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Artekritika

La abstracción gestual de Beñat Olaberria

La pintura de Olaberria se mueve en estos parámetros de pintura gestual realizada en negros sobre superficies blancas

La abstracción gestual de Beñat Olaberria

Ekain Arte Lanak presenta la serie Etxetik/Desde casa, del artista donostiarra afincado en Londres Beñat Olaberria (Donostia, 1970). Tras su máster en Bellas Artes en la City and Guilds of London Art School, ha realizado diversas exposiciones en Barcelona, Suiza y Londres, así como ha tomado parte en diversas exposiciones colectivas.

Su obra, adscrita a la abstracción gestual que surgió en diversas partes del mundo en torno a 1940 con artistas como Hoffman, De Kooning, Franz Kline, Hans Hartung y José Antonio Sistiaga, sigue teniendo continuadores en la actualidad, como en el caso que nos ocupa.

El centro de interés de la action painting es el gesto o movimiento de pintar, llamándosele también pintura gestual, unas veces más controlada y otras menos, unas veces más racional, y otras más inconsciente. Muchos de estos autores utilizaron el color negro como base de sus propuestas, y como lenguaje más cercano a la caligrafía, valiéndose de todo tipo de técnicas, pinceles, trapos, palos, y utilizando partes del cuerpo humano. La pintura de Olaberria se mueve en estos parámetros de pintura gestual realizada en negros sobre superficies blancas dejadas al descubierto, de trazos mayoritariamente rectos u horizontales plasmados entre el control mental, y una cierta improvisación sobre el lienzo. Tracerías horizontales se cruzan con otras verticales, o con gestos y trazos inacabados que dotan al conjunto de un aire fresco y procesual. La obra se realiza en el proceso, en el gesto, en la acción de pintar sobre el lienzo. Trazos, manchas, signos, raspados. Se crea así una obra de gran rigor conceptual y de un gran purismo, que puede resultar al lector como obra muy depurada, o rayana en un cierto decorativismo, que no creemos esté en la mente de este autor.

Y el gesto y la acción pueden resultar reiterados, distintos, casi infinitos, por eso la obra tiene un carácter procesual, continuo, entrelazado, como la escritura de una página o de un libro.

Interesantes nos han resultado, por otro lado, sus collages sobre papel, realizados con técnicas mixtas, en los que la calidad y variedad de texturas y materiales utilizados resultan más cálidos para la vista y el resto de los sentidos. Algunos resultan exquisitos. Los códigos de lenguaje se mueven también en los mismos parámetros que su pintura, utilizando tanto acrílicos como óleos.