Arena entre los dedos
"La presión y la falta de confianza", según García Ariño, acabaron con Oinatz Bengoetxea
"Iker Arretxe estaba con golpe, si hubieran ganado...", afirma Roberto García Ariño, técnico de Asegarce, que vio desde el banco de los botilleros la debacle protagonizada por Oinatz Bengoetxea y Jon Ander Albisu en el Astelena de Eibar. Tal y como pronostica el de Aspe, la victoria del de Luzaide e Ibai Zabala en Mutilva ante Juan Martínez de Irujo y David Merino hubiera metido al leitzarra y a Patxi Ruiz en semifinales. Demasiada presión para un dúo de reservas que aguantó, peleó y casi se llevó el gato al agua. No obstante, con el devenir de los duelos, diez tantos se erigían como el límite necesario para Oinatz y Patxi, que fue sustituido por Albisu.
"Jugaron con demasiada presión los dos", desgrana García Ariño, quien apostilla que "Oinatz estaba falto de confianza". Lo demostró el leitzarra, que no gozó de pelota hasta bien entrado el duelo y no arriesgó lo suficiente. Mientras, el goteo de tantos hacía que la clasificación se le escapara sin ser capaz de colocar algún parche en los cuadros delantero. "Albisu también empezó con muchas dudas", señala el técnico vizcaino. "Pero cumplió", remacha.
El del pasado domingo era el momento en el que Bengoetxea VI debía de haber dejado su impronta, mostrar su carácter, su corazón, su garra, su coraje. No fue así, cedió demasiado terreno al inicio, dejando demasiada pelota a su zaguero, que fuera de la cancha aseguraba que "he jugado con miedo a fallar, con miedo a gozar". "Oinatz no estaba con confianza en el zaguero. Al principio le costó entrar y después ya no le quedaban oportunidades", manifiesta Roberto. "Desde la silla se vio mal. Te plantas allí y ves que era casi imposible meter un tanto y que las cosas se complicaban", sostiene.
"No se podía hacer nada. Xala tenía oportunidades y las materializaba; mientras que Barriola, que parecía menos sólido, apoyaba mucho", analiza García Ariño la oportunidad perdida por el de Lei-tza y el ataundarra. Pese a ello, el técnico de la empresa bilbaina, desbroza que "queríamos pasar por encima a Barriola, pero entraba de volea con mucha facilidad. Aun así, Albisu pegó muy buenos pelotazos en cuanto se asentó en el Astelena e, incluso, dominó algunos momentos del juego, pero Xala y Abel suman mucho". Así, con el rodillo de los de Aspe en movimiento, las órdenes de empresa en plena ebullición, los pupilos de García Ariño se vinieron abajo. "Parecían factibles desde el principio los diez tantos, pero no fuimos capaces de afrontarlo de manera efectiva", desvela el técnico de Asegarce. "Xala ha demostrado que es un pelotari peligroso en el Parejas", afirma Roberto. Resuenan las palabras que el vizcaino agregó en Mungia, cuando los de Aspe se llevaron por delante a Pablo Berasaluze y a Alexis Apraiz: "Parece que Yves no está y...".
En Eibar siguieron la misma táctica que frente a los vizcainos. Abel se instaló en el txoko, tirando de una volea a pleno rendimiento, y el delantero lapurtarra en el ancho. Así las cosas, "la presión y la falta de seguridad de Oinatz", como sentencia García Ariño, fueron los clavos que sentenciaron a los de Asegarce, que, pese a tener "de manera factible a priori" la decena de tantos, vieron como la clasificación desaparecía en el Astelena como si se tratara de arena entre sus dedos.