La artista María Cueto (Avilés, 1960) teje lo efímero en una nueva exposición de la sala Kutxa Fundazioa Kubo de Donostia desde este viernes hasta el 28 de septiembre. La muestra Tejer lo efímero: texturas, repetición, geometría, circularidad, comisariada por Leire Vergara, repasa la práctica de esta artista del lenguaje textil y la fibra a lo largo de cuatro décadas.
La exposición ha sido presentada este jueves en Donostia por Cueto, Vergara y la directora de Arte y Patrimonio en Kutxa Fundazioa, Ane Abalde, que ha destacado el "entendimiento profundo" que ha surgido entre artista y comisaria, al tiempo que ha destacado la "sutileza" de las obras mostradas y su "intención de tejer lo efímero".
Cruce de materiales
Vergara que ha analizado en detalle las creaciones de Cueto ha explicado que en el primer espacio de esta muestra, llamado Texturas. Comienzos (1980-1990), se pueden ver catorce tejidos de pequeñas dimensiones reunidos en un libro de muestras donde Cueto realiza "una investigación de laboratorio en la que ensaya distintas permutaciones a partir del cruce de materiales para crear nuevos patrones de entretejido".
Se trata de un espacio "documental muy rico" en el que la artista explora la relación entre arte y vida y se muestra sus comienzos en el lenguaje del tejer en los años 80 y su paso en esa década por los talleres del desaparecido centro de creación Arteleku de Donostia.
Trabajar con lo invisible
Los primeros trabajos de Cueto son una serie de objetos realizados en macramé, como un cinturón, unos pendientes o una cinta de pelo. El tejer conectará a Cueto con el arte que buscará en otros artistas motivos para sus tejidos.
En el segundo espacio Lectura interior. Trabajo de laboratorio (1990-2000) se presentan miniaturas, a modo de maquetas, de carácter experimental, que sin embargo Cueto no tiene intención de llevar a un formato más grande. La producción de esta serie coincide con la elaboración de una pieza de pequeñas dimensiones, 'Tejido para lámpara' (1993).
Esta pieza, junto a otras de la misma época como Entramado de vilanos (1996), Trama textil. Papel de vilanos (1996), Entramado (1996) y Trama textil. Entramado (1996) juegan a explorar con el trazo que deja tras de sí la estructura mínima necesaria para lograr un tejido.
La comisaria explica que el paso por Arteleku proporcionó a Cueto una apertura al medio textil en el que la experimentación con materiales diversos y el diálogo con otros medios, como la serigrafía, marcarían las siguientes etapas, ya que, además, "aprende del encuentro con artistas de prestigio y se nutre de una red de apoyo derivada de una comunidad afectiva formada junto a otros artistas del contexto cercano".
En Berastegi, donde reside desde su paso por Donostia, desarrollará un cuerpo de trabajo en la lentitud, basado en procesos experimentales en los que el entramado con fibra toma especial protagonismo. Cueto pone en relación el trabajo artesano ancestral con la materia en bruto y, desde ahí, prueba formas diversas de componerlos en superficies mayoritariamente bidimensionales .
Esta experimentación le lleva a realizar las series Lectura interior (1992-1995), Memoria vegetal (1993-2000) y Juncos del recuerdo (1994-2002), que exploran la potencialidad textil en su retorno a un origen vegetal.
La obra Entre la nieve (1996) elaborada con hilo de algodón, lino pulido y mecha de algodón imitando el rastrojo saliente en un campo nevado con largas briznas de esparto atravesando la pieza, "ayuda a entender este cambio", ha explicado la comisaria. La artista idea nuevas técnicas de sujeción para despojar a la estructura de elementos, causando así un efecto traslucido buscando trascender la bidimensionalidad.
A partir de la creación de obras como ésta Cueto comienza a explorar distintas formas de llevar al espacio la composición de la urdimbre y trama.
En el espacio expositivo Repetición y geometría. Forma y naturaleza (2000-2020) se muestra como la obra de Cueto crece en un contexto en el que la presencia de la artesanía va reduciéndose y en el que el arte de fibra y textil pierden también relevancia en el medio artístico contemporáneo. Vergara ha destacado que Cueto ha trabajado durante tres décadas "a contracorriente" con el lenguaje textil que tras emerger en 1960 y evolucionar en los 70 "deja de considerarse contemporáneo y se vuelve invisible".
Además, ha explicado que la artista en su proceso de toma de conciencia ambiental presenta un interés por expandirse enteramente sobre la dimensión tridimensional y sus obras comienzan a incorporar el volumen y crea piezas de grandes dimensiones como Árbol de sueños (2004) y Gaia: morada del aire (2006) que proyectan textura en forma de sombras sobre la totalidad del espacio.
El último espacio de la sala, bajo el epígrafe Circularidad, tangibilidad y experiencia (presente y futuro) muestra la obra más reciente de Cueto que profundiza sobre el intento de ocupar un emplazamiento de manera específica y generar nuevas posibilidades para el encuentro. La serie Morada del aire (2006-2014), por ejemplo, muestra esa evolución.
Vergara ha destacado que de la obra de Cueto se desprende una intención de Querer sostener y retener momentos e imágenes efímeras" como la nieve sobre la hierba o una gota a punto de caer.
Por su parte, Cueto ha señalado que fijar su residencia en Berastegi, en contacto directo con la naturaleza, le llevó a trabajar la fibra vegetal y a ir quitando los soportes de su primera obra que eran más tapices, dando cada vez "más importancia a los elementos vegetales solos" flotando en el espacio pero creando a la vez figuras geométricas, que simbolizan es "caos de lo orgánico" con "el orden de la naturaleza".
"Del alma"
Preguntada sobre lo que ha supuesto para ella estas tres décadas de trabajo con un lenguaje textil invisibilizado en el artes contemporáneo la artista ha señalado que "nunca" le ha importado lo que se dijera respecto a éste y las técnicas textiles, porque siempre ha hecho "lo que le salía del alma".
Además, ha indicado que algún galerista sí se mostró reticente cuando le dijo que su trayectoria artística "venía del tapiz", pero enseguida al ver su obra advirtió que la misma "encajaba perfectamente con el arte contemporáneo".
Esta exposición enmarcada en el 25 aniversario de la creación de la sala Kutxa Fundazioa Kubo irá acompañada de visitas comentadas en euskera y castellano, como es habitual, un taller familiar el 12 de julio y el 13 de septiembre, y un catálogo con textos de Vergara y de los curadores y escritores Grant Watson y Manuel Cirauqui.