donostia - Le dicen al primer partido que asoma trampa porque tiene más esquinas que un saco de alambres. Que es una prueba. Un arma de doble filo. Que el Manomanista es así. En definitiva, se trata de una distancia férrica y complicada, el adalid de la pelota a mano, que alumbra las verdaderas fallas entre los pelotaris, que no hay ni trampa ni cartón, que no hay más cera que la que arde. Que los lugares comunes son parte de esos alambres. Cemento y espinas. Igual que el pasado, que el presente y que el futuro. Quizás que solamente el pelotari más rodado, el que empieza desde las entrañas de las previas, como en este caso Jon Jaunarena, dispute seis partidos en la modalidad durante todo un año alimente el fuego del destino. En esa historia, Aimar Olaizola y Julen Retegi anuncian la entrada de los cabezas de serie a la competición, al temido primer partido, en el que el eratsundarra tiene a su examen más difícil mañana: Oinatz Bengoetxea. Será en el Atano III donostiarra, donde perdió la final del curso pasado Retegi Bi y donde ganó a Aimar Olaizola en el envite de cuartos de final. Se llevó allí el billete a las semifinales con el goizuetarra entrando con problemas físicos.

En esa misma historia parece encontrarse Olaizola II, quien desde enero no ha tenido continuidad de partidos por una tendinitis en el hombro derecho que no le dejó funcionar en el Parejas de Primera. Jokin Altuna será el adversario del navarro el sábado en el frontón Labrit de Iruñea. Confiesa el buque insignia de Asegarce que ya han desaparecido las molestias que apenas le dejaban ponerse de volea. “Estoy bastante bien. He tenido mis dudas hasta hace cuatro semanas o así. En los últimos entrenamientos me he encontrado bien. De volea no me molesta el brazo y es lo más importante”, desvela Aimar, quien agrega que “cuando empecé a jugar a parejas, que estaba parado, de volea no podía darle. Ahora llevo tres o cuatro semanas en las que veo que el brazo iba a mejor, que no me molesta. Estando así tenía claro que iba a jugar”.

Son esas dudas los alambres del pelotari navarro. Tiene ciertos riesgos, pero analiza que “no son demasiados”. “Sigo yendo a rehabilitación. Antes iba dos o tres veces por semana y ahora una. Hay que seguir aunque no me moleste, por lo que he pasado”, certifica Olaizola, que añade que “normalmente no hay riesgo de que se reproduzca. En los entrenamientos no me duele y el sábado espero que tampoco”.

La otra arista es la piedra de toque. En principio, Jokin Altuna tiene bastante menos potencia que Aimar y, por tanto, tendrá más dificultades para el dominio, pero ya se ha llevado por delante a Untoria y Zubieta. “Es muy peligroso. Es joven pero promete muchísimo. Jokin ha ganado dos partidos y no le han hecho muchos tantos. Eso significa algo. Será complicado. Cuando me visto de blanco siempre veo los partidos difíciles. Hay que salir al 100%”, sentencia el de Goizueta. El amezketarra saldrá a por todas con un material más rápido. No tiene nada que perder. “He entrenado mucho desde la previa contra Jaunarena y he mejorado. Cada vez me encuentro mejor en la distancia”, desvela el guipuzcoano de Aspe.

Con el Atano III como testigo, entra el subcampeón: Retegi Bi, quien sostiene que “llego bien al encuentro, pero con el miedo típico de que se trata de mi primer partido en el mano a mano y que es un combate a vida o muerte”. Dice el eratsundarra que “lo que más me motiva no es ser el subcampeón del Manomanista del año pasado, es volver a ser cabeza de serie y no perder el puesto que me gané el año pasado”. Oinatz Bengoetxea será su adversario mañana en Donostia. Un campeón. Mucha tela. Sabor a hierro. “No tengo dolor en la espalda. Tras el partido del sábado, el masajista me desbloqueó la espalda, el domingo también tomé masaje y ahora no hay ningún problema”, anuncia el leitzarra. Habrá batalla.