Donostia. A punto estuvo Abel Barriola de besar la lona en su estreno en el Cuatro y Medio de la LEP.M. Pero cuando se vio contra las cuerdas, el leitzarra sacó lo mejor de su repertorio para remontar, destrozar a un combativo Saralegi y acceder a los octavos de final del acotado, ronda en la que se medirá el próximo sábado en el Labrit a su paisano Oinatz Bengoetxea.
Sabía Barriola que le esperaba una difícil papeleta en el Astelena de Eibar y lo comprobó de pleno en un complicado arranque de partido para el leitzarra. Pese a que Saralegi se dio un golpe tremendo en la rodilla izquierda que le obligó a retirarse al vestuario durante varios minutos -el partido estaba entonces empatado a 2-, el delantero de Amezketa le dio un buen susto al campeón de la primera jaula del siglo XXI. Sobre todo cuando alcanzó el ecuador del encuentro con una renta de dos tantos de ventaja sobre el zaguero de Leitza.
Tras un buen puñado de alternativas en el marcador y después de tres abrazos en el electrónico (a 2, 6 y 10), Saralegi mandó el aviso definitivo, el que despertó a Barriola de su letargo. El guipuzcoano se adelantó con una dejada y un dos paredes (11-13), pero ahí finalizó su producción en la tarde de ayer. El leitzarra sufrió en la siguiente jugada para recuperar el saque porque sabía que de ello dependía su futuro en el partido y en el torneo. Obtuvo la recompensa buscada y ya no soltó el disparo inicial hasta el término del choque. Barriola encadenó 11 tantos consecutivos (en dicha tacada logró cinco de los siete tantos de saque que consiguió en el duelo) y solventó su primer compromiso en la jaula. El segundo, contra un Bengoetxea VI en estado de gracia, será aún más complicado.