Una ACB muy abierta

A falta de dinero, de grandes nombres o de serias alternativas al poder, la ACB puede presumir al menos de igualdad entre los equipos de perfil medio y bajo de la competición. Con el Murcia-Cajasol pendiente para cerrar la novena jornada (un cuarto de competición), los siete primeros clasificados son, dejando a un lado el orden, los que tienen que estar ahí por presupuesto y potencial de plantilla: Real Madrid, Valencia, Unicaja, Gran Canaria, Barcelona, CAI Zaragoza y Laboral Kutxa. Siete equipos que, si hacen su trabajo, deberían estar tanto en Copa como en play-off.

A partir de ahí llega la emoción y la incertidumbre, ya que la igualdad es máxima del octavo clasificado para atrás, quizás dejando a un lado al colista Valladolid, con un solo triunfo, y el Estudiantes, con dos. Hasta nueve conjuntos, entre ellos, el Gipuzkoa Basket, tienen tres o cuatro victorias en su casillero. También figura en ese grupo el Bilbao Basket, que a priori tiene equipo como para estar entre los ocho primeros pero que ahora debe remontar después de un pésimo inicio de curso, en el que firmó un balance de 1-6 en siete jornadas.

El club vizcaino parece que ha empezado a levantar el vuelo gracias a sus triunfos frente a Valladolid y Estudiantes, pero esa codiciada octava plaza, que da el último puesto para la Copa del Rey, está ahora mismo en el aire. Si el UCAM Murcia vence hoy en partido aplazado al Cajasol, ese octavo puesto provisional sería para el GBC; si el conjunto sevillano se impone, retendrá esa posición que ocupa ahora.

La lucha, en cualquier caso, promete ser titánica porque ningún equipo parece estar por encima de los demás. En principio, partían ligeramente por delante el UCAM Murcia, aunque la lesión de Berni Rodríguez les está penalizando, y el Fuenlabrada, que fichó a jugadores importantes como Panko o Cabezas pero que no está funcionando tan bien como se esperaba. También se ha estancado el Iberostar Tenerife, que ganó los tres primeros partidos de la temporada pero que desde entonces solo ha ganado uno más, precisamente ante el GBC, que pudo y debió imponerse en la isla.

Su victoria en Manresa ha permitido al equipo de Sito Alonso situarse a la cabeza de ese pelotón de los modestos, pese a que su presupuesto está entre los tres más bajos de la ACB, según palabras del presidente, Álvaro Bilbao. Ante tanta igualdad, el GBC tiene a su favor un basket-average muy bueno (+4). Hace dos años, el equipo se metió en la Copa gracias precisamente a su average, aunque aún parece pronto para hablar de ese objetivo. Los dos próximos partidos, muy exigentes frente al Unicaja y el CAI Zaragoza, serán claves para saber si el Gipuzkoa Basket tiene mimbres para luchar por ese octavo puesto.

El juego en equipo y el extraordinario momento que atraviesa Jason Robinson son los mejores avales de los guipuzcoanos. El alero estadounidense ya es el mejor anotador de la ACB con 18,2 puntos de promedio por encuentro, además de ser el quinto más valorado, el noveno que más balones recupera y el que más minutos está en la cancha.