donostia. ¿La derrota contra el Alicante es un borrón dentro de una buena temporada o algo más?
Es una derrota que puede traer viejos fantasmas, pero quiero quitar esa aureola de la Copa. Es un partido malo, porque si queremos ser más grandes que el año pasado, a estos equipos en casa tenemos que ganarlos. Es imperdonable. Hasta la fecha habíamos perdido los partidos que se podían perder, salvo el de Manresa. El de Alicante es el único que no hicimos nuestro trabajo y que perdimos nosotros. Nos debe servir para aprender. Nos faltó fluidez y agresividad en ataque. Salgado, Panko y yo no estuvimos, pero no creo que vaya a ser un problema, porque tenemos calidad y vamos a recuperar esa alegría en ataque.
Laso habló de la frustración de algunos jugadores tras sus fallos.
La sensación es que estás fallando al equipo en un partido que tienes que ganar. De ahí viene la frustración. Los jugadores que no estuvimos bien hemos hablado y ya está, hemos reflexionado. Nos tenemos que rehacer de esta derrota.
¿Qué lección saca de su mala actuación personal ante el Alicante?
Estaba incluso un poco asustado, porque me he mantenido todo el rato con anotaciones altas. Sabía que iba a pegar en algún momento un bajoncillo. Suelo tener rachas largas de buen juego, pero siempre con algún bajón. La lectura que saco es que tengo que volver a hacer lo que estaba haciendo bien: defender y tener paciencia en ataque, dejar que el partido venga a mí y no al revés.
Está siendo la temporada de su confirmación en la ACB.
Hasta la fecha está siendo mi mejor temporada, pero habrá que valorarlo al final. Si mantengo el nivel actual, habré hecho mi mejor temporada como jugador de baloncesto y daré que hablar en esta liga. Me gustaría hacerlo, pero es pronto.
Durante años batalló en la LEB. Me imagino que verse un par de semanas en el top 15 de los más valorados de la ACB supondrá una satisfacción personal.
No me quiero repetir. Por supuesto que me gusta verme ahí, pero es dificilísimo se regular en esta liga y me gustaría estarlo a final de temporada. Pero lo primero que quiero es ver al equipo con más victorias tanto al final de la primera vuelta como en la segunda, y tener opciones de estar entre los ocho primeros. No me gustaría tener buenas estadísticas y que mi equipo esté abajo. Si me tengo que sacrificar, a la mierda mis números.
Ha cambiado mucho, incluso físicamente, desde que llegó al Gipuzkoa Basket en 2005.
Mi viaje a Menorca me ayudó bastante, ahí tuve un punto de inflexión. Gracias a Pablo Laso y al preparador físico (Eugenio Rodríguez) mi cuerpo ha cambiado. Desde que estaba en Vitoria cuando era junior, Alfredo Salazar me repetía que tenía que bajar de peso si quería ser un buen jugador. Era una obsesión para mí. Durante la temporada cumplía pero en verano se me iba la olla. Ahora, cada verano hago más trabajo específico. Tengo un plan individualizado y esto me hace empezar la temporada con un plus. Antes empezaba a jugar bien en enero, ahora desde el principio. Es un tema físico, además de la confianza en mí mismo y la que tenga el entrenador en mí.
En defensa antes sufría, ahora se ha convertido en uno de los pilares del equipo.
En defensa he mejorado en que no hago tantas faltas. Antes, por mi lentitud, llegaba tarde. Ahora hago de vez en cuando alguna falta tonta, pero cada vez menos.
Tiene 29 años. Su madurez como jugador ha llegado tarde.
En general, los pívots tenemos un desarrollo más lento. He necesitado tiempo, empecé en LEB para ganarme un puesto... al final he conseguido estabilizarme en la ACB, primero dando hostias y luego haciendo más cosas, y sobre todo con entrenadores que han confiado en mí.
Mañana va a tener enfrente una pareja de cuidado: Stanko Barac y Esteban Batista.
Barac tiene un mérito de la hostia. Al principio me parecía que era blandito, pero este año le han dado la responsabilidad y ha respondido. Eso habla muy bien de él. Es el cinco titular del Caja Laboral y el jugador más estable del equipo junto con San Emeterio. Batista es el pívot que más valoración tiene de la liga. Personalmente no me gusta tanto, pero es duro y un gran jugador, eso sin duda.
¿Tras la marcha de Splitter, quién es el mejor "cinco" de la liga?
Barac es uno de los pívots dominadores, pero para mí es importante que un pívot juegue muy bien de espaldas, así que apostaría por Erazem Lorbek, que tiene mucho talento y es un jugador determinante. Hablando de jugadores interiores en general, me ha sorprendido Justin Doellman (Alicante). No es un cinco, pero me encanta. Es un jugadorazo y va a acabar en un equipo grande.
Un pronóstico para mañana.
El partido se va a decidir en el último cuarto, y el que sea más fuerte ganará. Desde luego no va a ser fácil, porque el rival es el Baskonia, pero creo que vamos a ganar. Tendremos que ser más duros que contra el Alicante.