“En el viaje de la ‘San Juan’ no habrá papel higiénico. Hace 500 años se limpiaban con cuerda vieja”

A partir de Primavera de 2026, la nao San Juan se podrá visitar en San Pedro. Un año después partirá hacia Canadá en un ejercicio de arqueonavegación y con la única ayuda tecnológica del GPS. El presidente de Albaola, Xabier Agote, detalla cómo será esa travesía, cuántos serán los tripulantes, cuál será el día a día, la comida y las posibilidades de higiene.

Prevén zarpar hacia Canadá en 2027. 

No hay información exhaustiva. Hay vientos dominantes y aquí tenemos los Aliseos que llegan al Cantábrico. Antes llegan a Galicia, donde se da una bifurcación de vientos. Para ir a Canadá, en un barco con las características del San Juan, hay que ir rumbo al oeste porque tenemos la costa francesa muy cerca. Si no te alejas hacia el oeste, o este noroeste, y hay un cambio de viento, te lleva hacia la costa y naufragas. Lo que hay que hacer es ir hacia Galicia y es el propio viento el que te mandará hacia el sur o hacia el norte. La ruta del norte, rumbo a Groenlandia para después bajar a Terranova, es mucho más rápida, pero es muy cañera porque hay muchas tormentas. Por el sur, en cambio, es mucho más calmado pero más largo. Ya veremos por dónde nos lleva el viento y a dónde nos lleve el viento iremos. 

¿Se conoce que trayecto exacto hacían?

Suelo decir que dos meses pero eso también lo determinará la navegación.

¿Cómo será la navegación? ¿Habrá algún instrumento tecnológico de hoy en día?

Desde el punto de vista de la propulsión, no va a haber motorización. Estaremos a expensas del viento y de nuestra habilidad..

¿Tampoco un pequeño motor para entrar y salir de los puertos?

No. Las autoridades marítimas hablan de que nos acompañe un barco en la distancia. Sí usaremos el GPS para llegar a Red Bay. Lo que sí vamos a hacer porque me gustaría es poner a un equipo utilizando los instrumentos de época, desconectado del equipo que se encargue del GPS. Quiero saber, por curiosidad científica, si no tuviésemos GPS cómo nos las arreglaríamos.

¿Cuántos tripulantes necesitará la ‘San Juan’?

Alrededor de 40 personas. Algunos serán profesionales y otros voluntarios a los que habrá que formar. Ya tenemos un modelo de formación y será el que aprendimos cuando nos embarcamos en L’Hermione en 2018. Para ello, nos formamos en Rochefort. 

Durante la Gastronómica anunciaron que buscaban cocinero para el viaje.

Sí, fue un poco prematuro, pero la Gastronómica estaba entusiasmada y fue un iniciativa de ellos. Hay más de 20 cocineros que ya han dado su nombre. Aún no estamos para empezar a hacer la selección, ya llegará. Esas cifras demuestran que la sociedad ha conectado con esto.

¿Y cómo será la vida a bordo, el día a día? 

El día a día será sencillo, La tripulación se dividirá en tres grupos y harán turnos. Un tercio estará durmiendo, otro descansando y el otro en la faena. Cuando haya una emergencia, todo el mundo se activará.

¿Y cómo será la higiene? Entiendo que no habrá ducha, baño...

La higiene va a dejar que desear, porque no hay ducha. No va a haber papel higiénico tampoco. En aquel tiempo, después de hacer sus deposiciones, usaban un trozo de cuerda vieja. Cada uno con su cuchillo cortaba un trozo, lo deshilachaba dándole forma de brocha y lo tiraba junto a sus deshechos por la borda. El barco tiene una letrina en la proa que evacua al mar.

¿Y eso lo van a hacer también?

Sí, sí. Lo que nos interesa es revivir la experiencia. En cierta medida, en la expedición Apaizac Obeto ya anduvimos así con ropa de época, pieles, comíamos alimentos precolombinos... Queremos replicar todo porque en la réplica se basa en la autenticidad. Y nos hemos dado cuenta hace ya muchos años que la autenticidad es el único medio de aprender y al mismo tiempo también es lo que atrae el interés del gran público.

¿Y qué alimentos llevarán?

A pesar de que América ya estaba descubierta, en la lista de alimentos que embarcaban se puede ver que no se habían integrado en nuestra dieta. Comían productos originarios de aquí, muy poco variado. Por eso la sidra era fundamental. Vamos a embarcar muchos litros de sidra. Fue la bebida de los vascos en los mares y los océanos. Sabemos que llevaban también vino blanco, vino gallego, de Jerez y txakoli. Pero la sidra era fundamental, era el agua, la botica y el alimento.

El agua se pudría con facilidad.

Ellos no lo sabrían, claro, pero la sidra tiene alta concentración de vitamina C. Xabier Alberdi, el director del Euskal Itsas Museoa y nuestro asesor científico, ha estudiado mucho esta cuestión y es él quien se dio cuenta de que en ningún documento histórico de estos marinos vascos se mencionaban las enfermedades a bordo, a diferencia de multitud de menciones entre los ingleses y marineros de otras naciones. Lo que era distinto era que llevaban sidra. 

¿Qué pasará después con la ‘San Juan’?

Es una incógnita. La idea es que pasase el verano de 2027 allí, pero los canadienses nos tantean para ver si puede quedarse un año allí. Está abierto, está en el aire. Para cuando vuelva nos gustaría que hiciese viajes, que represente nuestra cultura marítima en festivales. Nos han solicitado la presencia en muchos lugares. Mientras no navegue estará abierto al público con el discurso que hemos desarrollado durante estos año en la factoría.