Anónimo hasta para la 'Wikipedia'
Nacido en Francia y rechazado por infinidad de clubes, Nabil Bentaleb juega el Mundial con Argelia pese a ser un desconocido incluso para su Federación hasta que debutó en la Premier en diciembre
La historia de Bentaleb (24-XI-1994) es la de un rechazo constante, la de un joven que se vio obligado a peregrinar hasta por tres países de Europa antes de encontrar a alguien que confiara en él y le ayudara a cumplir su sueño de convertirse en futbolista profesional. Hijo de padres argelinos, este centrocampista nacido en Lille ingresó a los once años en la cantera del conjunto de esta localidad francesa, pero cuatro años después le enseñaron la puerta de salida.
"Me dijeron que era demasiado bajito", recordaba recientemente el protagonista, que actualmente mide 1,87, lo que le convierte en una presencia física importante en el centro del campo, un jugador con importante recorrido, capacidad de trabajo y llegada a la portería rival.
Tras el mal trago inicial, Bentaleb no perdió la ilusión y envió cartas a numerosos conjuntos galos. Muchos ni siquiera le contestaron, varios le tuvieron a prueba un par de entrenamientos, pero nadie le vio cualidades como para apostar por él. Agotadas las opciones en su país natal, lo intentó en el Mouscron belga, pero su paso por el club fue también efímero. Su siguiente estación fue el Dunkerque. El club no puso demasiado empeño en hacerse con sus servicios, pero al menos su juego llamó la atención de un intermediario que le ofreció un par de pruebas en Inglaterra.
Allí se fue con 17 años Bentaleb, sin absolutamente nada que perder y todo por ganar. El Birmingham desechó su contratación, pero una persona que acabaría siendo fundamental en su carrera decidió confiar en él y reclutarle para las categorías inferiores del Tottenham: Tim Sherwood. El exdelantero le dio galones en el filial del conjunto londinense y cuando en diciembre del año pasado tuvo que hacerse cargo del primer equipo tras la destitución de André Villas-Boas, una de sus primeras decisiones fue promocionar a su ojito derecho.
El luso ya le había convocado en octubre para un duelo de la Capital One Cup y le había dedicado alguna que otra declaración halagadora, pero no terminó de apostar por él. Con Sherwood, la presentación en sociedad de Bentaleb se produjo ese 22 de diciembre ante el Southampton. Suplió a Moussa Dembele con empate en el marcador y los Spurs acabaron sumando la victoria. "En el fragor de la batalla tienes que saber en quién confiar y el chico está preparado para jugar. Sabía lo que me iba a dar y que la situación no iba a superarle, estaba muy tranquilo. Entrena cada jornada como si el mundo se acabara el día siguiente, escucha y tiene una actitud fantástica. Sé que puedo confiar en él", aseguró Sherwood tras el choque cuando los periodistas le preguntaron por su apuesta por Bentaleb en lugar de sacar al césped a futbolistas más contrastados como Etienne Capoue o Lewis Holtby.
Deseado A partir de ese día, Nabil Bentaleb no solo tuvo ya su página de Wikipedia sino que su nombre empezó a sonar con fuerza en los mentideros futbolísticos. En su segundo partido con el Tottenham fue elegido el mejor jugador del choque y en enero del presente año la Federación de Argelia, que no le tenía controlado en absoluto, mandó a un emisario para verle jugar ante el Manchester City y recomendó rápidamente su reclutamiento para la selección; Francia, con cuyo combinado sub'19 había jugado un amistoso en 2012, preguntó por sus intenciones e incluso se llegó a rumorear por un ofrecimiento de la Federación inglesa, aunque no reunía los requisitos para ello.
En cuestión de días, el jugador anónimo había pasado a ser objeto de deseo y de atención, toda una novedad atendiendo a su trayectoria. Pero él siempre lo tuvo claro y en febrero anunció que iba a jugar para el país natal de sus padres. "Pregunté a mucha gente de mi entorno, hablé con entrenadores y familiares y todos me dijeron lo mismo, que tenía que escuchar a mi corazón antes de tomar una decisión y mi corazón tenía claro que tenía que ser Argelia", reconoció. Debutó el 5 de marzo jugando los 90 minutos en la victoria de los de Vahid Halilhodzic ante Eslovenia y no tuvo ningún problema a la hora de garantizarse una plaza para el Mundial a pesar de que hace medio año apenas nadie le conocía.
Bentaleb ya ha llegado a la elite con 19 años y ahora le toca algo incluso más difícil: mantenerse. Y lo tendrá que hacer sin su gran valedor, pues Sherwood fue despedido al término de la pasada temporada y sustituido por Mauricio Pochettino. Muchas publicaciones como La Gazzetta dello Sport le incluyen ya en su lista mundial de mejores jugadores menores de 20 años. No está nada mal para un futbolista que hace medio año era absolutamente anónimo y ni siquiera tenía una página propia en la Wikipedia.