Síguenos en redes sociales:

"Nuestro reto es ser la primera guipuzcoana; aspirar a más es complicado"

Gonzalo Carrión (Hondarribia, 1977) lleva toda una vida remando en el club verde, y en la trainera desde su primer año senior (1996). Cada día monta en la 'Ama Guadalupekoa' tras sus nueve horas de trabajo como escayolista. Éxitos como el de Moaña "compensan todo el sacrificio"

Donostia. ¿A qué hora amaneció ayer lunes?

A las siete menos diez he salido de casa para ir a trabajar. Todos los días me levanto a la misma hora, sobre las siete salgo de casa y nueve horas de trabajo…

Pensaba que con el sueldo de la 'Ama Guadalupekoa' no hacía falta trabajar...

¡Ya podía ser verdad, ya! Pero no llega para todo.

Supongo que días como el del domingo lo compensan todo...

Sí. Todos los sufrimientos del invierno con días como el de ayer (por el domingo) lo compensan, pero acabas reventado: la regata, las emociones, el viaje…

Y eso que fueron en avión…

Eso es, pero entre una cosa y otra acabas bastante cansado. Llegas a casa reventado.

¿Con qué detalle se queda de la regata de Opirata?

Con las ganas que teníamos de remar para quitarnos el mal sabor de boca del sábado y, sobre todo, con la alegría de los nuevos, que han ganado una bandera de la ACT por primera vez. Todos estábamos felices, pero ellos especialmente.

¿Había preocupación en el bote tras la Bandera de Moaña?

Teníamos preocupación por el mal resultado, aunque tampoco fue un descalabro: quedamos a 20 segundos del primero. Sabíamos que habíamos fallado nosotros, no hicimos lo que sabíamos hacer. Sabiendo eso, lo único que teníamos que hacer era corregir. Después de la regata que hicimos el domingo, aunque hubiéramos sido terceros, habríamos estado igual de a gusto. Nada más llegar a meta, ya sabíamos que habíamos andado bien.

Se habló mucho del viento, pero el registro de 19:21 está ahí…

Por el viento podemos cambiar todos los resultados del año. En Camargo, el sábado anterior, teníamos el mejor tiempo de la segunda tanda. Bajó el viento y Urdaibai nos ganó por cuatro segundos. Y no hay que quitarle mérito porque hizo una gran regata en su tanda. Pero es que en nuestra tanda (en Opirata) metimos 19 segundos a Pedreña, 26 a Orio y creo que 34 a Camargo. Esas diferencias ya son como para luchar por la victoria.

Durante la tercera tanda tampoco hubo un vendaval, precisamente.

No, no. Había corriente, pero en todas las tandas ciaboga a ciaboga fuimos aumentando la ventaja con todos.

¿Cuándo comenzaron a pensar que la victoria era factible?

Nada más llegar a la meta. Cuando acabamos y vimos las diferencias que habíamos sacado, le preguntamos a Ioseba (Amunarriz, el patrón) el tiempo que habíamos hecho, y cuando nos dijo 19:22 pensamos: Si no ganamos, nos quedaremos cerca. Sabiendo que habíamos hecho un buen trabajo, ya intuimos que podíamos ganar.

¿Pasaron muchos nervios en la trainera hasta que llegó Astillero?

Un poco de incertidumbre, sí. En la primera ciaboga ves que sacas ventaja, pero la segunda es la que te marca y ahí le sacábamos ocho segundos a Astillero, y como el tercer y cuarto largo los habíamos hecho bien, ya vimos que prácticamente la bandera era nuestra. Son 40-50 minutos de espera, que sabes que puedes estar cerca. Son los nervios, el querer ganar… Llevábamos tiempo sin ganar una bandera en la ACT, y eso también es complicado...

No salieron del agua, ¿no?

Estuvimos en el agua, pero disfrutando del momento. Ojalá todas las regatas tuviéramos esa incertidumbre.

¿Quién les pasaba las referencias?

Ioseba (Amunarriz) nos pasaba con el pinganillo los tiempos, pero solo de ciaboga a ciaboga.

El entrenador Mikel Orbañanos dijo que le hacía especial ilusión el triunfo porque se logró con remeros jóvenes y con él en tierra, sin que la trainera se resintiera.

La trainera llevaba desde el invierno trabajando con él dentro y en las últimas dos semanas con él fuera. Creo que está satisfecho con el trabajo de todos. Julen (Castrillón), Manex (Alday), Jon Larrañaga, Agoitz Irazoki y Aner (Etxart) se han estrenado con una bandera ACT. Y eso es importante.

Ya había sustituido a Orbañanos en proa en alguna regata. ¿Qué tal se lleva lo de suplir al jefe?

Al final, lo tienes siempre al lado y todos los años me ha tocado alguna regata delante. Es una decisión técnica. Él ha decidido verlo desde fuera y verá que andamos bien así. De proa estuve muchos años, con Ioseba en el B, y también con Aitor Carrillo en su época. Las veces que ha fallado Mikel por lesión o por decisión técnica, le he suplido.

Hondarribia siempre se ha caracterizado por realizar buenas maniobras. ¿Dónde está la clave del éxito? ¿Lo trabajan de forma especial, Ioseba es un crack, o…?

Al final es todo. Cuando te salen bien las cosas, sale todo bien. Si en estribor no empujas, si babor hace agua, si Ioseba no calcula bien, si el proel no acierta… Es toda una cadena. Normalmente las ciabogas se nos dan bien, pero al final es por un cúmulo de cosas. Tenemos que aprovecharlas para acortar diferencias o para ganarlas.

¿Es de los que llega al final de temporada y hay que animarle para seguir?

Siempre acabo con ganas de seguir. No es que se me quede corta la temporada, pero siempre termino con ganas. Los últimos años hemos llegado a septiembre muy fuertes. Pero mucha gente acaba bastante cansada, con ganas de desconectar.

Tras varias bajas y alguna incorporación, Hondarribia parece haber dado un saltito respecto a 2010, que les costó salir del agujero.

Una vez que te metes ahí abajo, cuesta salir. Tuvimos nuestros momentos en algunas regatas, como campeonatos y La Concha, pero en la Liga nos costó bastante salir de abajo. Este año, sin tanto nombre, hemos tenido chavales nuevos, y con la ilusión que nos han transmitido hemos ido hacia arriba.

¿Qué le espera a Hondarribia en el futuro? Está peleando con San Juan por la cuarta plaza. ¿Los otros tres son inabordables?

Salimos con el objetivo de luchar por estar arriba en la segunda tanda, y lo estamos consiguiendo. Nos pusimos como reto ser la primera guipuzcoana tanto en campeonatos como en la Liga. Es un reto muy exigente porque San Juan está muy fuerte, y creo que aspirar a más es complicado. Estamos en la pelea de la Liga, a un punto de San Juan, y creo que con opciones al 50% para el Campeonato de Gipuzkoa, sin descartar a Zumaia, a San Pedro y a Orio.

Gran inicio el de Zumaia...

Sí, ha tenido ocho o nueve bajas, y con Xanti Zabaleta como entrenador, se ha notado tanto con la remada como con los resultados. Con un trabajo con humildad y calladitos desde atrás, para mí es el equipo revelación de la temporada.

El triunfo de Hondarribia significa también que el trabajo con la cantera tiene recompensa, que se puede ganar trabajando con jóvenes y sin recurrir a grandes fichajes.

Está claro. Lo que pasa es que en las regatas puntuales los gallos tienen mucho potencial. Es muy difícil superarlos. Es como en el fútbol con un Real Madrid y un Barcelona. Si queremos hacer una Liga competitiva entre todos, hay que evitar los monopolios. Nos hemos metido San Juan y nosotros, que podemos darles un poco caza y abrir más la Liga.