donostia. Jugando así, cualquier cosa es posible. Incluso lograr una salvación que durante muchas semanas ha parecido incluso utópica. El Lagun Aro GBC se dio un homenaje a costa del Valladolid, al que recuperó incluso el average tras derrotarle por 16 puntos (94-78) y confirmó la mejoría apuntada en las últimas fechas con un triunfo que se antojaba absolutamente vital para seguir creyendo en la permanencia. El equipo de Sito Alonso actuó con la intensidad necesaria en defensa y encontró a muchos hombres inspirados en ataque, lo que hizo que lograra, con 94 puntos, su tope anotador de la temporada. El acierto en el triple, con 13 anotados de 29 intentos, fue el arma que derrocó a un Valladolid que se mostró muy inferior en su paso por Illunbe.

El Lagun Aro llevaba varias semanas mostrando una clara mejoría en su juego, pero las victorias llegaban con cuentagotas y el partido de ayer era prácticamente una final para reengancharse a la lucha por la permanencia. Solo valía ganar. Y los jugadores estaban totalmente concienciados. Las dos semanas de parón les han sentado muy bien. "Después de la Copa se verá al verdadero Lagun Aro", ha repetido en más de una ocasión Sito. Pues ojalá el Lagun Aro que se vea hasta final de temporada sea el de ayer, porque entonces habrá bastantes posibilidades de que siga jugando el año que viene en la ACB. Ayer quedó demostrado que equipos como el Valladolid, el Murcia o el CB Canarias, conjuntos que apuntaban a pelear en la zona baja y que transitan con holgura por la clasificación, no son nada del otro mundo y que el Lagun Aro está, por lo menos, a su nivel. El problema es que su penoso inicio de temporada le ha hecho estar muy retrasado y le obliga a una machada de aquí al final para dejar a dos equipos por detrás.

Definitivamente, Ivan Paunic y Morris Finley han dado otro aire al Lagun Aro. El equipo que estaba hundido ha recuperado la energía tras la llegada de ambos, pese a que ayer el serbio no tuviera un día especialmente bueno. No es solo lo que aportan en la cancha, que es mucho. Es evidente que su llegada ha elevado el ánimo de sus compañeros. Son dos jugadores competitivos, que han llegado con ansias de brillar en la ACB. Además, tienen experiencia y saben lo que tienen entre manos. Justo lo que necesitaba este equipo. A su vera, jugadores como Woods, Papamakarios y Doblas han crecido. El equipo es ahora más equilibrado. Hay más hambre en defensa y más variantes en ataque. Pese a su desesperada situación, el Lagun Aro se lo cree y lo demostró ayer con una victoria aplastante, sin paliativos.

El equipo guipuzcoano salió a por todas desde el minuto uno, a morder al Valladolid y a marcar terreno desde el principio. El ritmo tanto en ataque como en defensa que imponían los hombres de Sito era alto y el primer estirón en el marcador llegó gracias a tres triples consecutivos, dos de Papamakarios y uno de Neto. El acierto del Lagun Aro GBC desde 6,75 fue espectacular. Los mismos jugadores que antes no metían una, como el propio Papamakarios, ahora están con confianza y aciertan. David Doblas, en su mejor partido con diferencia de la temporada, tomó el relevo anotador y metió hasta cinco canastas bajo el aro entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo, con lo que a falta de cinco minutos para llegar al descanso el marcador señalaba un espectacular 40-21. El trabajo de Doblas permitió al Lagun Aro encontrar un equilibrio entre el juego exterior y el interior, algo que no ha logrado en muchas ocasiones este año.

La tercera falta de Paunic, que estaba haciendo un gran trabajo atrás y que dejó para las imágenes más espectaculares de la jornada un mate brutal, desconectó un poco a sus compañeros y el Valladolid lo aprovechó para recortar ligeramente distancias (43-30). En la reanudación, Woods volvió a poner tierra de por medio (48-30) antes de los peores minutos locales, que en una pájara de tres o cuatro minutos encajaron un parcial de 6-18 que ajustó mucho el marcador (54-48). Un tiempo muerto de Sito reactivó a sus hombres y Papamakarios evitó mayores disgustos con dos triples consecutivos a los que dieron continuidad con sendos aciertos Finley y Salgado para dejar finiquitado el choque en el minuto 30 (66-50). La labor del griego, con sus puntos, y del capitán, con su inteligencia para romper la zona del Valladolid, fue impagable.

La exhibición local, ante una grada emocionada, continuó y la diferencia llegó a ser de hasta 24 puntos (76-52), momento en el que el Lagun Aro empezó a pensar seriamente en recuperar el basket-average (76-61 en la primera vuelta en el Pisuerga). "Nos ganaron por 15 allí, tenemos la oportunidad de devolvérsela", arengaba Sito a sus hombres. Los últimos minutos, con el partido decidido, fueron una batalla por ese average que finalmente cayó del lado guipuzcoano gracias a la sangre fría de Finley desde la línea de personal. Y es que cuando los dos americanos suman 37 puntos, dos o tres hombres más son capaces de encontrar sus opciones en ataque y la defensa está al nivel exigido, todo es más fácil. Este Lagun Aro sí es un equipo y así es capaz de todo. Su objetivo a partir de ahora es no bajar de este nivel y a ser posible subirlo. La de ayer fue solo la primera batalla. Quedan trece más. Y hay que ganar muchas.