La salvación está en Zaragoza... o en Madrid
EL GBC SEGUIRÁ EN LA ACB SI GANA EN SU VISITA AL | Cai, o si pierde y también lo hace el manresa en madrid
donostia - Todo o nada en la 34ª jornada. Seguir en la ACB o bajar a la LEB. Eso es lo que se juega el Gipuzkoa Basket esta tarde. Continuar en la máxima categoría y tratar así de dar impulso a un proyecto cuyos cimientos económicos se tambalean o caerse de la elite, algo que supondría un durísimo golpe para un club y todo un territorio. Con el Fuenlabrada ya descendido, queda un puesto sin asignar, el que se juegan el propio GBC y el Manresa. Uno de los dos se ahogará y bajará a la LEB; el otro llegará a la orilla.
El conjunto guipuzcoano ha llegado al último día de la temporada con los deberes sin hacer después de un curso que marchaba de maravilla pero que se ha torcido en los últimos dos meses, saldados con ocho derrotas en nueve jornadas, incluidas las encajadas contra Fuenlabrada y Sevilla, esta última hace solo siete días. El GBC confiaba en ganar ese partido y celebrar la permanencia con su público, pero la derrota le obliga a seguir remando hasta el último minuto.
En cualquier caso, el equipo entrenado por Jaume Ponsarnau lo tiene todo a su favor para sellar el objetivo. Para empezar, depende de sí mismo, así que ganando en su visita al CAI Zaragoza (18.00 horas) continuará en la ACB. Es una opción a priori complicada, porque el CAI, aunque no se juega nada porque se ha quedado sin opciones de play-off, parece muy superior a los guipuzcoanos, que últimamente se han mostrado muy débiles a domicilio. Pero incluso perdiendo, el GBC solo bajaría si el Manresa es capaz de vencer en la cancha del Real Madrid, líder de la ACB y mejor equipo de Europa. Un resultado muy improbable, aunque todo puede suceder en el deporte y el riesgo del descenso está ahí.
La decepción por la derrota ante el Sevilla ha dejado paso a una sorprendente tranquilidad en el seno de la plantilla, ya que los jugadores, pese a ser conscientes de que ganar en Zaragoza es difícil, están convencidos de que el Manresa no va a ser capaz de vencer en Madrid. El propio Jordi Grimau lo expresaba así el martes: “Es más fácil una derrota del Manresa en Madrid que una victoria nuestra en Zaragoza”.
Una declaración sincera que resume el sentir del vestuario, pero también “peligrosa”, según ha reconocido Jaume Ponsarnau. La obligación del GBC es ir a ganar al Príncipe Felipe -una cancha donde ha ganado tres veces en cinco visitas- por si el Manresa da la campanada. Lo cierto es que el conjunto guipuzcoano deberá mejorar mucho su rendimiento de las últimas semanas fuera de casa si quiere superar a un rival tan bueno como el CAI. Las recientes visitas a Bilbao, Valencia, Badalona y Murcia se han saldado con otras cuatro palizas en contra, una situación que no puede repetirse esta tarde.
“Estoy muy orgulloso pase lo que pase, pero tengo la espina de lo que ha pasado los últimos cuatro partidos fuera de Illunbe”, decía Ponsarnau, que pide para Zaragoza que el equipo recupere su esencia y competitividad. En ningún momento habló el técnico catalán de ganar, porque es consciente de que el equipo llega cogido con pinzas a esta jornada decisiva, pero quiere al menos zanjar el curso con la permanencia y ofreciendo una buena imagen a los alrededor de 60 aficionados guipuzcoanos que están en Zaragoza y a los que seguirán el choque por Orange Arena, la plataforma televisiva de acb.com.
“todo en contra” para manresa El GBC tendrá un ojo puesto en el Palacio de los Deportes de Madrid, ya que una derrota del Manresa -que sería lo más lógico- evitaría cualquier angustia en Zaragoza. El conjunto catalán ha visitado 40 veces al Real Madrid, perdiendo en 37 de ellas, y no gana desde 1998, año en el que se proclamó campeón de la ACB.
“Lo tenemos todo en contra. Dicho esto, tenemos que intentar hacer lo mejor posible todo lo que depende de nosotros y, evidentemente, no darnos por vencidos”, confiesa el técnico del Manresa, Pedro Martínez: “El Madrid jugará bien, porque es lo normal”. El pasado de Pablo Laso como técnico del GBC invita a pensar que los blancos no se relajarán.