Duración 50 minutos.

Saques Dos por parte de Gonzalez y uno de Olaizola II.

Marcador 7-0, 7-2, 11-2, 11-4, 12-4, 12-5, 14-5, 14-7, 19-7, 19-8, 20-8, 20-9, 22-9.

Errores Dos de Olaizola II, cuatro de Mendizabal II; ocho de Gonzalez y dos de Laskurain.

Incidencias Aforo completo en el frontón pamplonés del Labrit.

pamplona. Aimar Olaizola aprovechó ayer la ocasión y ejerció de dominador absoluto en el cuarto partido de la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas de la LEP.M. El delantero de Goizueta y Oier Mendizabal se deshicieron sin mayores problemas de la dupla formada por Sebastien Gonzalez y Aritz Laskurain, que sólo consiguieron sumar nueve tantos a su favor.

Los aficionados que se congregaron ayer en el frontón Labrit casi no tuvieron tiempo para acomodarse en sus asientos cuando, para el cuarto minuto de partido, los rojos ya dominaban el choque con un aplastante parcial de 7-0.

La zurda implacable de Aimar, que desde la pared sacaba los cueros a la contracancha con precisión milimétrica -y velocidad pasmosa-, descuadraron y desquiciaron al lapurtarra, que regaló tres de esos siete tantos con errores suyos. A pesar de la diferencia, los azulones siguieron a la suya, intentando buscar a Laskurain y desentendiéndose de los cuadros alegres, donde la amenaza Olaizola resultaba demoledora.

No les sirvió de mucho, pues el de Goizueta encadenaba sotamanos y golpes ganadores sin cesar, dando una imagen dictatorial y erigiéndose en dueño y señor absoluto del partido. Así las cosas, la dupla que -hasta ayer- sólo había logrado una victoria de los tres encuentros disputados, cosechaba, a los pocos minutos, una suculenta renta de nueve tantos de diferencia (11-2).

Lapurtarra y guipuzcoano, profundamente aturdidos tras la mortal estocada que ya le había asestado el de Goizueta al partido, resolvieron intentar abrir los peloteos -especialmente los que rondaran los cuadros alegres- hacia la contracancha para eludir la letal zurda de Olaizola II.

Sin embargo, para entonces Gonzalez ya no volvería a meterse en el encuentro. Quizá presa del pánico, el lapurtarra intentó desvencijar a base de garra al terrible dúo que le estaba arrebatando la posibilidad de encaramarse -al menos, temporalmente- a lo más alto de la clasificación pero, para colmo de males, su zaguero, Laskurain, tampoco se mostró especialmente acertado y no logró cambiar la dinámica del encuentro.

Con el 15-7, aún había en el Labrit quien confiaba ciegamente en la remontada azulona, pero muy pronto quedaría claro que ésta no iba a llegar: un demoledor parcial de 5-0 a favor de los colorados dejaba el partido visto para sentencia, y un error de Gonzalez y, acto seguido, otro de Laskurain, cerraba un encuentro rápido (cincuenta minutos), a la par que intenso.

De esta forma, ambas parejas suman, tras los cuatro partidos disputados, dos puntos, lo cual les coloca en el ecuador de la clasificación, dependiendo de ellos mismos.