Donostia. A la tercera fue la vencida para Hernani. En el tercer y último partido de su tercera final consecutiva, el conjunto hernaniarra conquistó el Campeonato Interpueblos de Gipuzkoa después de haber perdido las finales de las dos ediciones anteriores. Hernani se impuso a Donostia gracias a la gran actuación de Ojuel y Gorrotxategi en el encuentro de seniors. Los campeones de Euskal Herria decidieron el título en el que, a priori, tenía que haber sido uno de los duelos más igualados de la final, pero la pareja hernaniarra se mostró intratable y puso el 2-1 definitivo en el marcador de la final. Antes, los donostiarras se habían impuesto en categoría cadete y los hernaniarras habían igualado el marcador en el partido de los juveniles.

Si Hernani fue la cara, Donostia fue la cruz. No en vano, el equipo de la capital guipuzcoana perdió su tercera final tras las de 2006 y 2008 y, de hecho, no gana el título desde 1998.

Pese a jugar en el Atano III de Donostia, Hernani, que ayer vistió de colorado, contó con el apoyo inmensamente mayoritario de la grada. Los hernaniarras solo han faltado a tres finales desde 1999 y ya se han acostumbrado a incluir estos partidos como un acto más de las fiestas de San Juan. Ayer, como viene siendo habitual, tampoco faltaron quienes unieron los dos eventos.

Ojuel y Gorrotxategi El título se decidió en el tercer y último choque. Los hernaniarras Paul Ojuel y Aitor Gorrotxategi se enfrentaban a Joseba Báez y Aitzol Fernández en un duelo en el que partían con un ligero favoritismo, pero en el que nadie se atrevía a descartar un triunfo donostiarra.

Los colorados, además, habían perdido sus encuentros en las dos últimas finales, y en ambas habían jugado por debajo de lo esperado. Ayer, sin embargo, no dieron opción a sus rivales y cuajaron una actuación magnífica frente a la que Báez y Fernández no pudieron hacer nada. Ojuel no perdió los nervios en ningún momento y Gorrotxategi mantuvo siempre un gran nivel.

El delantero colorado hizo estragos con su saque y obligó a Báez a jugar lejos del frontis, a trabajar demasiado en defensa y a cometer numerosos errores. Esquivando al delantero donostiarra, la pareja hernaniarra cargó el juego sobre Aitzol Fernández, que tuvo que emplearse a fondo para mantenerse en el partido.

La pelota escogida por Ojuel y Gorrotxategi, mucho más viva que la donostiarra, fue una tortura para la pareja azulona, que solo jugaba a los colorados de tú a tú cuando recuperaba su material.

Báez y Fernández hicieron el primer tanto, pero Hernani enseguida dominó en el marcador con una tacada de nueve puntos (9-1). Con la pelota escogida por los donostiarras se vio más juego y más peloteo. El público, por fin, pudo disputar de tantos peleados y de la calidad de los dos delanteros. Los hernaniarras, sin embargo, no tardaron en situarse de nuevo con una clara ventaja (17-2). Tras una breve reacción local (17-6), Ojuel y Gorrotxategi pusieron la directa hacia el triunfo y sentenciaron el título.

victoria donostiarra En el primer partido de la final, el triunfo fue para los cadetes de Donostia. Julen Chiapuso y Mikel Aranguren vencieron por 10-22 a los gemelos Josu y Egoitz Altuna. Hasta el 7-7 el encuentro estuvo muy igualado, pero después los donostiarras consiguieron hacerse con una clara ventaja en el marcador.

Las dos parejas mostraron detalles de su calidad en los cuadros alegres, si bien fue el donostiarra Chiapuso quien logró marcar las diferencias adelante. Los dos delanteros prefirieron no correr demasiados riesgos y el peso del encuentro recayó en los cuadros de atrás, y allí fue Aranguren quien exhibió su poderío.

Los dos zagueros jugaron a un gran nivel para su categoría. Ante la superioridad del donostiarra, los gemelos ensayaron un intercambio de posiciones, pero la pareja azulona se mantuvo intratable.

hernani iguala la final Los juveniles Eneko Lujanbio y Aritz Murgiondo permitieron a Hernani restablecer la igualdad en la final. La pareja colorada derrotó por 22-5 a los donostiarras Imanol Cristóbal y Endika Manzisidor en el partido con menos historia. El dominio hernaniarra fue incontestable y los donostiarras no ofrecieron en ningún momento su verdadero nivel. De hecho, los colorados no tuvieron prácticamente ni tiempo para lucirse.

Tal vez, la pareja azulona, compuesta por dos delanteros, acusó la ausencia de un zaguero específico. Con el partido decidido, los pelotaris donostiarras intercambiaron sus posiciones, pero Hernani no acusó el cambio y se limitó a ganar en el menor tiempo posible.

Con esta victoria, Hernani, el equipo que más finales ha disputado esta década, suma ya su cuarto título en el Interpueblos.