¿Quién robó la efigie de la Virgen de Zikuñaga de Hernani? Es una de las preguntas que sigue inquietando a los vecinos de esta localidad guipuzcoana que, en 1979, vivieron cómo la talla del siglo XIII era sustraída de la ermita que se encuentra en los terrenos de la papelera de Zikuñaga. Ahora, este misterio, que el realizador Pello Gutiérrez ha abordado en su documental Erreplika, que, tras participar en la sección Zinemira del último Zinemaldia y hacerse con una mención especial del Premio Irizar, llegará el 9 de mayo a las salas comerciales.
Producida por Zazpi T’erdi y distribuida por Atera Films, encargada de Itoiz, udako sesioak, el documental le sirve a Gutiérrez para plantear un paralelismo metafórico y poético entre el robo de la figura y el fallecimiento de su padre, el también documentalista errenteriarra Juanmi Gutiérrez (1945-2019). De hecho, la cinta arranca con material filmado por Juanmi en 1978. Se trata de planos rodados en Super-8 de la bendición de la Virgen de Zikuñaga a la trainera de la localidad en 1978. Lo que resta del metraje fue incautado por una patrulla de la Guardia Civil, que pensó que aquellos jóvenes con una videocámara se encontraban grabando sus movimientos. Allí se produjo la primera sustracción, la primera ausencia.
Gutiérrez intenta en Erreplika reconstruir la memoria personal a la que le faltan piezas. Para eso, su propia voz en off va guiando al espectador entre lo explícito e implícito. “Este documental surge de las imágenes, pero se desarrolla a través de la voz”, comenta el realizador. “Es mi voz la que guía la película y es la voz de los protagonistas la que recuerda los hechos pasados a través de la lectura de los documentos, indicios y textos que se han escrito sobre la desaparición”, apunta el realizador.
De esta manera, “de lo personal” se salta “a lo colectivo”, en una investigación que indaga en la memoria de Hernani “a través de la ausencia de su imagen icónica”, a la vez que plantea una reflexión sobre la imagen y la memoria ante la pérdida de un ser querido. Así, el documental lanza una pregunta: “¿Puede la ausencia de una imagen ser tan fuerte como su presencia? Y en ese caso, ¿qué hacemos con ese vacío?”
Durante su fase de desarrollo, Erreplika, filmada enteramente en euskera y de 74 minutos de duración, obtuvo el Premio EiTB del foro profesional del Festival de Cine Documental de Bilbao, ZINEBI, y también participó en el foro de pitching del Cinema Pendent de L’Alternativa de Barcelona.