joe Frazier falleció en Filadelfia el lunes por la noche a los 67 años tras una dura batalla contra el cáncer de hígado que le detectaron hace un mes. El expúgil vivía en un hospicio. Frazier dejó un legado de leyenda que le hizo célebre por ser el hombre que despojó de la condición de invicto al grandioso Muhammad Alí.
Quizá le faltó desbancarlo de la cima del boxeo para hacer más inmensa su figura, pero no admite dudas concluir que sin Frazier, la leyenda de Alí no hubiera sido posible porque fue el único que siempre le hizo sacar lo mejor de su boxeo, algo que no pudieron hacer los otros rivales a los que se enfrentó.
Alí admitió una y otra vez que necesitó a Frazier tanto como Frazier lo necesitó a él para que el boxeo viviese su era dorada en la categoría de los pesos pesados.
Smokin Joe, como se conocía a Frazier, que también quería que le llamasen el boxeador de Filadelfia, por su gran corazón indomable y estilo agresivo y de acción constante, nunca se resignó a ser considerado "el otro tipo", en referencia a la figura de Alí cuando se enfrentaron en la histórica trilogía de combates de la década de los años 70. Frazier le quitó la condición de invicto en la primera pelea que disputaron en el Madison Square Garden, el 8 de marzo de 1971, cuando Alí se fue también a la lona al recibir un gancho de izquierda devastador, marca de su rival. Fue el 15º asalto y Frazier ganó a los puntos -se embolsaron cada unos 2,5 millones de dólares-. Alí llegaba con una contundente renta de 31-0 y había sido desposeído del título de peso pesado porque, siendo todavía Cassius Clay, rechazó ser reclutado tras ser llamado a filas para combatir en Vietnam. Frente a él, Frazier, con un total de 26-0, no defraudó. Muchos consideran este combate el mejor de la historia.
Alí ganó las dos restantes citas, como la de 1974, también en el Madison Square Garden, cuando se decía que Frazier estaba acabado. Demostró todo lo contrario y perdió a los puntos en doce asaltos.
El encuentro más tórrido fue el que protagonizaron el 1 de octubre de 1975 en la velada The Thrilla in Manila (Conmoción en Manila), cuando ambos púgiles cuajaron una batalla en el asfixiante calor del Coliseo Araneta, en un suburbio de Manila. Los dos boxeadores estaban al borde del colapso de los golpes que se habían intercambiado cuando Eddie Futch, el gran entrenador de Frazier, se apiadó de su pupilo y detuvo el combate -lanzó la toalla- después del decimocuarto asalto. "Siéntate, hijo", le dijo Futch. "Se ha acabado. Nadie olvidará nunca lo que has hecho aquí esta noche". Frazier, con el ojo izquierdo cerrado, sentado en el rincón después de la pelea con su cabeza gacha, dejó una imagen icónica dentro del mundo del boxeo, aún cuando no tuvo nada de qué avergonzarse después de darlo todo y de escuchar de Alí la famosa frase de "esto es lo más cerca que he estado de morir". Frazier y Alí libraron en total 41 asaltos y dejaron una trilogía pugilística para la historia.
Además de Alí, el otro rival con el que perdió en su carrera profesional, en la que registró una marca de 32 victorias, 27 de ellas por la vía rápida, 4 derrotas y un combate nulo, fue George Foreman, quien le arrebató el título de campeón del mundo que había ganado en 1970 al vencer en solo cinco asaltos a Jimmy Ellis.
Si el enfrentamiento en el cuadrilátero fue feroz entre Alí y Frazier, fuera la relación se hizo todavía más tensa durante muchos años. Frazier, nacido el 12 de enero de 1944 en la pequeña localidad de Beaufort (Carolina del Sur), tardó muchos años en perdonarle las ofensas verbales que le dedicó durante la promoción de sus combates al llamarlo "Tío Tom" y "gorila". Las expresiones de Alí le hicieron más daño a Frazier porque había sido su férreo defensor público durante el exilio que tuvo que vivir por su negativa a combatir en la guerra de Vietnam. Por eso, a lo largo de los años la relación personal estuvo dividida entre la enemistad y el perdón, porque Frazier pudo competir con Alí como boxeador, pero como individuo era tranquilo, tímido y muy caballeroso.
En su última aparición en público, el pasado septiembre en Las Vegas, se le vio firmando autógrafos, aunque hablaba arrastrando las palabras por los efectos dejados por los golpes recibidos. Ese día se hizo entender para decir que el mundo del boxeo dentro de la categoría de los pesos pesados era "muy malo".
"Les recomiendo que vean las tres peleas que hice contra Alí y que cada uno haga comparaciones y saque conclusiones", puntualizó el viejo Joe, sin saber que iba a ser su última aportación al boxeo.