Breve guía práctica: ¿qué podemos esperar de un concierto de Bruce Springsteen?
Repasamos algunas claves para que quienes asistan por primera vez a una actuación del ‘jefe’ conozcan sus principales entresijos
Bruce Springsteen lleva décadas siendo uno de los artistas más vibrantes en directo. Sus maratonianos conciertos son ya legendarios gracias al descomunal derroche de pasión y energía que el de Nueva Jersey ofrece sobre las tablas. Desde la década de los setenta hasta la actualidad, ha ejemplificado las mejores virtudes del rock and roll, y sus conciertos son garantía de disfrute para quienes tienen la fortuna de presenciarlos. Si los directos que ofrecerá en Donostia (21 y 24 de junio) son su primera toma de contacto con el artista, he aquí algunos aspectos que debe tener en cuenta:
La duración
- Los conciertos del estadounidense duran, de media, algo más de tres horas, tiempo en el que las canciones se suceden una tras otra sin descanso y sin que la inquebrantable energía del cantante decaiga. ¿Cómo consigue, a sus 75 primaveras, mantener semejante demostración de intensidad y entusiasmo? Con mucho oficio y gratitud hacia un público que le ha colocado en el lugar de privilegio en el que se encuentra. Tiene un pacto con los espectadores, a los que, noche tras noche y sin excepción, ofrece todo lo que lleva dentro.
La E Street Band
- Es la banda que le acompaña desde sus inicios. Steven Van Zandt (guitarra), Max Weinberg (batería), Roy Bittan (piano), Garry Tallent (bajo) y Nils Lofgren (guitarra) son el símbolo de la camaradería y unión que se crean en los conciertos del de Nueva Jersey. Durante más de 50 años, sus músicos le han seguido allá donde ha ido, recorriendo escenarios de todo el mundo. Todos y cada uno de ellos son auténticas apisonadoras del rock and roll que, como su jefe, afrontan cada actuación como si fuese la última. Se conocieron en la adolescencia, cuando comenzaron a tocar en pequeños bares de Nueva Jersey, y medio siglo después son una de las formaciones más reputadas de la historia del rock. Mención especial a Clarence Clemons (saxofón) y Danny Federici (órgano), símbolos de la E Street Band que fallecieron en 2011 y 2008 respectivamente. El testigo de Clemons lo cogió su sobrino Jake en 2012.
El repertorio
- Springsteen sabe lo que buscan sus seguidores, y no duda en dárselo. Durante sus conciertos no echarán en falta sus éxitos más conocidos, aquellos en los que todo el estadio canta al unísono. Thunder Road, Born To Run, Dancing in the Dark, Born In The U.S.A o Badlands son piezas imprescindibles que interpreta en prácticamente cada actuación, para deleite de sus fans.
Las emociones
- La discografía de Bruce es apta para cualquier tipo de emoción. Todos los estados anímicos están presentes en su inmenso catálogo, lo que se plasma en sus conciertos, en los que canciones de una contagiosa alegría conviven con temas oscuros o baladas melancólicas. Es por ello que los asistentes viven un carrusel de emociones a flor de piel, especialmente cuando las canciones del artista conectan con sus recuerdos más personales. Eso sí, cuando suene el último acorde sobre el escenario de Anoeta, no se atisbará ni una mueca de tristeza.
El público
- Los fans del boss se caracterizan por ser enormemente entusiastas. Hay quienes recorren el mundo con él y, tras centenares de conciertos a sus espaldas, jamás se sacian. Que Springsteen engancha es una realidad, y si se tiene en cuenta que está en la última etapa de su trayectoria, las ganas del público por no perderse sus actuaciones se multiplican. Si es la primera vez que ve a Bruce sobre las tablas, prepárese. A buen seguro, querrá repetir la experiencia.
La simpatía de Bruce
- Es la conexión que Springsteen tiene con el público lo que genera tanta fidelidad en los espectadores. El de Nueva Jersey es capaz de meterse en el bolsillo a miles de personas con una facilidad pasmosa gracias a su arrollador magnetismo y su innegable carisma. Además, su cercanía consigue que no haya barreras con el público. Siempre saluda y se despide en el idioma local, por lo que sobre el escenario se escucharán algunas palabras en euskera con acento de Nueva Jersey.
Un espectáculo sin parafernalia
- La esencia de sus directos ha variado poco en los últimos 50 años. Bruce encarna los valores más puros del rock, sin necesidad de alumbrar el escenario con grandes juegos de luces o grandes montajes. Su atractivo se basa en la inapelable calidad de su repertorio y en su contagiosa entrega. Lo da todo desde el primer hasta el último segundo.
Estas son las canciones que Bruce Springsteen cantará en sus conciertos en Donostia
Reivindicaciones políticas
- Desde que Donald Trump llegó al poder de EEUU, Springsteen no ha ocultado su profundo malestar con el mandatario. Esta gira europea se está caracterizando por las declaraciones políticas que el músico está realizando, propiciadas por, según sus palabras, la crisis que sufre la democracia americana. Se espera que en Donostia también haga alusión a la preocupante situación que vive su país y el mundo en general, aunque su mensaje suele ir envuelto en optimismo y esperanza por un futuro más luminoso.