Un día inolvidable
LIGA ACB | Nacho ordín, jon santamaría y david doblas recuerdan la épica victoria lograda por el gipuzkoa basket en el palau blaugrana (65-67) el 19 de noviembre de 2006
donostia - El Gipuzkoa Basket visita el domingo el Palau Blaugrana, una cancha donde habitualmente los equipos de la zona media-baja de la clasificación tienen muy, muy pocas opciones de ganar. De hecho, el club guipuzcoano ha caído en siete de sus ocho visitas a la cancha azulgrana, algunas de ellas con diferencias escandalosas, como el -48 de la temporada 2012-13, el -29 de la 2009-10 o el -26 de la 2010-11. La del Palau es una de esas visitas en las que salir ileso en forma de derrota decorosa se suele dar por bueno. Pero hubo un día, concretamente el 19 de noviembre de 2006, en el que el GBC logró la proeza de vencer en el Palau con un marcador de 65-67. Una victoria histórica, de esas que se han quedado guardadas en la memoria tanto de jugadores como de aficionados y que NOTICIAS DE GIPUZKOA repasa ocho años y tres meses después con tres de los protagonistas: Nacho Ordín, Jon Santamaría y David Doblas.
Era la novena jornada del primer año del club en la ACB. El equipo entrenado por Porfi Fisac se plantó en el Palau con un balance de 2-6 después de haberse estrenado en el Martín Carpena de Málaga -otra victoria histórica- y de haber ganado luego en Valladolid. El partido no pudo empezar peor, ya que en el minuto cuatro el marcador señalaba un desolador 13-0. “Sí, nos costó un montón meter la primera canasta. La metí yo en un contraataque”, recuerda Ordín, que tiene el partido muy presente en su memoria: “Lo vi hace año y pico. Se lo pedí a la ACB porque me hacía ilusión rememorarlo. Es la única vez que he ganado allí y es de los triunfos que mejor recuerdo me dejaron en la Liga”.
“Madre mía, la que nos va a caer”, pensaba Jon Santamaría, único guipuzcoano de aquella plantilla, con el citado 13-0. “En mi caso era una ilusión jugar en el Palau, estar en esa cancha, dentro del vestuario... había ido a verme mi actual mujer, que es catalana, y su familia. Tenía pinta de que nos podían meter una buena”.
Sin embargo, y tras la citada canasta de Ordín que puso el 13-2, el Bruesa GBC se estabilizó, logró que hasta el descanso el daño no fuera mayor (42-31) y en la reanudación se metió de lleno en el partido gracias a una serie de acciones de Fede Kammerichs y Devin Smith: 52-49. “Empezamos muy mal, pero fue de esos partidos en los que sin hacer ruido vas remontando y para el último cuarto nos habíamos metido de lleno en el partido. A veces pasa con los equipos recién ascendidos que vienes de una dinámica buena, no tienes miedo y das una campanada de esas. Además, a los grandes es más fácil meterles mano en las primeras jornadas, como sucedió entonces”, cita como clave para aquella inolvidable jornada Doblas.
65-67... y balón para navarro El citado 52-49 dio paso a unos diez minutos finales en los que Ordín tomó la responsabilidad total. Suyos fueron 13 de los 18 puntos que anotó el GBC en el último cuarto, entre ellos un triple de ocho metros y los tres últimos tiros libres, que hicieron que el marcador pasase del 65-64 al 65-67 que resultó a la postre definitivo. “La verdad es que hasta el último cuarto no había hecho un buen partido y al final me entoné, como todo el equipo. Tampoco es que jugáramos muy bien, tuvimos algo de suerte, cogimos un par de rachas y nos aprovechamos ese nerviosismo de ellos. Recuerdo que entonces el Barcelona estaba con dudas y poco después destituyeron a Dusko Ivanovic. Tenían el partido controlado y de repente vieron que estábamos ahí encima...”, comenta el base aragonés.
El GBC se puso por primera vez por delante con el 65-66 tras dos tiros libres de Ordín a 27 segundos del final. Falló su ataque el Barça y luego el propio base metió otro tiro libre para poner el 65-67. Después tuvo una última opción Juan Carlos Navarro, pero su lanzamiento lejano no entró. “Si lo piensas, fue el mejor momento para ponernos por delante, porque si lo haces antes el rival tiene más tiempo para darle la vuelta. En la última jugada me acuerdo que estaba Txemi Urtasun con Navarro, pero hubo algún bloqueo y me tocó defenderlo a mí. Ya se sabe que yo no soy el más indicado para esas labores, pero el caso es que me quedé con él. Se levantó y el tiro se salió. No sé si era de dos o un triple, estaba ahí sobre la línea. Un poco de suerte ya tuvimos”, ríe Ordín al contar la última acción del duelo.
“Ese partido lo decidió Nacho”, dice Santamaría, quien por cierto jugó aquel día trece minutos, incluidos algunos en el último cuarto: “Sí, participé bastante. Cuando estaba en juego el partido Porfi también me dio minutos, coincidiendo en pista con Nacho. Lo recuerdo con mucho cariño. Fue un momentazo. Cuando se la jugó Navarro me puse en lo peor, porque normalmente suele meter esas. Luego nos felicitó”.
una temporada muy difícil Tras aquel triunfo en el Palau, el Bruesa GBC ganó en la siguiente jornada al Granada para ponerse con un buen balance de 4-6 y acabar la primera vuelta con cinco victorias que le permitieron estar fuera del descenso. Pero la segunda vuelta fue muy negativa y aquel equipo acabó bajando. “Creo que teníamos un buen equipo, pero llegaron las lesiones de Fede (Kammerichs) y Devin (Smith) y nos metimos en una mala dinámica. Ganamos en el Carpena y en el Palau, pero pocas alegrías más tuvimos. Fue un año raro. Todo se torció en las últimas jornadas”, comenta Ordín.
“Enlazamos un par de victorias contra el Barcelona y el Granada, en otro partido en el que también jugué bastante y pude ayudar”, añade Santamaría, “pero luego en la segunda vuelta fuimos a remolque entre una cosa y otra. Pero te quedas con los buenos momentos”. Algo que comparte Ordín: “Claro que no te olvidas que acabamos descendiendo y que fue un trago amargo, pero mi recuerdo de Donostia es muy bueno. Había mucha ilusión por el basket”.
el reto de volver a ganar Aquel triunfo en el Palau fue seguido de siete derrotas, casi todas muy abultadas en las siguientes visitas a Barcelona, y el Gipuzkoa Basket tratará de repetir ese éxito de su primer curso en la elite, empresa que se antoja casi inviable por la diferencia de potencial entre ambas plantillas. “Este año por momentos al Madrid y al Barcelona se les ha visto más humanos, pero es muy difícil. Son capaces de empezar el partido flojos, pero luego se ponen las pilas y te meten de 20. Es un equipo con una defensa muy sólida, que además tendrá ganas de ganar porque viene de perder la final de Copa”, reconoce Doblas. “Es muy difícil ganar allí”, opina también Ordín. “Es que hay mucha diferencia de presupuesto, cada vez más. Aquel año el Barça estaba con muchas dudas. Hay que aprovechar circunstancias así. Nunca se sabe en el deporte”.
El GBC afronta el choque después del parón copero. El FC Barcelona, por su parte, disputa esta noche un importante partido frente al Alba Berlín correspondiente al Top 16 de la Euroliga. Doblas ve “bien” al equipo: “Las últimas jornadas hemos estado a buen nivel de juego. Y aunque no ganemos, es importante hacer un buen partido para coger sensaciones. Pensamos que podemos tener opciones en el Palau”.
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