El Inter Movistar cayó (2-3) ante el Benfica en la final de la Copa de Europa de fútbol sala, que se disputó en Lisboa ante 9.400 aficionados. El partido llegó al final del tiempo reglamentario con empate a dos en el marcador y en la prórroga un gol de Davi decantó la balanza para los portugueses, que suceden de esta manera a su rival en el palmarés. En los últimos cinco minutos de la prórroga el Inter echó mano de Beto como portero-jugador para hacer más consistentes sus acciones ofensivas, pero no acertó a nivelar el partido.
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