Donostia. A Titín le costó sangre y sudor alcanzar las lágrimas de la felicidad de un triunfo que le coloca muy cerca de la final del Cuatro y Medio, pero no de manera matemática. El delantero de Tricio derrotó al pronóstico y a Gonzalez para sumar su segunda victoria en la liguilla de semifinales. El caracolero se mostró más certero que el lapurtarra en un duelo disputado en el Astelena, un choque que tuvo de todo: buen juego, tantos espectaculares, un ritmo frenético, un accidente, imprecisiones y varias acciones polémicas.
Alcanzaba Gonzalez la cita con la moral por las nubes. En su primera incursión en unas semifinales de la jaula, el lapurtarra venía de tumbar al que se había convertido en gran favorito a la txapela tras la eliminación de Aimar Olaizola. Irujo se rindió hace una semana ante el poderío del delantero de Askain, que ayer no fue el mismo del pasado sábado en Zarautz. Y a Gonzalez le tocó doblar la rodilla ante el tesón y la inteligencia de un Titín que saca partido de cada situación.
Pese a que el lapurtarra marcó la pauta en el inicio y fue el primero en escaparse en el electrónico (3-7), Titín neutralizó de raíz el despegue de su rival (7-7). Los protagonistas del choque, alcanzada la cuarta igualada del partido, se enzarzaron en un intercambio de golpes y errores muy similar al que sirvió para inaugurar el choque. Primero hubo empates a 1, 2 y 3, situación que se reprodujo con los abrazos a 8 y 9.
El despegue Llegaron entonces los mejores momentos de Titín. El riojano buscó el centro de la cancha, se acercó al frontis, encontró la mano menos buena de Gonzalez, la derecha, y a base de ganchos, paradas y dejadas abrió una brecha en el marcador (13-9) con la que opositar a la victoria. Con ventaja y con el ritmo que a él más le convenía, Titín encontró la fórmula para enredar el partido. A Gonzalez no le convenía un duelo tan trabado como el que se produjo a continuación, trabas aderezadas con varias jugadas polémicas que terminaron por beneficiar, al menos en cuanto al ritmo, al delantero de Tricio.
A Titín le vino bien hasta un aparatoso y doloroso golpe en la cabeza que se dio en la contracancha al defenderse de un gancho de Gonzalez. Se hizo una brecha, pero encontró oxígeno. Gonzalez circuló por detrás en el marcador durante la segunda mitad del choque, pero tuvo sus opciones. La última, cuando cedía por 18-17 y se relajó al realizar una parada bien defendida por Titín, que ya sólo tuvo que acercarse a la final y alejar al lapurtarra.