mEDIADO el pasado verano, la situación de Nacho Martín era, cuanto menos, incómoda. Era el único jugador que tenía contrato con el Valladolid, un club rodeado por la incertidumbre y que no podía fichar porque ni siquiera sabía si iba a disputar la ACB o la LEB Oro y que, una vez solventada la principal incógnita, siguió arrojando dudas en una pretemporada marcada por las derrotas y los fichajes tardíos. Menos de seis meses después, la situación de Nacho Martín es idílica. Se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la ACB y es el líder de un Valladolid que circula por la ACB con la solvencia que le dan ocho victorias, cinco más que el Lagun Aro y cuatro más que el Manresa, el equipo que marca el descenso, por lo que visitará Illunbe el sábado con el objetivo de lograr un triunfo con el que prácticamente daría carpetazo a la permanencia.
El cambio de escenario a orillas del Pisuerga ha sido total. "Estamos sorprendiendo a todos", dice, orgulloso, Nacho Martín (Valladolid, 22 de abril de 1983), "porque en pretemporada la situación era de incertidumbre. Solo estábamos con contrato el entrenador (Roberto González) y yo, y las noticias que llegaban eran todas malísimas porque parecía que íbamos a perder la categoría. Cuando supimos que nos quedábamos en la ACB los fichajes tardaron en llegar y perdimos todos los partidos de pretemporada, jugando mal. Hasta la semana previa al inicio de la temporada no se completó la plantilla", repasa el exjugador del Gipuzkoa Basket. Si desde dentro la situación ya se veía con preocupación, desde fuera directamente se percibía al Valladolid como un candidato fijo al descenso. "No dan el nivel de ACB", escribió en Twitter Tomas Satoransky, base del Cajasol. Luego trató de rectificar ese comentario, pero en el fondo era lo que todos pensaban. "Parecían una banda", reconoce David Doblas.
El último fin de semana de septiembre, el Valladolid se presentó en el Palau Blaugrana con media plantilla recién llegada y tras una desastrosa pretemporada. Parecía el rival propicio para que el FC Barcelona abriera el curso con una paliza histórica. Pero sucedió al revés. El Valladolid dio una de las grandes campanadas de los últimos años y asaltó el pabellón blaugrana, en un triunfo que hizo olvidar todas las penurias pasadas y que seguramente ha sido clave en su cómoda situación actual. "De repente ganamos en el Palau y la cosa cambió. Creo que el Barcelona salió relajado, pensó que sería fácil, y nosotros en cambio jugamos sin nada que perder. A ellos les salió todo mal y a nosotros todo bien. Ese triunfo hizo que creyéramos en nosotros y a partir de ahí hemos pasado por dificultades, pero siempre manteniendo una línea. Tenemos un equipo muy interesante y nos comportamos como un bloque", cuenta Nacho.
Y dentro de ese bloque destaca precisamente él, formado en la cantera del Barcelona y que vivió su despegue hacia la elite en Donostia, siendo una pieza clave en el sorprendente rendimiento de otro equipo, aquel Bruesa GBC que contra todo pronóstico subió a la ACB. "Los recuerdos que tengo son muy buenos. Fue una temporada increíble a nivel de resultados y allí tengo grandes amigos", dice Nacho Martín, que llegó como alero pero que mediada la temporada empezó a jugar de ala-pívot debido a la lesión de Eric Cuthrell. Y ahí, de cuatro abierto, figura clave en el baloncesto actual, donde sigue jugando, y brillando el vallisoletano. En verano Roberto González le asignó el papel de capitán, un rol que Nacho Martín se ha ganado a pulso en la cancha. Promedia 13,3 puntos (con un 59% en tiros de dos y un 43% en tiros de tres) y 6,4 rebotes para una valoración media de 15,8, que le sitúa como el sexto mejor jugador en el ranking de la ACB por detrás de Germán Gabriel, Nikola Mirotic, Carl English, Lamont Hamilton y Sergio Llull. Además, fue el MVP de la jornada 17 y ha entrado en tres ocasiones en el quinteto ideal de la semana.
Con estos números, no es de extrañar que su afición cante en el Pisuerga "Nacho selección". "Lo agradezco mucho, la gente de Valladolid me trata muy bien. Me hace un poco de gracia, porque es algo que no me habían cantado nunca. Sinceramente, no sé si tengo alguna opción. Creo que no estoy al nivel de los jugadores de la selección, son estrellas, pero si tuviese la oportunidad sería feliz".
Su evolución en los últimos años ha sido importante. Tras aquel curso en Donostia, fichó por el Granada, donde se estancó. En 2009 retornó a la LEB Oro de la mano del CAI Zaragoza, con el que logró un nuevo ascenso. Pero no se reencontró con su mejor versión hasta que no volvió a coincidir con Fisac, que había subido a su vez con el Valladolid y que le llamó en el verano de 2010. "Es un técnico al que aprecio mucho, que siempre me ha dado confianza. Él me puso a jugar de forma regular de cuatro. Ahora con Roberto me siento igual de bien porque es otro entrenador que da confianza y es algo que yo necesito".
Nacho Martín tiene fama de cuidarse y de trabajar duro para mantenerse en forma. De hecho, su evolución física es visible desde que pasó por Donostia en la temporada 2005-06: "He ganado peso a nivel muscular. Me tomo el trabajo físico muy en serio en verano y durante la temporada. Soy responsable, porque sé que vivo de mi cuerpo. Si no te cuidas, no rindes".
Al vallisoletano le duele ver al Lagun Aro en la situación actual: "Es verdad que están en una situación crítica. Para ellos cada partido es como una final. Me sabe mal que estén así, tengo grandes amistades allí y no me gusta verlos en el último puesto. Quiero que salgan de abajo, pero para eso tienen que empezar a ganar ya y nosotros vamos a Donostia con la intención de ganar porque queremos asegurarnos la clasificación cuanto antes. Es un partido importante".