Donostia. Pasado el maleficio de los cuartos de final, a la selección española le queda un duro hueso de roer como último escollo para llegar a la final del próximo domingo en Johannesburgo. Se trata del conjunto alemán, un equipo conocido pero diferente que está despuntando en este Mundial de Sudáfrica.

Ambas escuadras se han enfrentado veinte veces, con un balance de victorias favorable a Alemania: ocho frente a las seis de España. Además, la selección germana es la bestia negra de la española en los Mundiales, pues se ha impuesto en las tres ocasiones en la que ambos equipos han medido sus fuerzas.

Sin embargo, la historia reciente otorga el cartel de favorita a la selección de Vicente del Bosque pues aún se recuerda la final de la Eurocopa en la que se proclamó campeona continental a costa de una selección germana que no supo reaccionar al gol de Torres. Pero fiel a su personalidad cauta, para Del Bosque "dos años en fútbol es mucho tiempo", por lo que se muestra precavido en cuanto las posibilidades de su equipo, y razón no le falta.

El seleccionador afirmó en rueda de prensa que "el deportista siempre mira hacia delante". Y eso es lo que hizo Alemania. Tras la derrota de 2008, el equipo germano desechó su estilo de juego directo y comenzó a trabajar con la incorporación de jóvenes jugadores que le dieron al conjunto nuevos aires y el control del balón.

La actual Alemania ha sido el descubrimiento de este Mundial y ha eliminado a potentes selecciones como Inglaterra y Argentina, dos de las favoritas de este Mundial, tras marcar cuatro goles en los dos partidos, algo que ningún otro combinado ha conseguido, y que se suman a los otros cuatro con que se estrenó en Sudáfrica ante Australia. Sin embargo, Alemania sigue siendo fiel a su forma de trabajar y tiene estudiado a su rival. Por ello, Del Bosque está seguro de que "la selección española tendrá enfrente a rivales que nos conocen y no nos dejan jugar con tanta facilidad".

El cansancio como excusa A pesar de la autocrítica a la que acostumbra el seleccionador español, en esta ocasión, la disculpa esgrimida por Del Bosque acerca del pobre juego mostrado por su equipo en los anteriores partidos del campeonato es el cansancio: "Parece que no, pero son muchos partidos y ya no hay ninguno fácil o cómodo".

Cantidad de minutos acumulados o no, sí es cierto que el juego español ha sufrido un declive en estos partidos, algo que no preocupa a Del Bosque pues, a pesar del cambio de juego alemán y los continuos ataques a su sistema, el seleccionador seguirá siendo fiel al estilo de juego español porque, en su opinión "estamos haciendo las cosas bastante bien hasta ahora". Los resultados avalan al salmantino.

La semifinal del miércoles es una nueva cita con la historia donde ambas selecciones medirán sus fuerzas en busca de la victoria que les aúpe a la final.