Ocho victorias sin premio
El gipuzkoa basket se ha quedado sin copa pese a igualar la mejor primera vuelta de su historia
eL Gipuzkoa Basket cerró el domingo en el Palacio de los Deportes de Madrid la primera vuelta de la Liga Regular, saldada con un buenísimo balance de ocho victorias y nueve derrotas, pero con el inevitable mal sabor de boca de haber dejado escapar la clasificación para la Copa con esa derrota frente al Estudiantes. Faltó la guinda a un primer curso de notable alto, sobresaliente en caso de haber acabado la primera vuelta con la novena victoria en el bolsillo. La ilusión en el seno del club y entre la afición por entrar en el evento copero era evidente. De hecho, el equipo se mantuvo entre los ocho primeros durante ocho jornadas -de la 9ª a la 16ª- y se cayó de los puestos de honor justo cuando se hizo el corte.
Con los datos en la mano, el GBC igualó la mejor vuelta de su historia, la lograda hace dos años, pero entonces el balance de 8-9 valió la clasificación para la Copa. Incluso la actual primera vuelta ha sido levemente mejor gracias al +44 de average general, dos puntos por encima del +42 de entonces. Las dos anteriores campañas a ese curso histórico el equipo alcanzó el ecuador del campeonato con siete triunfos.
Esa cifra de ocho victorias en 17 jornadas tiene un mérito muy a tener en cuenta, porque el Gipuzkoa Basket partía con el presupuesto más bajo de su historia en la ACB (3,25 millones, de ellos 1,6 destinados a salarios de jugadores y cuerpo técnico) y, sobre el papel, la plantilla era la tercera más floja en los siete cursos en la elite, solo superior a la de los dos descensos. Pero en la práctica, el conjunto dirigido por Sito ha competido mejor que nunca y ha rendido por encima de lo previsto.
del 1-3 al 7-5 Y eso que la temporada no comenzó del todo bien. Al triunfo ante el Cajasol -primera vez que el GBC abría una temporada en la ACB con victoria- le siguieron la derrota más abultada de la temporada (87-58 en Valencia) y un preocupante tropiezo ante el Joventut en Illunbe. El equipo acusaba graves problemas en el rebote y las dificultades de los nuevos para adaptarse a la máxima categoría.
Todo empezó a cambiar en el Palau. Los de Sito perdieron, pero estuvieron hasta el final discutiendo el triunfo al Barcelona y cogieron una confianza que plasmaron con dos importantes triunfos contra el Bilbao Basket en Illunbe y el UCAM Murcia a domicilio. La fatídica derrota en Tenerife, que llegó después de que Doblas fallara cuatro tiros libres en los últimos minutos, trajo consigo la quinta derrota del curso una semana después frente al Obradoiro en Illunbe, que dejó el balance en 3-5. Luego llegó el mejor momento del GBC, que logró cuatro victorias seguidas (Manresa, Unicaja, CAI, Fuenlabrada), jugando además un muy buen baloncesto, y se situó con un balance de 7-5.
El tropiezo en Las Palmas de Gran Canaria interrumpió la racha, pero la victoria en Valladolid dejó la Copa a un triunfo a falta de tres jornadas. Sin embargo, las derrotas frente a Laboral Kutxa, Real Madrid y Estudiantes hicieron que el GBC se ahogara en la orilla.
3ª mejor defensa de la ACB En una plantilla en la que el talento individual no sobra, Sito Alonso ha optado por la implicación de todos, por una repartición muy clara de roles y por un importante esfuerzo defensivo para favorecer así más puntos en contraataque o transición. La fórmula ha funcionado y el Gipuzkoa Basket ha acreditado la tercera mejor defensa de la ACB con 70,2 puntos encajados, solo por detrás del Real Madrid (69) y el Barcelona (69,2).
En ataque, los dos hombres clave son Doblas y Robinson, el primero como única referencia interior y el segundo como abrelatas desde fuera. El tiro exterior ha sido y seguirá siendo la principal baza y cuando los triples no han entrado el equipo ha sufrido para anotar con fluidez.