Donostia. La derrota en Manresa confirmó lo que ya se veía venir: que el Lagun Aro GBC se encuentra en un bache, más o menos profundo, pero del que conviene salir cuanto antes para que la situación clasificatoria no se complique en exceso. Cuatro tropiezos consecutivos son siempre peligrosos, aunque en el seno del GBC ya tienen experiencia en este sentido, porque en las dos temporadas anteriores en la ACB el equipo sufrió sendos baches entre diciembre y enero.

En el año del debut en la elite, el Bruesa GBC tuvo un diciembre fatídico, cinco partidos saldados con otras tantas derrotas frente a Etosa Alicante, Real Madrid, ViveMenorca, Tau Cerámica y Gran Canaria. Esta racha negativa acabó con el equipo de Porfi Fisac en antepenúltima posición, con un triunfo de ventaja sobre el descenso que ocupan el Valladolid y el ViveMenorca. Entre enero y febrero los guipuzcoanos reaccionaron, pero el fin de liga, con diez derrotas seguidas, supuso el ineludible descenso.

La pasada campaña, la del retorno a la ACB, los de Laso también vivieron una época realmente mala, con seis derrotas consecutivas entre el 4 de enero y el 8 de febrero frente a Manresa, Barcelona, Granada, Real Madrid, Cajasol y Tau Cerámica. Lo curioso es que esta racha, que dejó al equipo en 12ª posición con un triunfo sobre el descenso, llegó justo después del mejor momento del GBC, que había cerrado diciembre con tres victorias seguidas.

"Calendario complicado" Ahora, el Lagun Aro se encuentra en una situación parecida. La racha no es tan negativa, pero corre el serio riesgo de alargarse por el alarmante bajón de casi todos los jugadores de la plantilla y por el duro calendario que debe afrontar el equipo en las próximas semanas, con los partidos en el San Sebastián Arena ante el Real Madrid y el Cajasol y la visita al Unicaja. "Sí, el calendario es complicado", reconoce Albert Miralles, uno de los pocos destacados el pasado domingo en Manresa. "Lo que tenemos que hacer es ir partido a partido. Hasta ahora hemos sido competitivos contra los grandes y podemos volver a serlo".

El pívot no está nervioso por estas cuatro derrotas consecutivas: "Es cierto que estamos en un bache, pero es normal. Llevo varios años en la ACB y todos los equipos tienen baches en algún momento de la temporada. Estas últimas semanas estamos trabajando duro para mejorar, esperamos salir cuanto antes".

Miralles es consciente de que el equipo está en un mal momento de juego: "Nos está faltando equilibrio y ese punto de competitividad que tuvimos en las primeras jornadas, cuando competimos en todas las canchas. Pienso que podemos volver a jugar a ese nivel". Para ello será necesario "subir el nivel en defensa. Los partidos se empiezan a ganar haciendo una defensa asfixiante al rival, porque a partir de ahí los puntos en ataque llegan solos".

Pese a su confianza en que el Lagun Aro GBC mejorará pronto, Miralles advierte de las dificultades que esperan: "Tenemos que saber que si no empezamos a ganar partidos ya, nos podemos meter abajo. Además, la segunda vuelta en la ACB suele ser más dura que la primera, lo digo por experiencia, los equipos se refuerzan y pelean a muerte por cada victoria".