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Mateschitz, el extraño inventor de Red Bull

Posee una fortuna aproximada de 4.100 millones de dólares gracias a un viaje que realizó en 1984 a Tailandia, donde descubrió la bebida energética Krating Daeng, que iba a convertir en lo que hoy es Red Bull. texto Efe

Mateschitz, el extraño inventor de Red BullFoto: efe

EL fulminante éxito que tuvo esta temporada la escudería Red Bull Racing tiene su origen en el austríaco Dietrich Mateschitz, fundador de la conocida marca de bebidas energéticas que da nombre al equipo. El enigmático empresario, que no suele conceder entrevistas a la prensa -a pesar de ser propietario de una conocida revista del corazón austríaca-, se ha convertido en uno de los principales patrocinadores del deporte de alto riesgo en el mundo, y también del fútbol y el hockey sobre hielo.

No obstante, el triunfo alcanzado este fin de semana en Abu Dabi por el alemán Sebastian Vettel en el mundial de Fórmula 1 y el título por escuderías, fijado ya la semana anterior, significa sin duda el cumplimiento de un sueño. Su escudería, que surgió en el año 2004 tras la compra de la británica Jaguar, fue esta temporada el factor dominante de la principal categoría del automovilismo internacional. Con sus victorias en el circuito, posibles gracias a un presupuesto de unos 150 millones de euros anuales, Mateschitz ha logrado dar a conocer su marca en todo el mundo.

Nacido el 20 de mayo de 1944 en la región austríaca de Estiria en el seno de una familia de maestros, el jefe fundador de Red Bull se encuentra hoy entre los tres austríacos más ricos del país, con una fortuna aproximada de unos 4.100 millones de dólares. Durante años trabajó como exitoso gerente de mercadotecnia para empresas internacionales como Unilever y Blendax.

Fue en un viaje de negocios a Tailandia en 1984 cuando descubrió la bebida energética Krating Daeng, que iba a convertir en lo que hoy es Red Bull y de la que es propietario en un 49%, mientras que el restante 51% está en manos de la familia del empresario tailandés Chaleo Yoovidhya.

En 1987 introdujo la marca oficialmente en Austria, y desde entonces la ha convertido en la coca cola de las bebidas energéticas, y vende miles de millones de latas cada año. Se estima que Red Bull, que no cotiza en bolsa, vende por año cerca de 4.000 millones de latas de su bebida en unos 160 países. La facturación estimada de la empresa con sede en el pueblo de Fuschl am See, cerca de Salzburgo, es de unos 4.500 millones de dólares, generados por una plantilla de unos 7.000 trabajadores.

El empresario austríaco nunca estuvo casado, pero según la prensa austríaca tiene un hijo. La obsesión de Mateschitz por el deporte no se limita sólo a la Fórmula Uno, en la que también dispone de una segunda escudería, Toro Rosso, especializada en dar posibilidades a jóvenes promesas, tal y como hizo con Vettel en su momento. Su imperio deportivo cuenta además con un equipo de fútbol de la primera división austríaca, el Red Bull Salzburgo, varias veces campeón nacional desde ser asumido por Mateschitz.

Además, tiene a los Red Bulls de Nueva York, de la liga profesional de fútbol en Estados Unidos, así como los Red Bulls Salzburg de la primera división austríaca del hockey sobre hielo. Por otra parte, posee una escudería del circuito NASCAR, en Estados Unidos, llamado Team Red Bull. A pesar de ser dueño de dos equipos de F1, Mateschitz no suele acudir a los grandes premios y prefiere verlos en su casa por televisión, aunque esta vez si estuvo presente en directo en el Golfo Pérsico para ver como Vettel hacía realidad su gran sueño.

vettel, el "niño" mimado Y es que el joven piloto alemán ha sido para la escudería austríaca su "niño", por el que había apostado desde sus prometedores inicios en las pistas de karts. Tras la victoria, el empresario se refirió a la carrera. "Es fantástico que esto haya funcionado (ganar el campeonato) a pesar de nuestra filosofía que nadie entendió", agregó Mateschitz en relación a la decisión de no dar órdenes a sus dos corredores. "Sebastián es ahora el campeón más joven de la historia y yo creo que lo seguirá siendo por mucho tiempo, por eso nos alegramos con él", manifestó el jefe multimillonario de la marca de bebidas energéticas Reb Bull, que le da nombre a la escudería ganadora de la F1 este año.

"(Vettel) es un personaje extraordinario, como ya lo sabemos desde hace mucho tiempo. Todo esto es bastante único", concluyó un visiblemente satisfecho Mateschitz, quien no suele dar entrevistas a los medios de comunicación.