Contra las cuerdas
El Lagun Aro GBC, que acusó la pobre actuación de Woods y Finley, pierde ante un CAI Zaragoza muy superior y, a falta de seis jornadas para el final, está a dos triunfos de la salvación
El futuro del Lagun Aro GBC en la Liga ACB vuelve a estar seriamente en entredicho. Ya lo estuvo hace un par de meses, coincidiendo con el parón por la Copa, cuando estuvo a tres victorias de la permanencia, y el equipo de Sito Alonso ha protagonizado desde entonces una meritoria reacción sumando cinco triunfos en ocho jornadas que, sin embargo, no está resultando suficiente para salir del pozo. El fin de semana ha resultado fatal, incluso dramático, para los intereses guipuzcoanos, ya que a las victorias logradas el sábado por el Fuenlabrada -que acumula tres éxitos consecutivos- y el Cajasol -que visita Illunbe el próximo domingo- se unió ayer la derrota del propio Lagun Aro en Zaragoza por 86-74, lo que deja al equipo a dos triunfos de la salvación, una distancia considerable y muy difícil de remontar a falta de seis jornadas, sobre todo teniendo en cuenta el temible calendario que le espera. Ahora mismo los de Sito están, hay que reconocerlo, contra las cuerdas. El lastre de las 20 primeras jornadas sigue pesando, y de qué manera.
El Lagun Aro ha mejorado mucho en los dos últimos meses, pero probablemente no tanto como para hacer frente a un CAI Zaragoza que se encamina con paso firme hacia los play-off. Y menos si los dos americanos, Qyntel Woods y Morris Finley, protagonistas estelares en los recientes triunfos, no tienen su día y están lejos de su mejor versión. Sin ellos a un alto nivel, el equipo de Sito pierde buena parte de los recursos ofensivos que le han llevado a anotar 80 puntos o más en seis de los últimos siete compromisos y le convierten en un equipo luchador, que no se rinde, que tiene las ideas claras, pero demasiado corto de talento como para hacer frente a rivales de la enjundia del CAI. El problema es que de aquí al final, además del Cajasol y el Blusens, enfrente van a estar cuatro de los siete primeros clasificados: Valencia, Gran Canaria, Barcelona y Real Madrid. Un panorama para echarse a temblar.
igualdad inicial Woods empezó recordando al jugador que se había exhibido ocho días atrás y abrió el partido en el Príncipe Felipe con un triple en el primer ataque, pero a partir de entonces el ala-pívot se pareció más bien a ese jugador errático y fallón de la primera vuelta liguera. Su 4/10 en lanzamientos y sus cinco pérdidas de balón fueron un lastre, ya que dejaron al equipo sin esa figura del cuatro abierto tan importante. Con Woods desaparecido, todo fue más difícil. David Doblas, pletórico en las últimas jornadas, mantuvo el marcador igualado con ocho puntos y una buena defensa sobre la estrella rival, Henk Norel, y el marcador llegó igualado al término del primer cuarto (19-19).
El Lagun Aro, apoyado por cerca de un centenar de aficionados guipuzcoanos en un pabellón talismán a lo largo de su breve historia, parecía capaz de hacer frente al CAI y Sito dio entrada a Finley para ver si el escolta podía compensar la falta de aportación de su compatriota. Pero Finley tampoco tuvo su día. El escolta estuvo muy vigilado en todo momento, lo que le obligó a forzar demasiado sus acciones ofensivas con escaso acierto (4/11 en tiros de campo y tres pérdidas). El americano lleva dos partidos flojos, quizás porque ha perdido ese efecto sorpresa al que se refirió él mismo a su llegada. Los errores, además, le hicieron enfadarse consigo mismo, con los rivales y con los árbitros, aunque, todo hay que decirlo, peleó como un jabato hasta el final porque su espíritu competitivo es grande.
parcial 19-6 Los problemas en ataque del Lagun Aro fueron aprovechados por el CAI, que siguió anotando a su ritmo y marcó diferencias antes del descanso (42-34) pese a unos brillantes minutos de Neto, con dos asistencias y cuatro puntos que dieron aire al equipo. Ya en el ecuador se antojaba difícil derribar a un CAI Zaragoza muy sólido y con más recursos. Un 0-8 de parcial en la reanudación, forjado a partir de una gran intensidad defensiva que permitió al Lagun Aro correr, pudo girar el signo del choque, pero en cambio fue un espejismo. El CAI Zaragoza, de la mano de Rudez, un alero de 2,08 metros de altura que resultó absolutamente imparable, demostró las diferencias entre ambos equipos y con un parcial de 19-6 dejó el partido muy cuesta arriba para el Lagun Aro (61-48) pese a los postreros intentos en el tercer cuarto del batallador Finley (61-52). La ineficacia exterior de los americanos (2/10 desde 6,75) marcó el desacierto general (6/25) de un Lagun Aro que ante las dificultades abusó del tiro exterior y no metió muchos balones a Doblas, que metía todo lo que le llegaba.
En el último acto el equipo de Sito nunca dio la sensación de poder dar la vuelta al marcador. Llegó a ponerse a ocho puntos con el segundo triple del día de Woods (67-59), pero justo después un parcial maño de 6-0 hizo imposible la remontada. Al menos, el Lagun Aro siguió dando la cara hasta el final gracias al empuje de Neto, Paunic y Doblas y la derrota fue honrosa (86-74). Pero una derrota al fin y al cabo, que es un palo importante en la situación límite que vive el conjunto guipuzcoano. Estar a dos victorias de la salvación con seis temibles jornadas por delante es sinónimo de tener un pie en la LEB, pero si este equipo ha podido recuperarse de su angustiosa situación clasificatoria de hace dos meses, hay que darle un voto de confianza y pensar que va a ser capaz de alcanzar la última jornada con opciones de salvarse. Está difícil, muy difícil, pero si gana el domingo al Cajasol en Illunbe, quizás las cosas se vean desde una perspectiva más optimista. Será una final, otra, para un Lagun Aro que lleva casi toda la temporada en descenso y que ahora está contra las cuerdas, en una situación límite.