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Máxima igualdad

Liga ACT 96 centésimas, a favor de Urdaibai, privan a Orio de ser profeta en su tierra, aunque recupera el liderato, con un punto de ventaja sobre Hondarribia

Máxima igualdadN.G

DONOSTIA - La Liga ACT llega al ecuador de la temporada con una igualdad entre la mayor parte de los botes que permite entrever un mes de agosto con más emoción, si cabe, que el actual. El mejor ejemplo de ello es la regata de ayer en Orio, donde, en un formato contrarreloj, se pudo constatar que esta competición nada regala, y que la regularidad de los dos líderes vaticina un campeón y, sobre todo, un subcampeón con unas puntuaciones de récord. Pero todavía estamos inmersos en el mes de julio y quedan muchas banderas por disputarse. La última se la llevó a Bermeo Urdaibai, aunque bien pudo quedarse en casa de los organizadores.

El Bixigu Eguna oriotarra de este año no adquirió tintes históricos por 96 centésimas. Otro domingo más, el segundo consecutivo, en el que la foto finish tuvo que hacer acto de presencia. Otro más en el que un vizcaino se lleva la gloria ante un guipuzcoano. Tercero finalizó Hondarribia, el rey de la regularidad en la competición.

El lógico palo que sufrió la San Nikolas, que se había puesto entre ceja y ceja el objetivo de vencer en su ría, tiene un análisis mucho más favorable en frío. Igual que el de Hondarribia el domingo pasado en Donostia. Regatas que no han servido para vencer, pero sí para convencer, que en estas lides es mucho más importante.

De inicio, los aguiluchos retornan al liderato de la ACT, con un punto de ventaja sobre Hondarribia, y ya quince sobre Kaiku, que patinó sobremanera. Sorprendente noveno puesto el de la Bizkaitarra, tras ser segunda un día antes en Pasaia y con Korta como entrenador. Nadie conoce mejor las particularidades del río Oria que el técnico de Ortzaika.

La contrarreloj la comenzó Urdaibai, y ninguno de los once botes que fueron tras él mejoró su tiempo. Es la primera vez que esto ocurre en la Liga, si bien las pechadas desde la tanda inicial de la Bou Bizkaia no sorprenden a nadie. Los bermeotarras se tomaron la regata como si de una prueba de ergómetro se tratase.

Sin nadie por delante, ni nadie por detrás -Pedreña se dejaba ya 17 segundos en la primera ciaboga-, los del local Jon Salsamendi marcaron un registro espectacular de 19:37.94 en línea de meta. El viento fue su único enemigo, con algunas rachas que superaban los 20 km/h, y es que la fuerza de Eolo volvió a resultar determinante.

Santa mañana para Pasaia La decepción del sábado en casa de San Pedro y San Juan, acompañada de una mala fortuna, tuvo su merecida recompensa en Orio. Los morados, necesitados de un buen resultado para eludir el play-off de descenso a la ARC-1, se hicieron con una quinta posición muy celebrada. Los puntos cosechados, y la brillante manera en la que compitieron en la tanda inicial con Astillero, motivará de buen grado a los chicos de la Libia.

La fortuna, esa que les ha dado la espalda en más de una regata, ayer les sonrió, ya que entre ellos y Astillero, su principal rival, consiguieron meter a Cabo. Este último aventajó en 18 centésimas a la San José. En la contrarreloj, la igualdad también fue notoria entre guipuzcoanos y cántabros, hasta que, en el último largo, y tras golpear el bote azul con demasiada vehemencia la baliza, los morados consiguieron una ventaja de dos segundos que no dejaron escapar. Esta diferencia les otorga, además, a los pasaitarras los dos puntos de ventaja que necesitaban para, al menos, empatar con Astillero en el noveno puesto, el que rompe la delgada línea entre disputar o no la eliminatoria por el descenso.

Por su parte, la Erreka sanjuandarra dio toda una exhibición en la tanda intermedia. Con un comienzo muy fuerte, en el que marcó el segundo mejor registro de toda la regata en el primer largo, los rosas se pusieron al frente de su serie y fueron manteniendo la amplia renta, de hasta diez segundos en la segunda ciaboga, para finalizar victoriosos su manga y colarse en el cuarto escalón de la general. Un gran resultado que, unido a los pinchazos de Portugalete, Zierbena y Tirán, le aúpan a la quinta posición de la clasificación, empatada a puntos con la cuarta, Tirán. La tanda de honor, ahora ya sí que sí, está rozando la punta de los ásperos dedos de los remeros de San Juan.

centésimas de desazón Miles de aficionados aguardaban en puentes, terrazas y algún que otro balcón la llegada de la tanda de honor. Ataviados con sus camisetas, banderas y/o gorras amarillas, el pueblo de Orio se volcó con su trainera. La emoción estaba por todo lo alto, y las paladas finales ante una orilla abarrotada y eufórica le dieron aún más épica al desenlace. Una épica que se quedó en sueño roto, por esa machada que pudo ser y no fue. No en vano, la San Nikolas perdía en la última maniobra antes de encarar el largo de meta seis segundos con la Bou Bizkaia.

Los aficionados, los comentaristas, la gente del remo en general ya presentían que la bandera se iría para Bermeo, pero la Liga ACT tiene estas cosas. Con un ritmo final de 42 paladas por minuto, el bote amarillo llegó volando a meta. Paso el puente cercano a la Herriko Plaza sin apenas oír los gritos de júbilo de sus seguidores, con la vista puesta en el 19:37 de Urdaibai.

Al final, no pudo ser, desazón dentro y fuera del bote, pero ese último sprint quedará para los anales. El tercero en discordia, Hondarribia, sigue sin bajar del vagón de cabeza. Lo hizo el primer día y la experiencia no le gustó. Ayer siguió la estela de Orio hasta que no pudo más y finalizó a menos de tres segundos del líder y el ganador. Esa es la idea de la Ama Guadalupekoa: estar siempre al acecho, hasta que llegue el momento de montarse en la ola del campeón.