EN un almacén del Palacio de Hielo Txuri-Urdin, a finales de 2004, Leire, Oihane y Asun vieron unas piedras de curling. "¿Qué es esto?", fue su primera reacción. Preguntaron, les picó la curiosidad y decidieron probarlas. Seis años y medio después, ellas tres, además de Aitana y Iera, son las campeonas de España del curling. Una evolución inimaginable y muy meritoria, teniendo en cuenta los primeros pasos, muy poco esperanzadores.
"Había un equipo que hacía curling en el Palacio de Hielo, pero lo iba a dejar. La Federación Mundial de Curling presta piedras a los interesados en iniciarse en ese deporte y había que decidir qué hacer con esas piedras. Y ya que estaban ahí, pues decidimos jugar. Probamos y nos gustó. Lo decidimos en enero (de 2005) y en mayo fuimos al Campeonato de España sin tener ni idea. No sabíamos casi ni las normas, pero la gente se portó muy bien con nosotras y nos fueron enseñando mientras practicábamos". Las hermanas Leire y Oihane Otaegui, y Asun Manterola fueron las primeras intrépidas curlers.
A ellas tres se unieron primero Aitana Saenz y luego Iera Irazusta, hija de Asun. "Leire y Oihane me animaban. Al principio decía lo típico, que era un deporte de viejos, pero probé y me quedé", reconoce Aitana. Iera hacía patinaje artístico y se animó porque no paraba de oír a su madre hablar de curling y "de los viajes que hacía". "Visto desde fuera puede parecer aburrido, pero cuando juegas tiene algo que engancha", dicen al unísono.
El proceso de aprendizaje fue prácticamente "autodidacta", como dicen las hermanas Otaegui. "Fuimos tres años a Alemania a un curso para entrenadores, leyendo libros, preguntando, viendo lo que hacen las demás...". Las dificultades en este proceso han sido máximas. Para empezar, las condiciones de la pista del Palacio de Hielo no son las idóneas: "La clave es tener hielo bueno, y aquí no lo hay. La pista está machacada, la piedra te va a un lado y no sabes si es porque has tirado mal o porque la pista está mal. La solución es que una calle se dedique exclusivamente al curling, como se hace en otros países".
Un problema de instalaciones que se extiende a toda España, por lo que las jugadoras del Txuri-Berri, además de competir por toda Europa, también optaron en su momento por ir a entrenar al extranjero, una de las claves en su mejoría. "Al principio íbamos a un torneo internacional por año, pero decidimos cambiar eso por ir a entrenar fuera, o ir antes para entrenar un par de días y luego competir. Fue un cambio de mentalidad y lo hemos notado en nuestro juego. Hemos ido al norte de Francia, a Suiza, a Londres...". Una anécdota demuestra que a entusiasmo no les gana nadie: "Una vez, un viernes a la tarde, se anuló el vuelo para ir a Ginebra, pero en vez de quedarnos en casa decidimos ir en coche hasta allí. Llegamos el sábado a las siete de la mañana y nos fuimos directos a entrenar. Estuvimos todo el sábado y el domingo por la mañana entrenando, y el domingo por la tarde vuelta. Me da hasta vergüenza contarlo", se ríe ahora Asun. Las condiciones económicas son precarias. Pese a la ayuda de Cafés Aitona, Cállate La Boca, Teskal y Grupo Iceberg, además de las Federaciones Guipuzcoana y Vasca, ellas mismas se pagan los viajes: "Dormimos en albergues y hacemos la compra en los supermercados para comer".
una colaboración de lujo
Les entrena una excampeona europea y mundial, Robillard
Quizás ese entusiasmo contagió a Melanie Robillard, una exjugadora de curling que ha estado entrenando a las chicas del Txuri-Berri en los últimos meses y cuya aportación ha sido "clave" en el título, como reconocen las cinco. Y es que Robillard es toda una excampeona mundial y europea de este deporte, además de sexta clasificada en los últimos Juegos Olímpicos de Invierno. Canadiense de nacimiento, ha competido con Alemania porque su madre es de allí. Un lujo de colaboración que surgió de la forma más sencilla. "La conocíamos de algún torneo. Lleva viviendo año y pico en Madrid con su novio. En un torneo él comentó que Melanie estaba dispuesta a ayudar a algún equipo, porque era una pena que no estuviera entrenando a nadie. Estuvo con nosotras un fin de semana aquí, luego en una concentración en Jaca y en Pamplona, donde se jugó el Campeonato de España. Sorprende que una campeona como ella ayude a alguien como nosotras sin nada a cambio, pero es que la gente del curling es muy abierta, quiere extender el deporte. Ha sido un lujo y esperamos que siga con nosotras".
El título hace que las cinco integrantes del Txuri-Berri tengan "más ganas que nunca" de seguir. "Ahora viene lo bueno", aseguran, por ejemplo, ese Campeonato de Europa en diciembre. "No hay una selección como tal, así que el Campeonato de Europa lo juega el equipo campeón en España. Hay divisiones y nosotras vamos a jugar en el Grupo B. El objetivo es en teoría mantenernos en esa división, pero tampoco sabemos exactamente qué nivel habrá. Iremos con mucha ilusión".