Donostia. Sergi Vidal ha pisado por primera vez Illumbe como jugador del Lagun Aro GBC, agradeciendo al club "el esfuerzo e interés que ha tenido en todo momento por tenerme aquí". El alero catalán de 1,98 metros es el primer fichaje de la era Sito Alonso, y sin duda uno de los más ilusionantes para el equipo y la afición hasta la fecha. Después de su etapa en el Baskonia y de dos decepcionantes años en el Real Madrid, Vidal llega a Donostia con las energías renovadas y con la intención de retomar su carrera en el punto en el que la dejó al salir de Vitoria.
No podía ocultar su emoción. Gracias a su buen amigo Albert Miralles había recibido muy buenas referencias del club y de la ciudad. Además, tuvo la oportunidad de hablar con el que será su nuevo entrenador, Sito Alonso, lo cual asegura que ha sido un factor importante para fichar por el equipo donostiarra. "Las conversaciones con Sito Alonso han sido de mi agrado porque tenemos una manera de ver el baloncesto muy parecida. El estilo que me propone y que predica se acerca mucho a mi manera de jugar y de ver el baloncesto, y sin duda es uno de los motivos por los que estoy aquí".
Los dos últimos años como madridista no han sido como le hubiesen gustado. Abandonó Vitoria en su mejor momento, con la ilusión puesta en un nuevo proyecto al mando de Ettore Messina, pero el resultado no fue ni mucho menos el esperado: "Fue una buena decisión, pero las circunstancias no han sido las mejores. Por un lado me arrepiento, porque yo quería jugar y disfrutar y si no lo he hecho no ha sido por falta de ganas, pero estoy orgulloso de haber podido estar en Madrid. Los buenos compañeros que he tenido allí es lo único positivo que puedo sacar de esa etapa, ya que deportivamente no he contado para nada, y ha sido una situación muy difícil de llevar. He intentado siempre hacerlo lo mejor posible y con buena cara, buscando el lado positivo a la situación, pero me ha costado mucho".
Por eso, Sergi Vidal afronta esta nueva oportunidad con más ganas que nunca: "Tengo una gran ilusión por jugar este año aquí y quiero que el GBC llegue lo más alto posible. Si todos damos lo mejor de nosotros mismos podemos llegar todo lo lejos que nos propongamos. Adoro jugar al baloncesto, y se abre una nueva puerta para mí en la que tengo muchísima ilusión y esperanzas puestas".
Es consciente de que este año tendrá que adoptar un rol muy diferente, y que será uno de los pilares del equipo: "Vengo con la intención de ser un jugador importante y estoy concienciado y preparado para dar el máximo. Voy a ayudar a que las cosas sean mejor, a que todo el mundo esté a tope y a hacer lo que en cada momento sea necesario para el equipo. Si hay que coger responsabilidades se cogerán, no tengo ningún miedo ni ninguna duda de que puedo hacerlo. Pero no todo son las estadísticas, se pueden hacer muchísimas más cosas para ayudar a ganar y ser mejores. El baloncesto es como el ejército, tiene que haber distintos rangos: comandantes, generales... Pero la guerra sin soldados que vayan al frente no la vas a ganar."
Con la incorporación de Sergi Vidal al perímetro del Lagun Aro, el equipo cuenta con una línea exterior de lujo, donde habrá que luchar duro por conseguir minutos: "La competitividad nos hace mejores a todos. Si hay jugadores que no tienen rival en los entrenamientos no mejoran de la misma manera. Pero Baron, Panko y yo somos perfectamente compatibles y habrá minutos para todos. Cada uno tiene un perfil distinto, ya que el tres más puro es Panko, Jimmy juega mejor en la posición de escolta y yo soy un jugador bastante polivalente que me puedo adaptar a cualquier situación, por lo que podré jugar con ambos en el campo".
La afición guipuzcoana ve con muy buenos ojos la llegada de Vidal al equipo, algo que ya ha llegado a sus oídos: "Cualquier lugar en el que seas bien recibido es mucho mejor que al que llegas oyendo críticas. Estoy muy contento y agradecido de aterrizar en un sitio donde la mayoría de la gente te espera con los brazos abiertos y te recibe con el mayor de los cariños".