Una exhibición digna de 'play-off'
El Lagun Aro, con un juego en equipo ejemplar, hace un partidazo para derrotar al Caja Laboral y fortalecer su cuarta posición ante un público entusiasmado
Donostia. El Lagun Aro GBC no tiene freno. Lejos de conformarse tras haber ganado el pasado miércoles al Unicaja y ponerse cuarto en la clasificación, el equipo de Sito Alonso dio ayer un paso más en la histórica temporada que está cuajando y doblegó al Caja Laboral por 81-73 en Illumbe. Fue la decimocuarta victoria del curso, pero no fue una victoria más. El Lagun Aro hizo un partidazo y se lució ante el tercer mejor equipo de la liga, al que durante muchos minutos destrozó. Todos los jugadores dieron una auténtica exhibición de lo que es jugar en equipo, unos sacrificándose en defensa y otros asumiendo los galones en ataque, pero todos a una. El conjunto de Sito ha alcanzado un punto de madurez, alegría y capacidad de trabajo que le convierten en un rival temible. Hasta el Caja Laboral, un equipo duro y correoso donde los haya, se tuvo que rendir ante un Lagun Aro que dio la enésima alegría del curso a una afición que enloqueció porque le encanta lo que ve en la cancha.
A estas alturas, ya nadie debería pensar que el cuarto puesto del Lagun Aro es casualidad. Es totalmente merecido y, para confirmarlo, ha ganado de forma consecutiva al Unicaja, equipo que ocupaba esa posición, y al Caja Laboral, que está un peldaño por encima. De hecho, ha ganado doce de sus últimos catorce partidos, una marca estratosférica. El equipo guipuzcoano no solo aspira a jugar los play-off, algo que sin duda logrará si mantiene este nivel, sino que luchará por mantener ese cuarto puesto. Y es que, a día de hoy, no se le advierten grandes debilidades al Lagun Aro, ni hay razones para pensar que vaya a tener un bajón de aquí al final de la liga. Es un equipo que rebosa confianza en sus fuerzas, que cree en lo que hace, y esa es quizás la clave de su sobresaliente rendimiento. Todos van a una, liderados por un entrenador que transmite un optimismo y una energía contagiosas, y que además está sabiendo combinar esa situación de euforia con la exigencia en el trabajo diario, algo muy difícil de conseguir. No se le advierten límites ni techo a este equipo con mayúsculas.
Todas las virtudes de este Lagun Aro que enamora salieron a relucir en los primeros 20 minutos del derbi de ayer en Illumbe. Como era de esperar, los jugadores de Sito salieron a por todas desde el minuto uno. Y eso sin Vidal, que no estaba ni anímicamente bien (su abuela falleció el sábado) ni físicamente al 100%, ya que unas molestias le habían impedido entrenar los dos últimos días. Salió en su lugar Lander Lasa, que hizo un gran trabajo en defensa. Y es que, cuando un equipo funciona, todos los jugadores suman. Una impecable labor ofensiva, con sistemas bien trabajados que desarbolaron al Caja Laboral -fruto de horas y horas de entrenamiento-, y un encomiable empeño atrás, con Papamakarios como estandarte, provocaron las primeras ventajas importantes en el minuto siete (18-9) gracias a un 2+1 de Lorant, otro secundario que hizo muy bien las cosas ayer. Dos acciones seguidas de Baron pusieron el broche a un primer cuarto perfecto, que acabó con 27-15.
La exhibición continuó después, con un triple desde ocho metros de Baron, una jugada de Panko y un mate en contraataque de Neto que mantuvieron la renta (36-23) y confirmaron que el Lagun Aro iba muy en serio a por el partido. Los dos estadounidenses estaban tan enchufados que pecaron de precipitación en las siguientes jugadas, pero la entrada de Salgado y Papamakarios volvió a dar solidez al juego y el griego se convirtió en protagonista con un triple y un robo que dieron quince de renta a su equipo (46-31), una ventaja que Neto y Panko mantuvieron justo antes del descanso, al que se llegó con 50-36 tras veinte minutos sensacionales del Lagun Aro, en los que bordó el baloncesto. Fueron dos cuartos para guardar en el recuerdo como el mejor ejemplo de lo que es este grandioso equipo que da gusto ver.
19 puntos de ventaja En la reanudación, el Lagun Aro siguió castigando la defensa baskonista, aunque esta vez metiendo balones a Betts, que metió dos canastas seguidas que aumentaron la renta local a 17 puntos (56-39), diferencia que Papamakarios se encargó de estirar aún más (58-39). A partir de ahí, el equipo local pareció empezar a acusar su generosísimo esfuerzo físico y el Caja Laboral reaccionó anotando hasta cuatro triples consecutivos, sangría que lograron frenar Baron y Panko, este último tras una magistral jugada colectiva, con un rápido y certero movimiento de balón que el de Harrisburg remató con un triple.
Las dificultades para anotar eran, sin embargo, acusadas y el Caja Laboral se acercó a once puntos en el minuto 32 (69-58), pero surgió otra de las cualidades del Lagun Aro, su capacidad para hacer parciales favorables en un abrir y cerrar de ojos, y Lorant, Vidal, Neto y Panko culminaron con éxito cuatro ataques seguidos que dejaron sentenciado el choque (79-62) a cinco minutos del final. Y es que, además de todo lo anteriormente mencionado, este equipo tiene una calidad tremenda en algunos de sus jugadores, que están entre los mejores de la liga.
El conjunto baskonista limó diferencias en la recta final, pero poco importó, pese a que Sito, en el último tiempo muerto, dio una muestra más de su ambición y habló de recuperar el basket-average (86-74 en la primera vuelta). La fiesta era total en Illumbe. El Lagun Aro es un equipazo que ha enganchado del todo a su afición y que entusiasma con su juego total. Ayer fue, simplemente, superior al tercer clasificado de la ACB. Este equipo tiene trabajo, talento y actitud y, así, puede llegar donde quiera. ¿Quién se atreve a poner un límite a este Lagun Aro?