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Floren Nazabal marca distancias

Se clasificó fácil y batió la marca que databa del año 1986Atutxa fue segundo y Otaegi, Azurmendi, Otaño y Olasagasti también pelearán por la txapela

Floren Nazabal marca distancias

El aizkolari de Etxarri Aranaz, Floren Nazabal, se clasificó el primero de los doce prefinalistas y dejó constancia patente de que es el mayor aspirante a la txapela de campeón de Euskal Herria, marcando una notable distancia y rompiendo marcas en la fase previa que se celebró en el frontón Municipal de Elizondo. Ante un material de gran nobleza, Nazabal pulverizó con 15,13 minutos el récord que ostentaba Anjel Arrospide desde 1986 y encabezó el grupo que con Atutxa, Azurmendi, Otaegi, Otaño y Olasagasti disputarán la final que se librará el 18 de noviembre en la localidad navarra de Arbizu.

La batalla por los seis puestos en la final se libró en tres tandas de cuatro aizkolaris, con un trabajo de seis troncos (dos de 54, dos de 60 y dos de 72 pulgadas) que todos cortaron de menor a mayor en la primera entrada y al revés en la segunda, con una auténtica exhibición de poderío de Floren Nazabal que acabaría superando en más de dos minutos al vizcaino Atutxa que sería segundo clasificado. A destacar la labor del igeldoarra del caserío Loinazenea, Joxemari Olasagasti, con 53 años el más veterano y el único que resta de su generación, y como siempre un ejemplo de entrega y pundonor.

La madera, troncos de haya verde que llegó del bosque de Irati del otro lado de la muga, "especial para establecer marcas" como diría Joselu Retegi, presidente de la Federación Navarra de Herri Kirolak, en un frontón que acogió a unos 200 aficionados, muy por debajo de lo que merecía el cartel pero acorde con la crisis de los tiempos. Nazabal (43 años), a 20 años de quien se parece perfilar su sucesor, Aitzol Atutxa (24 años), y aún más un Olasagasti que le saca 30 años al vizcaino, abrieron la competencia y no tuvieron más que esperar (el de Igeldo, más justo pero con 32 segundos de margen) que les llamarán para formar el grupo de los seis clasificados.

El vigente campeón, Iñaki Azurmendi (Arriaran, 40 años) fue tercero en la segunda tanda, la más competida y la que aportó más finalistas (tres de los cuatro concursantes), trabajó con solvencia y relativa tranquilidad, observando el duelo particular que libraban Atutxa y Otaegi (12 segundos entre uno y otro) y confiando en la rapidez de la tanda. Y en la tercera, Otaño se ganó la plaza ante el leitzarra Rekondo que aparentemente no calculó bien los tiempos y se quedó en las puertas. Al final, Floren Nazabal se mostraba sereno y confiando en sus posibilidades "aunque en tres semanas pueden pasar muchas cosas y nunca se sabe, pero me encuentro bien y con buenas sensaciones". El de Etxarri Aranaz celebró la calidad del material, "muy noble, de lo mejor que he cortado en muchos años" y dejó entender que estará "precavido para evitar sorpresas", consciente de que todo le señala como el gran favorito.

Por su parte, Olasagasti, volvió a dar ejemplo de gran aizkolari, el único que resta de una gran generación pero con su pundonor y profesionalidad de siempre. "Me he encontrado bien, los años no pasan en balde pero me veo fuerte y la afición me anima a continuar", consciente de que es leñador de trabajos más largos y duros, al que por edad no le va la rapidez. Desde la grada le siguió Donato Larretxea, al que la espalda siempre le ha negado la continuidad del gran campeón que prometía. La estampa del sufrimiento la puso Aitor Senosiain, que acabó en el suelo roto por el esfuerzo pero acabando su trabajo. El de Olague y Juan José López Azpilikueta, últimos clasificados ayer, perderán la categoría. El descenso del de Lezaun fue una de las sorpresas de la jornada.