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El golpe perfecto

El Lagun Aro GBC se lleva la victoria en Fuenlabrada y además gana el average (72-86) tras una maravillosa exhibición de equipo liderada por Salgado, Woods y Finley

El golpe perfectoFoto: efe

Donostia. El Lagun Aro GBC está vivo, muy vivo, en la lucha por la salvación. Después de un primer tercio de curso desolador y de una mejoría progresiva a partir de mediados de diciembre, confirmada en las últimas semanas tras la llegada de Ivan Paunic y Morris Finley, el equipo de Sito Alonso necesitaba un golpe en la mesa, un triunfo que le metiera de lleno en la pelea, que confirmara que tiene capacidad para seguir el año que viene en la ACB. Y esa victoria llegó ayer. En la misma cancha que había perdido en sus anteriores cinco visitas, el Lagun Aro no solo ganó, sino que dio el golpe perfecto: se llevó una victoria clave y además recuperó el average (72-86) a un rival directísimo como es el Fuenlabrada, del que ahora le separa solo un triunfo. Un botín valiosísimo teniendo en cuenta que en caso de derrota los guipuzcoanos habrían quedado al borde del descenso. El Lagun Aro sigue siendo penúltimo, pero la salvación se ve más posible que nunca.

El triunfo tiene otro valor añadido, ya que llegó tras un grandísimo partido por parte de los hombres de Sito. Fue una exhibición de equipo. Un trabajo coral magnífico, irreprochable. Los líderes fueron los que tienen que serlo, los dos americanos -Woods y Finley-, que tiraron del carro anotador con maestría, y el capitán, Salgado, letal en el último cuarto. Pero todos los que saltaron a la cancha tuvieron su momento, su importancia. Cada uno hizo su papel. Neto, Papamakarios, Paunic, Rubio, Doblas, Ibekwe... todos jugaron bien, todos sumaron. Todos pueden sentirse orgullosos y partícipes del triunfo. También Dani Díez y Olaizola, que no jugaron pero que, por lo visto ayer, han puesto las pilas a sus compañeros en los entrenamientos. Porque las victorias -tres en los cuatro últimas jornadas y dos consecutivas por primera vez en toda la temporada- se basan en el trabajo diario y, sobre todo, en una actitud y unas ganas de superación encomiables porque no éramos pocos los que dábamos por descendido a este equipo desde hace tiempo. Pero Sito y sus hombres creen en ellos mismos más que nadie y van a luchar hasta el final por la salvación. Y son capaces de conseguirla, porque a cabezones no les gana nadie.

tres cuartos igualados Ante una cita tan importante, el Lagun Aro había intentado durante toda la semana quitarse la presión de encima, y la táctica surtió efecto, porque los jugadores saltaron a la cancha del Fernando Martín muy concentrados, pero sin ninguna ansiedad. Preparados para la batalla, metidos en el partido y con las ideas claras, tratando de traspasar los nervios y la presión al otro bando. Dentro de la angustia que suponía un encuentro entre el antepenúltimo y el penúltimo, la batalla fue bonita y emocionante. En los tres primeros cuartos, las diferencias fueron mínimas. Nadie lograba distanciarse, pero la sensación era que los hombres de Sito estaban mejor situados en la cancha. Frente al acierto exterior del Fuenlabrada, liderado por el 4/4 en triples de Cortaberría, el Lagun Aro opuso el incansable trabajo de Neto y Paunic y el acierto de un inspiradísimo Woods, autor de quince puntos antes del ecuador. El americano ha pasado de villano a héroe, y ayer fue uno de los indiscutibles protagonistas de un gran triunfo cuando hasta diciembre su rendimiento había sido pobrísimo. Su recuperación es atribuible al incansable trabajo psicológico, físico, técnico y táctico que ha estado haciendo el cuerpo técnico con él. Bravo por ellos.

El 42-43 dio paso a un tercer cuarto en el que tomaron responsabilidades Feldeine y Finley. Los dos killers habían pasado bastante desapercibidos y sabían que tenían que dar un paso al frente. Ambos ofrecieron un bonito duelo del que salió vencedor el escolta del Lagun Aro, porque además de anotar reboteó, asistió y estuvo muy activo en defensa, incluido un bonito robo de balón al propio Feldeine. En cualquier caso, al término del tercer cuarto seguía la igualdad (60-62) porque el Fuenlabrada contaba con el siempre importante factor cancha.

parcial de 0-11 En el último acto, además de todo lo anterior, entró en juego la batalla psicológica. Los posibles nervios, la precipitación. El miedo a fallar un tiro que podía resultar decisivo en un partido tan trascendente. Y en este ambiente se desenvolvió como un maestro Javi Salgado. Dio dos asistencias a Ibekwe y metió un triple y una preciosa canasta de dos -con un amago que hizo volar a dos jugadores del Fuenlabrada- que dispararon a su equipo en el marcador tras un parcial de 0-11 (63-75). No acabó ahí la exhibición del capitán, que en la siguiente jugada metió un triple desde ocho metros que acabó por hundir a los madrileños (65-78) a cuatro minutos de la conclusión.

A partir de ahí, con la victoria encarrilada, entró en juego otro partido, el del average. Había un doble triunfo en juego. No era lo mismo ganar por diez o por doce, ya que el Fuenlabrada se había impuesto en Illunbe por 75-86. La diferencia entre tener el average a favor o en contra es abismal en la lucha por la salvación. En caso de empate, supone seguir en la ACB o bajar. Nada más y nada menos. Y con Salgado muy vigilado, surgieron de nuevo Woods y Finley. Cinco puntos del primero y un triple del segundo cortaron de raíz cualquier intento fuenlabreño. Los dos americanos hicieron un partidazo. Entre los dos anotaron 37 puntos con un 6/11 en tiros de dos y un 8/11 en triples. Unos números brutales que demuestran tanto su calidad como la responsabilidad con la que están actuando. Los postreros intentos del Fuenlabrada fueron aplacados por la defensa del Lagun Aro, que estuvo a gran nivel en los instantes decisivos. El equipo de Sito dio el golpe perfecto y encara las diez últimas jornadas en su mejor momento y plenamente convencido de que va a seguir en la ACB. Ayer, desde luego, dio un paso de gigante para conseguirlo.