiempo empleado? Pues tres años largos dedicándole cada día algunas horas”.

Una labor de documentación, selección de datos y redacción inmensa, que desemboca en esta joya de la novela deportiva: la Biblia del basket yugoslavo.

sueños robados. EL BALONCESTO YUGOSLAVO

Autor: Juanan Hinojo

Editorial: Ediciones JC

510 páginas