Donostia. Asegura, como no podía ser de otro modo a un mes del inicio del Tour de Francia, que aún le falta para alcanzar ese estado de forma que lo convierte en el mejor del mundo en pruebas de tres semanas. "Estaré a un 80%", calcula. Tampoco le hace falta más para vencer. Derrocha clase. Ayer, en el prólogo del Dauphiné Libéré, mes y medio después de su última carrera (Lieja), el pinteño selló su séptimo triunfo de 2010. Su contador no se detiene.
El líder del Astana, penúltimo en tomar la salida en Evian les Bains, batió in extremis el registro del norteamericano de 21 años Tejay van Garderen. El vencedor del Circuito Montañés en 2009 se quedó a dos segundos. El esloveno Janez Brajkovic necesitó cinco segundos más, y diez precisó el galés Geraint Thomas, oro en Pekín 2008 y doble campeón mundial de persecución olímpica.
En un circuito ideal para su explosividad, sobre todo en un tendido repecho de dos kilómetros de salida, el madrileño marcó la diferencia para lograr su primer éxito en una prueba que sólo corrió en 2007 y 2009, antes de ganar el Tour. Gorka Verdugo y Haimar Zubeldia cedieron 15 y 18 segundos a un Contador que hoy "no" defenderá su liderato en la primera etapa, de 191 kilómetros entre Evian les Bains y Saint Laurent du Pont. "El objetivo es el Tour y esta carrera exige un gran desgaste para intentar ganarla", insistió ayer.